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Macri va por más: busca impedir que Bullrich use la marca PRO

Tras el lanzamiento de una línea interna por parte de la ministra de Seguridad y el intendente Valenzuela, el expresidente pedirá que los legisladores que dejaron las bancadas amarillas en la Legislatura bonaerense no puedan utilizar el nombre PRO Libertad. El almuerzo en Uspallata y detalles inéditos de la asamblea partidaria.

Tercer piso de Uspallata. El jueves 13.15 horas estaban todos citados. Jorge Macri sentado en una de las dos puntas de la mesa rectangular ubicada a metros de su oficina. Enfrente, Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en Diputados, y la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez. También se sentaron allí Néstor Grindetti, jefe de Gabinete porteño, Diego Santilli, y un grupo de intendentes como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Pablo Petrecca (Junín) y Marcelo Matzkin (Zárate), entre otros. Todos adobados con empanadas de carne, de verdura y de jamón y queso, agua y gaseosas.

Y todos con un objetivo: delinear los movimientos para convocar a internas partidarias en la Provincia y, a la vez, imposibilitar que la flamante facción PRO Libertad pueda utilizar el nombre, la marca amarilla y la simbología. Se trata de la línea interna que nació la semana pasada bajo el manto de Patricia Bullrich y el intendente Diego Valenzuela (Tres de Febrero), rompiendo los bloques parlamentarios bonaerenses

Detrás de la movida está el flamante titular del PRO nacional, Mauricio Macri, quien se ocupó personalmente de vaciar el partido a nivel bonaerense para que puedan convocar a elecciones para el 4 de agosto y elegir, por consenso o por mayoría, a Ritondo como nuevo presidente.

Es más: en estos días Macri prepara una carta oficial donde, como titular del PRO nacional, establece que los únicos jefes de las bancadas del PRO son el santillista Agustín Forchieri (en Diputados) y Alejandro “el Ruso” Rabinovich en Senadores (mano derecha de Montenegro).

En el almuerzo –donde sorprendió el senador Christian Gribaudo sin probar las empandas y degustando un plato de frutas– hubo dos denominadores comunes: la buena sintonía generalizada y las feroces críticas a Valenzuela, a quien observan como un libertario más. Allí también se terminó de trazar la estrategia tras la renuncia masiva al consejo directivo del PRO bonaerense para dejar acéfalo el partido y sacarle la presidencia a la senadora provincial Daniela Reich, mujer de Valenzuela.

Para observar: Mauricio Macri le había pedido a Javier Iguacel que presentara su renuncia hace diez días y no lo hizo, y no opinó sobre el tema. 

Tras el almuerzo en Uspallata, los que participan de la asamblea partidaria viajaron a Lanús, donde el presidente de ese órgano partidario, Grindetti, había convocado a los dirigentes amarillos para declarar la acefalía.

Allí, la bullrichista Felicitas Beccar Varela sorprendió al pedir la palabra con el argumento de que debía postergarse el encuentro. Grindetti le respondió que había que “seguir el orden del día”. Pero insistió: “Hay que suspender esta asamblea, hay que pensar en el afiliado”. El jefe de Gabinete porteño puso a votar la idea y el voto fue negativo. Hubo risas solapadas.

Acto seguido, el ritondista Matías Ranzini planteó que había que convocar a nuevas elecciones para el 4 de agosto dada la acefalía, tema que fue aceptado. Y luego el senador vidalista Alex Campbell agregó el tema de la marca PRO: dijo que los abogados y apoderados del PRO bonaerense debían impedir que otra facción pueda usar la simbología amarilla.

Con todo, en el bullrichismo hay quienes ya muestran síntomas de arrepentimiento. Esto se vio en la sesión del Senado bonaerense cuando Reich, al hablar de la declaración de ciudadano ilustre de Andrés Ciro Martínez (excantante de Los Piojos), se emocionó hasta las lágrimas. Fan del rock nacional, en el PRO hubo quienes interpretaron que también jugó la dureza de la pelea interna.

Es que antes de sus palabras le habían sacado la vicepresidencia segunda en un movimiento casi inédito para la Legislatura bonaerense: en menos de dos días, Gribaudo ocupó su cargo institucional con el consenso generalizado.

Lo mismo se vio en Diputados: la bullrichista Florencia Retamoso se llevó cinco de los 18 miembros del bloque a una bancada aparte. Sin embargo, una resolución que había impulsado Unión por la Patria a comienzos de año indica que todos los cargos parlamentarios son del espacio político y el bloque, con lo cual quedó afuera de las comisiones, de las sillas del Consejo de la Magistratura y de futuros cargos que suelen repartirse entre bancadas. Y también del reparto de fondos.

Por Ezequiel Spillman-Perfil