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Toti Ciliberto contó cómo logró recuperarse de su adicción a la cocaína

Invitado al programa de Gastón Pauls en Crónica TV, el humorista contó que las drogas lo llevaron “a perder todo”; el llamado salvador de Marcelo Tinelli. Mirá el video.

Recordado por sus papeles, ocurrencias y salidas, Toti Ciliberto (59) fue uno de los integrantes de la primera época de VideoMatch. Entrevistado en Seres Libres, el nuevo programa de Gastón Pauls en Crónica TV, el humorista recordó cómo logró recuperarse de su adicción a la cocaína y reconoció el papel que desempeñó Marcelo Tinelli (61) en esa lucha.

“Sentí que arrancó inclusive antes de VideoMatch (Telefe). Sentí que arrancó como una broma, como una cosita, una joda. Uno siente en las primeras instancias que lo puede dominar. Lo primero que se cree es: ‘Lo manejo’. Una vez por semana, después ya son dos y después empieza a subir”. Con esas palabras, Toti Ciliberto recordó cómo entró al infierno de las drogas a principios de la década de 1990.

Dijo que al incorporarse al staff del programa insignia de Marcelo Tinelli, su adicción era casi incontrolable. “Cuando entro en VideoMatch, toda esa presión de contrato full time, de lo que significaba el programa, de hacer un punto y pasar a 40 [puntos de rating] de golpe, trabajar en vivo, hacer personajes, viajar, uno se engaña a sí mismo y se dice: ‘Es mi ayuda’. Y en realidad no te termina ayudando, terminás perdiendo la confianza en vos. Perdés tu familia, perdés todo”, reconoció.

Ya en medio del éxito y los estragos de la adicción, Ciliberto rememoró cómo Tinelli lo ayudó a reconocer el problema, a comenzar a salir de él. “Marcelo fue uno de los que me ayudó, me llamó y me dijo: ‘Yo no voy a juzgarte, pero te quiero cuidar’. Y ahí empecé a tomar conciencia”, contó.

Más allá de los efectos nocivos, Ciliberto reveló un dato singular en torno a uno de los integrantes de su familia. “Cuando tuve ese momento de popularidad, creía que la droga me daba una protección, me podía encontrar conmigo, pero no era así. No tenía control de mí, era una miseria. Perdí mi confianza laboral. La cocaína me sacó mucho más de lo que me dio. Lo disfruté solo la primera vez, después fue todo padecimiento. Mi preocupación era encontrar el momento para contarles a mis hijos. Mi hijo mayor se enteró de mi adicción en un programa de televisión”, concluyó