El ministro de Economía y Máximo Kirchner mantienen su sociedad política. Una frase grafica el corrimiento hacia el centro. Los gestos de ambos para mantener el mutuo respaldo.
La frase de Máximo Kirchner se oyó calcada de una de su madre, la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner: “Mientras ella se junta con (Carlos) Melconian para ver cómo desanudar la economía bimonetaria, la oposición se junta para ver quién mata al primer peronista”, dijo el presidente del PJ bonaerense.
Como jefe del peronismo, no ya de La Cámpora, el diputado nacional viene conversando con intendentes, sindicalistas y dirigentes del partido. Se preservó en Santa Cruz durante el receso de invierno y volvió a caminar el Conurbano tras la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía. Aunque no haya fotos juntos, se mantiene esa sociedad.
El pedido de condena contra Cristina Kirchner obligó a su hijo a recalcular y buscar más apoyos entre la dirigencia. Logró el respaldo casi unánime frente a la causa judicial y aún más tras el vallado de Horacio Rodríguez Larreta al domicilio de la Vicepresidenta. En lo que no coindicen es en si debe o no ser candidata en 2023 pero todos saben que esa disputa quedará para más adelante.
La frase que repitió el hijo y que es original de la madre va a contramano de su histórica endogamia y apunta a mostrar que la Vice trata de construir aún con los que piensan totalmente distinto como el caso del economista jefe del IERAL (Fundación Mediterránea). Ella, con Massa, se corrió hacia el centro obligada por las circunstancias.
Si bien la ‘rosca’ política de Máximo Kirchner es habitual, más frecuente que su presencia pública, sus movimientos de la última semana apuntan a montar una fortaleza alrededor de la titular del Senado que denuncia estar ante un pelotón judicial.
De la estrategia de defensa, y del contexto económico, hablaron Máximo Kirchner y Sergio Massa el viernes pasado en el despacho que ocupó el actual ministro y en el que hoy trabaja su sucesora, Cecilia Moreau. El apoyo del kirchnerismo sigue intacto a pesar del obligado ajuste y ordenamiento fiscal. Sólo en las últimas horas hubo por lo menos tres pruebas de ello.
Kirchner se adelantó a la reunión del Consejo Nacional del PJ y armó un acto y discurso de CFK para el sábado 3 en Merlo con la excusa de convocar al congreso partidario. Más lento, este martes en la sede porteña de la calle Matheu, el justicialismo nacional hizo una puesta en escena con múltiples discursos de apoyos nacionales y de dirigentes de la región y un comunicado de todos los partidos que integran la coalición de gobierno. Un rato antes de esa cumbre que armó el Presidente Alberto Fernández, la Vicepresidenta reunió a diputados y senadores del Frente de Todos.
La tercera pata de la estrategia, la terminó de organizar Máximo Kirchner el lunes por la noche con los intendentes de la Primera Sección Electoral, los que movilizarán para el acto del sábado y que se juntan periódicamente para analizar el curso de la economía y el clima electoral.
La comida fue en Moreno, con Mariel Fernández como anfitriona. Fue la única mujer en una reunión con una quincena de intendentes de aquel cordón electoral. Ella, que integra el grupo de los nuevos y reporta al Movimiento Evita, quedó en lugar central en la foto de familia con Máximo Kirchner y Mario Ishii, el veterano de José C. Paz que oficia de jefe de la sección.
La cena y charla de los bonaerenses, en la noche el lunes, duró más de tres horas, según cuentan. Conversaron, como debía ser, del acto pensado para copar la escena 48 horas antes de que se retomen las audiencias de la causa Vialidad con los alegatos de las defensas. Ishii, que habla en forma reservada con los Kirchner y que tuvo una charla telefónica de 30 minutos con la Vicepresidenta después de haber desayunado con el Presidente Alberto Fernández, repitió que hay que “darle tiempo a Sergio” en referencia a Massa de quien se define como amigo.
Los ministros presentes, intendentes -interinos o en uso de licencia- y el diputado Kirchner coincidieron con el paceño. El viernes 26 en Avellaneda había quedado sobrevolando una duda. O dos. ¿Apoya Máximo Kirchner a Sergio Massa? ¿Hasta cuándo acompañará el kirchnerismo los recortes en el Estado Nacional.
Prueba del paciente clima que reina a la espera del “orden fiscal” que busca Massa fue la lista de presencias. Estuvieron, además de los nombrados, los ministros Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta. Los intendentes representan todo el mapa partidario: La Cámpora, Movimiento Evita, PJ histórico e incluso el Frente Renovador.
Tal como se ve en la foto ‘de familia’ estuvieron Federico Achaval (Pilar); Damián Selci (Hurlingham); Juani Ustarroz (Mercedes); Facundo Diz (Navarro); Mauro García (General Rodríguez); Santiago Maggioti (Secretario de Habitat); Fernando Moreira (San Martín); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Gustavo Menéndez (de licencia en Merlo) y Javier Osuna de Las Heras e integrante de la mesa chica de Massa.
Si esa muestra de unidad no alcanzaba, Andrés ‘El Cuervo’ Larroque explicitó el respaldo al tigrense en una entrevista radial. A diferencia de las duras críticas que le propinó a Martín Guzmán, esta vez respondió con ironía: “Ahora tenemos ministro de Economía”.
“Hemos perdido mucho tiempo”, recordó Larroque que también definió como “muy complicada y muy compleja” la situación. Responsabilizó a Guzmán por la crisis “financiera” pero señaló que tanto Massa como CFK habían pedido en un acto en el Estado Único de La Plata que “cuatro vivos no se queden con las ganancias de la recuperación económica”.
Su frase fue respaldada con más gestos mutuos. Massa compartió el anuncio de la suba de asignaciones familiares (una demanda K) con la titular de Anses, Fernanda Raverta, de La Cámpora; el intendente en uso de licencia Ariel Sujarchuk que ahora es secretario de Economía del Conocimiento y también cercano a Máximo Kirchner. El acto tuvo lugar en una empresa metalúrgica y acompañó el secretario general de la UOM, Abel Furlán.
Que el anuncio del aumento de las asignaciones familiares para los trabajadores formales se haya hecho junto con Furlán es otra señal de cómo se tejen los acuerdos políticos. El jefe sindical el viernes compartió acto con el diputado Kirchner y dijo no sólo que “Cristina es nuestra esperanza” sino que también recordó que todavía hay “objetivos inconclusos”.
“No hemos venido a representar trabajadores pobres”, advirtió el sindicalista aquel día pero hoy volverá a abrazarse con el ministro Massa en un el acto con anuncios para la industria automotriz en la planta de Toyota, en Zárate. También se sumó Ricardo Pignanelli de la poderosa SMATA.
Por Analía Argento