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Luis Federico Sole Mases y su nuevo libro, una visión histórica y política diferente de Misiones

El escritor misionero Luis Federico Sole Mases, presentó en El Ciudadano Se Rebela, programa que se emite por Misiones Cuatro con la conducción de Aldo Druetta; su novela “San Andrés, el fuego de la revolución”; en la que da su visión del caudillo del federalismo, apoyado en la crónica histórica pero con licencia creativa, y comparó el contexto y el proyecto político de Guacurarí, con el surgimiento del peronismo, 100 años después.

“Es una novela -dijo el autor-, aunque sigue estrictamente la crónica e inserta los personajes reales. Es una novela de todo el proceso revolucionario que finalizó con la disolución de Misiones.” “Misiones fue la única provincia del originario virreinato del Río de la Plata, que posterior a la revolució de mayo, desaparece por más de 60 años, hasta que en 1881 se crea el territorio. Y hoy nuestra actual provincia de Misiones es un esbozo pálido de lo que fue con enormes territorios con una extensión 5 o 6 veces mayor. Ahí aparece un personaje al cual por cuestiones políticas, económicas y raciales, decidieron sepultarlo; un personaje que dentro de la construcción de una confederación que lideraba Artigas planteó un proyecto que fue absolutamente revolucionario, y daba vuelta la ecuación del poder en esta zona. Imaginense, mientras Buenos Aires planteaba un nuevo estado unitario, centralista y monárquico, acá se planteaba una confederación al estilo de los Estados Unidos, donde cada estado perteneciente era soberano; no autónomo como ahora, sino soberano. En ese contexto los misioneros vieron la posibilidad de transformarse de nación en Estado. Los factores que se sumaron en contra de ese proceso fueron feroces; acá nuestro máximo héroe  luchaba contra tropas profesionales portuguesas, que encima tenían a la Corte de Portugal en Río de Janeiro, luchaba con paraguayos abastecidos por porteños e ingleses, y luchaba también contra las tropas de Buenos Aires. Ese triple martillo fue imposible de sostener, y el proceso confederal, que fue totalmente contracíclico a lo que pasaba en el planeta; después se volvió a ocurrir  casi 100 años más delante con Perón.”

El escritor misionero, que ya publicó dos novelas anteriormente, explicó que el relato se apoya en el concepto de lo contracíclico, como una especie de convivencia entre dos proyectos históricos antagónicos, como lo fueron según él, tanto la confederación de estados perseguida por Guacurarí y Artigas, en plena campaña unitaria de sesgo monárquico en el Río de la Plata; como más tarde el proyecto de estado peronista, ante el mundo polarizado de posguerra: “Me explico: en Europa habían vencido a Napoleón; en junio de 1815 es derrotado en Waterloo y desaparece definitivamente el proyecto de la Revolución francesa y de darle el golpe a las monarquías absolutistas.
En ese momento Andrés está llegando a Misiones, a plantear una organización republicana confederal. Era la contraola; el mundo había vencido esa idea en Europa y acá comenzaban a implantarla. Fue algo totalmente contracíclico, y bueno; fue un choque de trenes”.

“En ese sentido nosotros tuvimos dos procesos contracíclicos. Uno fue el de Andrés y de Artigas. Esto los llevó a luchar, y la posición cómoda de quienes pretendían generar un nuevo Estado en el Río de la Plata, de decir “bueno muchachos, acá tenemos unos revoltosos que quieren ser republicanos. Nosotros somos los monarquistas; nuestra
bandera termina siendo celeste y blanca como los colores de la Casa de Borbón, exactamente ese fue el gesto político; y en el medio el sol de la dinastía Inca, que fue la otra idea que también fracasó de traer a un príncipe Inca para formar una monarquía Inca. Ahí tenemos plasmada nuestra bandera para que quede claro que nosotros somos los monarquistas: dos símbolos reales. Y allá están los revoltosos que tienen el mismo color que la bandera de Francia, que quieren hacer una confederación al estilo de los Estados Unidos que ya derrotó a los ingleses; entonces se sacaron todos los números para que los aplasten (…) El otro proceso que fue contracíclico fue el peronismo. Se reparte el poder en el mundo y aparecía Argentina perfilándose como una potencia industrial, una potencia nuclear, una potencia que era para la zona un referente en cuanto a lo cultural influyente; era inaceptable para las potencias del mundo, que Argentina, que no se había inmolado en la Segunda Guerra Mundial, comienza a evolucionar de manera de ponerse a la misma altura que los vencedores. Fue absolutamente contracíclico. Muchos vieron en Perón, y lo asociaron, con un “cuarto Reich”; era el discurso que se necesitaba para ponerle el pie en el cuello. Eso es ser contracíclico. En este caso Andrés y Perón fueron contracíclicos en el planeta.”

Sole Mases es autor de dos novelas anteriores, “Andrómina” y “La Sinergia”; con las que bucéa en el relato policial en el primer caso, imaginando el macabro trayecto hacia el poder de un candidato a presidente misionero, surgido de una secta y con perturbadores vínculos con la SIDE; y se adentra en la novela distópica con la segunda, a través de una posible reorganización del estado argentino en un escenario global de conflicto, que termina por disolver política y territorialmente a la provincia de Misiones.

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