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Pesqueras de Madryn piden a Nación regular la pesquería de langostino

La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) se reunió con el Subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Manuel Bosch, a quien le plantearon diferentes medidas que debieran estar contenidas dentro del “futuro” Plan de Manejo del Langostino.

La entidad que nuclea a empresas de Chubut, con plantas de procesamiento y flota congeladora tangonera, reiteró su postura contraria a una modificación de la actual normativa que rige la pesquería, que a la postre permita el ingreso del buque José Américo del grupo marplatense Moscuzza. Fue el primer tema abordado en el encuentro entre el titular de la Subsecretaría de Pesca de Nación y los empresarios patagónicos. El funcionario habría admitido tener fuertes presiones para resolver la cuestión y volvió a insistir con sus argumentos en cuanto a que la Resolución 1113/88 no se cumple, a lo cual, los representantes de la CAPIP le expresaron su abierto rechazo a una posible derogación, y reclamaron que se haga efectivo su cumplimiento respecto a las limitaciones de flota para la operatoria sobre el recurso langostino.

Pésimo antecedente

La Cámara además le transmitió a Bosch la inconveniencia de dejar sentado como antecedente, en el ordenamiento pesquero nacional, que un potero sea transformado en un tangonero. El funcionario dijo coincidir con esa mirada, pero atribuyó el acto administrativo a la anterior conformación del Consejo Federal Pesquero.
En ese contexto, las empresas enroladas en la CAPIP ratificaron que no aceptarán de ninguna manera el ingreso de barcos de más de 40 metros de eslora a la pesquería de la especie Pleoticus muelleri. Además, reclamaron
la necesidad de que los que están actualmente incumpliendo ese requisito, se actualicen en un plazo de dos o tres años reconvirtiéndolos a menos de 40 metros.

Desigualdades

Los congeladores patagónicos insistieron, tal como lo habían hecho cuando el Consejo Federal Pesquero deliberó en Chubut, respecto a la desigualdad entre congeladores y fresqueros de altura, ya que los primeros están obligados a realizar cajas de 2 kilos, y el langostino capturado por los colorados de altura terminan como bloques de colas rotas, en un producto malo y de baja calidad.
Exigen que se tomen medidas que impliquen mejorar la calidad a bordo de los fresqueros, y en tal sentido, se continuaron barajando posibles requisitos que debieran instaurarse en la venidera temporada.
En términos generales, la conducción de la CAPIP consideró que se trató de una buena reunión con coincidencias sobre las necesidades de la pesquería, aunque afirman que notaron a un Subsecretario fuertemente presionado por grupos marplatenses para mantenerse en el cargo.

Requisitos “no” negociables

Profundizando sobre el plan de manejo de la especie langostino, la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras defendieron la Resolución 1113/88 por considerar que es la norma que representó un cambio trascendental en la pesquería de langostino, aunque tres décadas después requiere una actualización.
En ese tren, consideran que se deben mantener los requisitos en cuanto a que todos los barcos dedicados a la captura de esta especie deben tener una potencia menos a 2.000 HP; eslora inferior a 40 metros; envasar cajas hasta 2 Kgs.; contar con suficiente capacidad de congelado; utilización de aparejos selectivos para merluza hubbsi.
Y, sin necesidad de derogar la resolución 1113/88, propusieron que los barcos que actualmente superan algunos de esos parámetros se les otorgue un plazo máximo de hasta tres años para adaptarse a la norma. Además, reclaman que los buques fresqueros deben lavar, acomodar y cubrir con hielo el producto en cajones de hasta 18 Kgs. cada uno.

Regulación de blocks

Aclararon que no son partidarios de que el Estado regule la producción, comercialización u otros aspectos propios las empresas, pero si propusieron que se establezcan políticas para estimular y se premiar a quien hace un buen producto y crea empleo. Puntualmente, respecto al block de langostino, desde CAPIP afirman que se debe trabajar en un esquema de regulación progresiva, pero que actualmente no están dadas las condiciones para su prohibición total.

Fuente: Revista Puerto