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Cómo ‘compra’ Rusia el silencio de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia

Algunos países de América Latina optaron por no condenar la invasión rusa a Ucrania por sus vínculos ideológicos y económicos con Moscú, entre ellos están precisamente los que destacan por sus prácticas antidemocráticas como Nicaragua, Cuba y Venezuela. Revisamos las cifras detrás del silencio en esta emisión.

La Asamblea General de la ONU se reunió de emergencia el dos de marzo en Nueva York y aprobó una resolución de condena a la invasión rusa a Ucrania, en la que le exigió al presidente Vladimir Putin detener inmediatamente las hostilidades. La reunión fue convocada luego de que, la semana anterior, la representación rusa ante la Organización de Naciones Unidas bloqueara una declaración similar en el Consejo de Seguridad de la ONU en su calidad de miembro permanente del mismo.

La resolución de la Asamblea no tiene vínculos jurídicos pero sí peso político. La condena al accionar de Vladimir Putin fue casi unánime. Casi, ya que varios países se abstuvieron o votaron en contra, entre ellos, aquellos de América Latina que tienen vínculos económicos y/o ideológicos con Moscú.

‘El eje del mal’

El presidente ruso ha sido un aliado clave de Nicolás Maduro y lo ha ayudado a mantenerse en el poder en Venezuela a través de préstamos millonarios, ejercicios militares y donaciones de vacunas.

En 2019, el chavista se comprometió a pagar 532 millones de dólares a Moscú hasta 2022 y 684 millones entre 2023 y 2026.

En el caso de Cuba, la explicación llega en los 2.300 millones de dólares que el Kremlin le entregó a La Habana para financiar proyectos energéticos y de transporte así como para garantizar el suministro de productos a la isla, según la agencia cubana de noticias Prensa Latina.

Rusia ha otorgado también préstamos millonarios al presidente Daniel Ortega para la ampliación del aeropuerto de Managua y ha donado autobuses para renovar el transporte capitalino. No obstante, la mayor cooperación se da militar a través de donaciones de tanques que desecha.

En cuanto a Bolivia, el expresidente Evo Morales tenía un vínculo muy estrecho con Putin y muy lejano con la Casa Blanca y firmó numerosos acuerdos de cooperación en materia comercial, de energía y militar que fueron heredados por el actual mandatario, Luis Arce.

En el caso de El Salvador, Rusia no tiene vínculos comerciales muy fuertes. Pero la decisión de abstenerse de condenar la invasión a Ucrania refleja, para algunos sectores, la misma falta de la defensa de los valores democráticos por parte del presidente Nayib Bukele, cuya concentración del poder preocupa a organismos defensores de los derechos humanos.

Otras naciones como Brasil y México pidieron una salida negociada a la crisis, sin condenar directamente la invasión rusa. Mientras que Colombia, Chile y Argentina han pedido el cese inmediato de las hostilidades.