Pero claro, la oportunidad adelante era única. “Tomar la decisión de irme no ha sido para nada sencillo. Sin embargo, tengo que dar el paso. Poder jugar en la NBA para mí es el sueño máximo. Era lo que proyectaba cuando era un niño y jugaba en la habitación de casa con mi padre. Quiero y necesito concretar la utopía. Y medirme“, remarcó Vildoza antes de despedirse de compañeros, entrenadores, staff y aficionados del club.