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Resuelven los radicales el reemplazo de Ernesto Sanz en la mesa de Cambiemos

El jefe de la convención de la UCR, Jorge Sappia, avisó que va en lugar de Ernesto Sanz en la mesa estratégica de Cambiemos.

Promete nervio la cita de Marcos Peña con el jefe radical José Corral y el intendente de Córdoba Ramón Mestre. El jefe de gabinete quiere escuchar argumentos de parte en la disputa entre radicales para ocupar la silla que deja Ernesto Sanz en la mesa estratégica de Cambiemos. Ese núcleo clave del gobierno lo integran ministros y jefes legislativos del oficialismo y sesiona los martes a la hora de la siesta. El ex senador por Mendoza vuelve el miércoles de España, el mismo día cuando Mauricio Macri visite esa provincia. Antes de irse de despidió de esa función estratégica. El radicalismo está en debate por la integración de las candidaturas en distritos grandes y esa pulseada ha despertado roces internos para lo cual el oficialismo busca un escalón de superación. El primer resultado de esa puja es la salida de la mesa de Sanz para dejar, afirmó, esa posición a una representación formal del partido que él no tiene. Lo han criticado jefes partidarios por asumir ese rol en el último año y medio.

Lo que se discute ahora es quien lo reemplazará y en esa mesa ronca fuerte Mario Negri, que en el último año se despegó como el principal vocero político del gobierno. Este fin de semana se conoció, como prueba, que fue elegido como el diputado más aplaudido en la Cámara. Suma adhesiones por la personalidad desplegada en debates y en medios, que coronó el año pasado con el discurso del 22 de diciembre sobre “los dueños de los derechos humanos” (https://youtu.be/d5xWBp2zC54 vía @YouTube). Suma a ese cartel, que le ha valido ofertas para desempeñarse como columnista profesional de la TV, que es jefe del interbloque de Cambiemos y articula relaciones clave del oficialismo, como frente a Elisa Carrió, de quien es amigo y confidente. Negri disputa posiciones en Córdoba por la integración de listas como el intendente Mestre. Por eso respalda al presidente de la Convención de la UCR Jorge Sappia en el reemplazo de Sanz. Mestre tiene el apoyo de, entre otros, del mendocino y de Enrique Nosiglia. Sappia ha dicho en las últimas horas que será él quien irá a esa silla, aunque antes tiene que hacer un viaje a los Estado Unidos que ya tiene pagado desde hace tiempo y que, si no lo aprovecha, lo perderá. Sappia le confirmó que se sumará a la mesa de Cambiemos a la directiva del Instituto Nacional Yrigoyeneano, que lo visitó encabezada por su vicepresidente a cargo de la presidencia Diego Barovero, su secretario general Fernando Blanco Muiño, el histórico Hipólito Solari Yrigoyen, Miguel Ángel Mieres y Adriana Malek. Fue horas antes que iniciara es viaje, que lo mantendrá fuera hasta finales de mayo.

La ausencia de Sanz simplifica un poco las roscas entre el Pro y los radicales, que le dan algo de realismo a una política que está devorada por el marketing y las pujas de gestión que, dicho en serio, pesan menos que la política pura que se debate en estas conspiraciones. Política pura es la lucha por ganar, mantener y (no) perder el poder. El resto es literatura. En España Sanz se notificó del decreto por el cual el gobierno de España le propinó condecoraciones del orden Gran Cruz a quienes acompañaron a Macri en su último viaje: Sanz, Monzó, Alberto Weretilnek, Francisco Cabrera, Jorge Triaca, Pablo Avelluto, Andrés Ibarra, Ramón Puerta, Fulvio Pompeo, Horacio Reyser, Luis Carlos Naidenoff, Guillermo Pereyra y Pablo Tonelli. ¿Cuándo las recibirán? Después de que la Argentina entregue las condecoraciones a sus pares españoles, que están demoradas porque la Cancillería no las envía. Sobre estas bijuterías diplomáticas: Jimmy Carter se quedó esperando el jueves que Macri le entregase la Orden del Libertador que gestionó Lousteau en diciembre pasado. Era un resto de un mundo que ya no existe: ya no está el demócrata Obama sino el republicano Donald Trump, ya no está Lousteau sino el suplente reemplazante. La diplomacia americana pidió que se postergase para otro momento el brindis al demócrata Carter, no fuera que desentonase con los anuncios del jueves en Washington de los dos presidentes republicanos. Lo aceptaron los funcionarios de la Cancillería que negociaron la agenda de la visita con el National Security Council. Quedó para otro viaje. El gobierno hizo saber en la semana que pasó que Carter había aceptado esa cucarda otorgada en diciembre pasado, una manera de justificar la demora.

Peña pasó el fin de semana en Mendoza, adonde llegó de Chile en donde dio una conferencia en un seminario regional. Juntó a la mesa de Cambiemos local que no aportó más de los que se sabe, pero abundó en señales. Una de ellas, sentó en la reunión principal a dos aliados de Cambiemos en Mendoza, pero que no están en la liga nacional. Uno de ellos es el ex diputado nacional Carlos Balter, que preside el partido Demócrata. El otro, Gustavo Gutiérrez, de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Peña y sus acompañantes, entre ellos el recuperado Emilio Monzó, no incluyeron en esa foto a otros aliados locales de Cambiemos. Esa distinción que tuvieron los dos jefes mendocinos se entiende por la gravitación que tiene la liga de partidos conservadores “de centro” que se referencian en Balter, que acompañó hace algunos días a Alberto Allende Iriarte en su asunción como presidente del partido Demócrata de la Capital otro aliado de Cambiemos. La presencia de Gutiérrez busca mantener la buena relación con Carrió, que será candidata a diputada a renovar la banca por Capital, y Olivos necesitar blindar una relación que será puesta a prueba en la campaña. Esta minicumbre fue más para la foto que de debate. El único momento de cierta densidad ocurrió el viernes a la noche. Peña, Monzó y Cornejo cenaron con los 12 intendentes de Mendoza que se referencian en Cambiemos y hablaron de la moneda chica, o sea de temas municipales. Fue en la bodega los Toneles, en Guaymallén. Peña tomó notas para guionar la presencia de Macri del miércoles en Mendoza. Monzó no vuelve esta semana a Mendoza porque el jueves se va de viaje con el presidente a China y Japón. Entre quienes van están Eduado Amadeo

El oficialismo de Mendoza está jugado a una reforma constitucional con reelección del gobernador. Se oponen a esa idea, adentro de Cambiemos, los conservadores Balter y Gutiérrez. También lo rechazan los peronistas que tienen los votos para impedir los 2/3 de los votos en le Legislatura. A favor del local Alfredo Cornejo corren los tiempos de la ley electoral que le permiten postergar el intento de aprobación por fuera de los plazos nacionales. La semana que viene Cornejo tiene que firmar el decreto de convocatoria. Si llama a elecciones desdobladas (locales y nacionales) dará la señal de que insistirá en el proyecto. Si unifica, significa que se habrá resignado a un solo mandato, algo que es la maldición de los gobernadores mendocinos, a los que la Constitución encima les impide ser electos senadores cuando dejan el cargo. Tienen que esperar que pase un mandato para postularse a la cámara alta. Sólo pueden amortiguar la salida del gobierno con una banca de diputados, como hizo Julio Cobos, que aparece como la amenaza para el delfín que prepara Cornejo para reemplazarlo, el actual ministro Martín Kerchner. El ex vicepresidente de Cristina de Kirchner conserva prestigio en su provincia y si se decide a volver al cargo tiene condiciones más favorables que el resto de los radicales mendocinos. Quienes lo conocen dice que Cobos ha recuperado la ambición por volver a la gobernación a raíz de cambios en su vida personal.

Peña mitigó tanta dispersión de energía con estas internas, dándose un paseo de domingo en bicicleta por Mendoza. Se fotografió con su mujer, la periodista Luciana Mantero, que publico en la revista de La Nación un notable relato del cumpleaños 81° de Mario Vargas Llosa en la ciudad natal de Arequipa. Peña estuvo en ese cumpleaños y ella aprovechó la experiencia para escribir un delicioso capítulo de la biografía del premio Nobel (http://www.lanacion.com.ar/2020143 vía @LANACION). El escritor, e ideólogo del conservadorismo global, en la semana animó en Buenos Aires una cena de la Fundación Libertad en Parque Norte, con varios centenares de empresario y políticos y estuvo con Macri junto al empresario que lo patrocina, Gerardo Bongiovanni.

Por Ignacio Zuleta – Zuleta Sin Techo