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Reemplazarían los medidores de hogares en mora por otros con servicio prepago de luz

La medida de reemplazar los medidores en los hogares que no pueden pagar la tarifa ya se estaría implementando. Las distribuidoras lo niegan, pero las entidades de consumidores aseguran que está comprobado y lo llevarán a la Justicia.

“Está en juego la salud de nuestros hijos, aunque ellos sólo nos vean como consumidores”, reflejó, con marcado malestar, Mauro Stefanizzi en referencia a la nueva mecánica de la empresa Edenor, que consiste en retirarles el medidor a quienes no cumplan con el pago y colocarles otro con un sistema de carga prepaga, algo así como usar los celulares con tarjeta.

El polémico sistema implica una cantidad de kilowatts muy limitada para los pacientes electrodependientes, como es el caso del hijo del joven, quien debe permanecer conectado a un concentrador de oxígeno. En consecuencia, ante esta maniobra, los padres de niños con esta necesidad exigen el inmediato tratamiento de su proyecto de ley.
En los primeros días de marzo comenzaron a sucederse los primeros casos de familias electrodependientes, que se vieron afectados por un sorpresivo accionar de la empresa proveedora de la luz. En este sentido, Stefanizzi detalló ante “Crónica” que “en los domicilios de los usuarios con deudas importantes llega un técnico y retira el medidor sin aviso previo.

“Luego viene otro y coloca el prepago”. A partir de entonces, por sus propios medios, quien es destinatario de semejante maniobra debe interiorizarse por sus propios medios sobre los pasos a seguir. En consecuencia, tiene que acudir a una sucursal de Edenor y llevar adelante la carga anticipada para poder contar con un servicio de 30, 40 o 50 kilowatts.

Ello implica el riesgo de “cortarse el suministro en horarios y días fuera de atención, poniendo en riesgo la vida de nuestros hijos porque no estamos eximidos de esto, a pesar de que estén registrados como pacientes electrodependientes”.

Por su parte, la compañía confirmó la implementación del sistema y sus formalidades, por las cuales Mauro consideró que “es un problema más para nosotros porque a los problemas que ya tenemos, como la atención de nuestros hijos y cubrir sus necesidades, ahora se nos suma este obstáculo burocrático”.

Razón por la cual el papá de Joaquín, de 2 años, quien sufre de displasia e hipertensión pulmonar, enfatizó que “la primera solución sería la exención de los impuestos, pero el problema de fondo es que nuestro proyecto de ley sea aprobado porque eso permitiría la creación de un registro nacional regulado por el Estado y no por la empresa, porque está en juego la salud de nuestros hijos”.

Mientras se sigue dilatando la exigencia de los padres de niños que requieren estar conectados permanentemente a aparatos electrónicos de asistencia, “hay muchos que están en una situación angustiante y no pueden asumir el pago de esa deuda. No nos entra en la cabeza que no nos escuchen”, sentenció Mauro.