Chubut Para Todos

Juliana Awada: “No creo que sea necesario meterme de una forma política para ayudarlo a Mauricio”

La flamante primera dama habló luego de la asunción, su futuro rol. Y defendió el baile de Macri en el balcón de la Casa Rosada.

—¿Cómo se le explica a una nena de 4 años que su papá es el hombre más importante del país?
—Hablamos con ella cuando hace preguntas, pero no tuvimos una charla formal sobre la presidencia. Nosotros respetamos sus tiempos y lo que ella puede entender de todo esto porque queremos que siga viviendo su infancia lo más normalmente posible.

—¿Y cómo lo está tomando?
—Antonia es una chiquita muy despierta y comparte mucho tiempo con nosotros. Como todos los chicos, va viviendo el día a día y su realidad desde la mirada de sus 4 años.

—¿Y vos cómo viviste el comienzo de esta etapa?
—Fue muy emocionante. En todos los lugares por donde fuimos transitando era conmovedor ver cómo la gente había salido a la calle para vivir todos juntos ese día tan especial. Fue un día de celebración para todos. Por eso Mauricio en cada lugar donde pasamos quiso parar y saludar, recibimos con mucho afecto las demostraciones de cariño y de apoyo de la gente.

—¿Es cierto que el miércoles 9 por la noche se habían ido a acostar y tuvieron que levantarse pasadas las 12 por la gente que se estaba afuera del edificio?
—Sí, nos fuimos a dormir temprano porque sabíamos que el 10 iba a ser un día largo.Pero nos dimos cuenta de que la gente se había acercado hasta nuestra casa y estaba ahí en vigilia. A las 12 empezaron a cantar el himno argentino, por eso nos pusimos algo de ropa para poder salir al balcón y estar con la gente en ese momento tan especial.

—Luego del tedeum del viernes, Macri siguió con la agenda prevista de reunirse con ex candidatos y gobernadores. ¿Vos qué hiciste?
—Volví a estar un rato con mis hijas y aproveché para ir con ellas a conocer la Quinta de Olivos.

—¿Cuándo se mudan a la quinta presidencial ? ¿Vas a hacer algún cambio en la decoración?
—Recién hoy (por ayer) fui a conocerla; vamos a ponerle un poco de calor de hogar,nuestra impronta familiar, y armarle un cuarto a Antonia, porque en la quinta nunca vivió una chiquita de su edad. Ahí nos mudaremos.

—Se sabe que sos muy apegada a Pomi Awada, tu madre. ¿Qué dice ella ahora y cómo toma esto de tener de yerno a un presidente?
—Mamá está muy orgullosa de Mauricio, pero más que por su yerno, creo que está contenta como ciudadana.

—Dijiste que no tenés por el momento intención de llevar adelante un rol político. Ahora que Macri es presidente, ¿se te cruza por la cabeza?
—No creo que sea necesario meterme de una forma política para ayudar. Desde mi lugar voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para cumplir con el rol de primera dama, con mi estilo y mi impronta personal, sin perder mi esencia, pero colaborando en todo lo que pueda y estando al servicio de todos los que lo necesiten.

—En este año electoral tuvieron cierto protagonismo las posibles futuras damas. A Karina Rabolini la conocés desde hace varios años. ¿Te llamó para felicitarte? ¿Pudiste hablar con ella?
—No, no hablé todavía, pero cuando Mauricio se reunió con Daniel (Scioli) tuve ocasión de saludarlo y fue un encuentro muy cordial.

—Siendo empresaria de la moda y tu familia es dueña de varias marcas de ropa, se habla mucho de los looks que usarás. ¿Vas a elegir alguno en especial?
—En todos estos años de estar en la industria de la moda vi cómo los argentinos fuimos creciendo en creatividad e innovación. Hay miles de diseñadores jóvenes y talentosos. Me gustaría poder vestirme con muchos de ellos, sobre todo en viajes oficiales, para mostrarle al mundo toda la capacidad que tenemos los argentinos.

—¿Algo para decir del Presidente bailando Gilda en el balcón de la Rosada?
—Era un día de mucha pero mucha alegría, la gente en la Plaza cantaba y era casi imposible contenerlo. Pero me parece bien; después de todo, el baile es una forma de celebración, así que lo tomé con humor.—Pareció que en un momento te incomodaste y le dijiste que parara. ¿Fue así?
—Yo nunca le diría que haga algo distinto a lo que le surja, así como él también me aconseja a mí que sea yo misma y que no cambie.1