Chubut Para Todos

Un 17 de octubre

Los acontecimientos previos y el desenlace final de un pueblo trabajador aclamando a su repuesto líder son conocidos casi por todos siendo sus palabras finales la epopeya máxima que la política argentina no ha podido superar aun: “Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra Patria, en la unidad de todos los argentinos”.

El movimiento naciente traía consigo las mejores virtudes de diversas extracciones políticas locales y sindicales lo que lo empodero trayendo consigo el triunfo eleccionario y los 10 años de prosperidad posteriores.

La memoria jugo y juega un peso tan solido que ni siquiera todos los avatares posteriores pudieron borrar la gesta del líder, pero en particular su brío filosófico y cultural que es lo que quizás mas atrae a conspicuos observantes del fenómeno peronista en la Argentina.

Para el Peronismo sin dudas el tiempo ha sido el gran ordenador de sus ciclos pues a sus casi 76 años de vida sus postulados aun rememoran en una singular conciencia social que lucha y reivindica por lo que considera propio.

La revitalización de su ciclo más allá de su abrupta interrupción en 1955 da lugar del futuro aun promisorio que le toca palpitar siendo su motor principal la presencia de la juventud entre sus filas que le da la luz de continuo emergente aun en circunstancias adversas.

Su lugar puede ser activo o pasivo, pero siempre es un actor presente a la hora de prever las circunstancias políticas locales.

Su vigencia ha sido probada más allá de otros sistemas mundiales y en espera de poder superar en un futuro no muy lejano al delicado andamiaje político-económico-cultural el cual aqueja de su principal valor: La Solidaridad.

Nuevamente hoy el Peronismo en su conjunto dice presente y genera condiciones superadoras ante un mundo del desconcierto y la desazón que aun reina entre tantos congéneres.

Por Ezequiel Beer- Grupo Descartes