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La guerra en Ucrania impulsa a las regiones rusas olvidadas con el auge del sector defensa

El Kremlin parece estar preparándose para una guerra prolongada en Ucrania al aumentar el gasto en defensa en un 70% el próximo año, una medida que promete beneficiar a las regiones rusas deprimidas y a los sectores relacionados con el esfuerzo bélico.

Durante una ceremonia de premiación altamente coreografiada para el personal del Ejército en el dorado Salón de San Jorge del Kremlin, el presidente ruso Vladimir Putin anunció su candidatura para un quinto mandato presidencial en las elecciones de 2024.

El anuncio se produjo cuando la invasión rusa a gran escala en Ucrania se acerca a su segundo aniversario. “Ellos (el Gobierno ruso) inicialmente esperaban que esta guerra fuera corta”, dijo Andrei Yakovlev, economista del Centro Davis de Estudios Rusos y Euroasiáticos de la Universidad de Harvard.

El Kremlin ahora planea aumentar el gasto en defensa en casi un 70% en 2024 en comparación con 2023. Tanto los fabricantes de alimentos, construcción y productos farmacéuticos, de propiedad estatal como privados, los cuales reciben contratos del sector militar, se beneficiarán.

El 1 de diciembre, Putin ordenó al Ejército del país que aumentara el número de tropas en casi 170.000 hasta un total de 1,32 millones de integrantes.

Archivo. Soldado ruso prestando guardia a las afueras de la central nuclear de Zaporizhia, ubicada a las afueras de la ciudad de Enerhodar. 4 de agosto de 2022.
Archivo. Soldado ruso prestando guardia a las afueras de la central nuclear de Zaporizhia, ubicada a las afueras de la ciudad de Enerhodar. 4 de agosto de 2022. © Alexander Ermochenko / Reuters

“Todas estas personas necesitan estar armadas, alimentadas y provistas de uniformes”, dijo Galia Ackerman, historiadora y especialista en Rusia, añadiendo que las empresas que proporcionan prótesis y servicios funerarios también se beneficiarían a medida que avanza la guerra.

Bonanza para las regiones remotas de Rusia

Las regiones remotas y deprimidas donde se encuentran muchas de estas industrias han experimentado un auge desde la invasión rusa en Ucrania, en febrero de 2022.

Desde la época soviética, muchas industrias de defensa no han estado ubicadas en San Petersburgo o Moscú sino en ciudades pequeñas”, dijo Yakovlev.

Otra fuente de ingresos en tiempos de guerra para las deprimidas regiones industriales de Rusia proviene de la compensación financiera que el Gobierno ofrece para atraer a los hombres a alistarse para luchar.

“Las familias de los hombres contratados o reclutados en el Ejército el año pasado reciben alrededor de 200.000 rublos (unos 2.100 dólares) al mes”, dijo Yakovlev. “Esto es cuatro veces el salario medio en las ciudades pequeñas y entre dos y tres veces el salario medio en las grandes ciudades”, agregó.

Los hombres que se alistan provienen principalmente de lugares como Buriatia, Tyva o Novgorod, regiones que no han experimentado mucha prosperidad en las últimas dos décadas, señaló Yakovlev.

La bonanza provocada por el gasto gubernamental en el sector de defensa también ha llevado a un aumento del gasto en otros sectores de la economía, incluidos la construcción, el turismo interno y los restaurantes y hoteles.

El Kremlin ha conseguido al mismo tiempo seguir pagando a los trabajadores públicos de los sectores de la educación y la salud. Sus enormes ingresos por petróleo y gas le han permitido continuar la guerra en Ucrania manteniendo al mismo tiempo el gasto interno bajo control.

Dudas sobre la sostenibilidad de la economía rusa

Antes de que las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea entraran en vigor a finales de 2022, los ingresos del petróleo y el gas de Rusia se estaban disparando: los ingresos aumentaron un 28% en comparación con 2021 y Rusia pudo compensar la reducción de las exportaciones aumentando precios.

Las restricciones impulsadas por Occidente “tuvieron el efecto contrario al esperado”, dijo Yakovlev, señalando que las empresas rusas e incluso los rusos comunes y corrientes mantenían su dinero en Rusia.

“Después del ‘shock’ inicial de febrero de 2022, el Banco Central ruso ayudó a estabilizar la situación, y tanto el Gobierno ruso como el sistema bancario tuvieron suficiente dinero para prestar a empresas privadas”, que de otro modo habrían sufrido al estar aisladas de Occidente, dijo.

Pero la economía rusa en tiempos de guerra podría ser insostenible. “El Gobierno todavía tiene algunas reservas para el próximo año, pero hay dudas sobre si podrá cubrir el déficit presupuestario después de 2024”, dijo Yakovlev.

También citó un desequilibrio entre la oferta y la demanda en el país. “La gente común viene al mercado con demandas de bienes de consumo y viviendas”, dijo Yakovlev, señalando que no hay suficiente mano de obra ni capacidad de producción para satisfacer la creciente demanda.

“Rusia está saliendo adelante, pero el país está en declive y se está ‘resovietizando'”, dijo el historiador ruso Wladimir Berelowitch. “Como el Kremlin tiene suficientes reservas en este momento, está comprando soldados y muertes”, añadió.

Las grandes ciudades, alejadas de la guerra

El Gobierno ruso también cuenta con presos en el campo de batalla para sostener su guerra. El incentivo para unirse a los combates es fuerte para los convictos, que están siendo indultados a cambio de luchar en Ucrania.

“Los hombres que repentinamente salen de prisión para luchar en la guerra regresan a casa como héroes porque lucharon por la patria”, dijo Ackerman, señalando que quienes mueren son enterrados con honores militares mientras sus familias reciben una compensación económica.

Mientras tanto, los residentes de las grandes ciudades metropolitanas como Moscú y San Petersburgo, hasta ahora no afectadas por el servicio militar obligatorio, apenas han sentido los efectos de las sanciones occidentales o de la guerra.

“Se podría decir que los precios han subido, pero todavía hay espectáculos y exposiciones en Moscú”, dijo Polina, curadora de un museo de Moscú cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su identidad, cuando se le pidió que describiera el ambiente en la capital de Rusia. 

“La única diferencia es que el GPS (Sistema de Posicionamiento Global) y Google Maps ya no funcionan, como protección contra los drones y debido a las sanciones occidentales”. 

Su hijo de 20 años, que actualmente estudia cine, no puede ser movilizado al frente debido a su condición de estudiante. Pero a Polina le preocupa que algún día lo recluten en el Ejército. “Las leyes no se respetan, todo puede cambiar de un día para otro”, afirmó.