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La renuncia de la viceprimera ministra canadiense acrecienta la crisis en el Gobierno de Trudeau

El 16 de diciembre, Chrystia Freeland, viceprimera ministra y encargada de las finanzas canadienses, oficializó su renuncia al Gobierno de Justin Trudeau. El abandono de una de sus más fuertes aliadas confirma la crisis que envuelve al primer ministro canadiense y que podría provocar su salida antes de las próximas elecciones de 2025.

El Gobierno de Justin Trudeau tambalea. A unas horas de presentar una actualización a presupuesto gubernamental, vital para la estrategia política del primer ministro, la encargada de finanzas, Chrystia Freeland, publicó en sus redes sociales una carta en la cual le presentó su renuncia al mandatario canadiense, alegando la existencia de diferencias sobre “el mejor camino a seguir para Canadá”.

“Debemos evitar costosos trucos políticos que no podemos permitirnos y que hacen dudar a los canadienses de que reconocemos la gravedad actual”, dijo la ahora exfuncionaria en su carta, donde añade que los canadienses saben cuando el gobierno trabaja para ellos, pero también se dan cuenta “cuándo estamos centrados en nosotros mismos”.

La espontánea salida de Freeland, vaticinada por medios locales desde hace semanas, se explica por diferencias políticas originadas de un paquete de medidas económicas que Trudeau busca implementar en la temporada decembrina, incluyendo rebajar los impuestos federales en algunos artículos para aligerar el gasto de los canadienses en época navideña, así como enviar un cheque de unos 250 dólares a millones de familias a principios del próximo año.

La que también fuera ministra de Finanzas antes de su renuncia explicó que dichas medidas aumentarían el déficit fiscal canadiense, mermando la capacidad de respuesta de Ottawa ante las amenazas del presidente estadounidense electo, Donald Trump, por imponer aranceles del 25% a productos importados desde Canadá.

Freeland ha sido una aliada vital para la estabilidad de Justin Trudeau en el Gobierno, fungiendo como ministra de Exteriores canadiense durante la negociación del nuevo tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos durante la primera administración de Trump.

Con la salida de Freeland, ya son ocho ministros del Gobierno de Trudeau que han renunciado o anunciado que no se presentarán a una reelección en las próximas elecciones, programadas para octubre de 2025.

La presión contra Trudeau aumenta

En el último año, Justin Trudeau se ha enfrentado a la peor crisis en sus nueve años al frente del Gobierno canadiense, siendo víctima de una crisis de legitimidad, no solo entre los ciudadanos, sino también dentro de su partido, en donde muchas voces afirman que su tiempo como primer ministro está llegando a su fin.

Tras la renuncia de Freeland, Trudeau participó en una reunión de emergencia con la bancada parlamentaria de su agrupación política, el Partido Liberal, para tratar la crisis originada por la renuncia de su vicepresidenta. El contenido de las conversaciones no ha sido develado al público.

Sin embargo, en un evento con donantes liberales tras la reunión, el primer ministro pidió calma, aunque reconoció la extrema dificultad que atraviesa su administración.

“Obviamente ha sido un día agitado. Ha sido un día difícil pero quería venir aquí esta noche y hablar con ustedes, dedicados miembros del Partido Liberal porque ustedes, ni yo ni ningún otro político, son el corazón latente de este movimiento”, expresó Trudeau el pasado 16 de diciembre.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, asiste a la reunión de líderes del G20 en Río de Janeiro, el 19 de noviembre de 2024 en la ciudad brasileña
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, asiste a la reunión de líderes del G20 en Río de Janeiro, el 19 de noviembre de 2024 en la ciudad brasileña © Mauro Pimentel / AFP/Archivos

Aunque la calma siempre ha sido un sello político del premier canadiense, voces fuera de su partido empiezan a perder la paciencia. Pierre Poilievre, líder de la oposición oficial del Partido Conservador, le pidió de nueva cuenta a Trudeau que llamará a unas elecciones anticipadas tras el “descontrol” en su Gobierno.

“Lo que estamos viendo es que el propio Gobierno de Canadá se está descontrolando ante nuestros ojos, y en el peor momento”, mencionó Poilievre en una rueda de prensa desde Ottawa el 16 de diciembre. 

Además, las críticas partidarias no se limitan al bloque opositor. Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático, vital para la aprobación de leyes en medio de un Gobierno de liberal minoría, reconoció que “todo se ha salido de control” dentro del liderazgo en el Partido Liberal, pidiendo crudamente la dimisión de Trudeau. 

Con el Parlamento en una pausa invernal desde este 17 de diciembre, Justin Trudeau tiene poco más de un mes para rehacer una estrategia gubernamental que pueda evitar que la oposición conservadora impulse un voto de censura en su contra, ante la relativa imposibilidad de su partido por quitarlo del puesto. 

Por Maximiliano Pérez Gallardo France 24