Chubut Para Todos

Jey Mammón: “No creo que la política esté farandulizada”

El actor y humorista rechaza la propuesta de un vagón de subte exclusivo para el genero femenino, así como todo lo que segregue o segmente. “¿Y después que sigue? ¿Un vagón para hombres gay?”, dice con ironía. Asegura que le duele la exclusión social y que se vulneren los derechos de los grupos minoritarios.

Después de varios llamados, mensajes de whatsapp, y un surtido varieté de emoticones, 3Días logró que Jey Mammón encontrara un hueco entre la radio, su nuevo programa de televisión y sus infaltables reuniones con amigos para hablar de algunos temas de coyuntura. Su verdadero nombre es Juan Martín Rago pero su estampa es ‘Jey’. Músico, actor, comediante desopilante y desprejuiciado, conduce Jey Jey Jey, de lunes a viernes de 17 a 20 hs en la FM 89.9 Radio con Vos, y protagoniza la nueva versión de La peluquería de Don Mateo, formato televisivo creado por Gerardo Sofovich, que debutó hace dos semanas en la pantalla de Telefé. “Estoy feliz, este proyecto es una bisagra para mí y nos divertimos como locos”, sentencia el creador de Estelita, el personaje desfachatado que entrevistó a un sinfín de famosos sin filtro, entre ellos al recordado Sofovich.

¿Cómo conociste a Gerardo Sofovich?
– Yo hacía radio por Internet, quizá me escuchaban cinco personas, pero un día lo llamé a Gerardo de madrugada como el personaje de Estelita y me dijo: “Venite mañana a mi oficina”. Y así fue. Años después le hice una nota buenísima, le dije que se merecía un homenaje en serio y retrucó: “¿Un homenaje en serio? Seguro cuando me muera”. Efectivamente cuando murió, su hijo Gustavo le quiso hacer un homenaje y me convocó para protagonizar “El champagne las pone mimosas”, en el teatro Premier.

¿Qué diría Sofovich de esta nueva versión de ‘La Peluquería’?
– Estaría orgulloso y le divertiría muchísimo. Cambió el humor, si bien creo que Gerardo no hubiese hecho el programa exactamente igual y me hubiese pegado un par de gritos.

¿Cuáles son tus costumbres argentinas?
– Tomar un cafecito a la mañana con edulcorante, sin tostadas ni galletitas. Es triste, pero es costumbre. Encender el televisior como compañía, aunque no escuche si están dando noticias o me están vendiendo una pasta de dientes.

¿Qué opinás de la farandulización de la política?
– Hace tiempo que escucho ese concepto o afirmación, pero no creo que la política esté farandulizada.

¿Qué temas sociales te angustian?
– No me gusta la exclusión social, ni que se segregue al hablar de ‘el colectivo gay’o ‘la colectividad judía’. Me indigna que se vulneren estas cosas. Hace poco hice una nota en mi programa de radio sobre el autismo y me duele mucho cuando escucho que los familiares cuentan que las obras sociales no se hacen cargo de cosas sumamente necesarias. Eso me parte al medio.

¿Qué opinás de la polémica que generó la iniciativa de la legisladora Graciela Ocaña sobre los vagones exclusivos para mujeres en los subtes?
– ¿Vagones para mujeres? No, no estoy de acuerdo porque dividen a la sociedad. Sé que se implementó en otros países del mundo y me gustaría escuchar a sus referentes para saber cuáles fueron los resultados. También me gustaría oir a Graciela Ocaña con más detenimiento para entender sus razones. No me gustan los vagones “exclusivos” para nada. Lo que separe o segregue no está bien. ¿Y después qué sigue? ¿Un vagón de hombres gay?

¿Cuál es tu reflexión sobre la violencia de género?
– Respeto y venero muchísimo a la mujer. Pero vivimos en una sociedad machista, con mujeres que también lo son y, por eso, hay que trabajar muchísimo el tema. En cuanto a #NiUnaMenos, va de lo más chiquito a lo más grande y lamentablemente el final del cuento es el femicidio. Hay cosas que se gestan en la niñez, decretamos que el varón juegue con muñequitos de varón y la nena juegue a cocinar con la mamá. Desde la niñez planteamos el concepto de hombre y mujer en la sociedad, entonces destruímos desde el inicio.

Bajaste veinte kilos. ¿Sufriste bullying alguna vez?
– Sí, dejé el cigarrillo y automáticamente subí mucho de peso, pero ahora me siento muy bien así. Quizás sufrí bullying de chico en la escuela, pero en baja escala y hasta ese momento no se llamaba así. Hoy al menos tiene un nombre y eso hace que, por suerte, se hable más del tema. Es una problemática que existe no sólo en el ámbito escolar.Tenemos un mundo adulto que no les muestra a los chicos un mundo posible donde prime el diálogo, la paz, la armonía, el respeto por el otro. El bullying no es más ni menos que el resultado de todo eso.

¿Qué te genera la imagen del Papa Francisco?
– Creo que es el mejor Papa que la Iglesia puede tener, pero yo no pertenezco a la Iglesia y mucho de su discurso no comulga conmigo y viceversa. Hay gente que está esperando que el Papa Francisco diga: “Aguanten los gays”, y hay gente que cree escuchar que dijo eso. No, no lo dijo, y no lo va a decir. Lo de tomarse el subte me parece que es una postal, pero sí refleja un poco su manera austera y su cosa en el llano.

Por Alejandro Canosa

1