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El drama de una modelo de Yemen: está detenida hace 3 meses y será sometida a una prueba de virginidad

Intisar al Hammadi, de 20 años, habría sido forzada a confesar que cometió los delitos de consumo de drogas y prostitución.

Una joven modelo de Yemen que lleva tres meses secuestrada, acusada de consumo de drogas y prostitución, será sometida a una prueba de virginidad. La fiscalía, por su parte, impidió que el abogado de la mujer acceda a su expediente a pesar de las reiteradas solicitudes.

Se trata de Intisar al Hammadi, de 20 años, que apareció regularmente en fotografías en internet sin velo, en donde “desafía las estrictas normas sociales yemeníes”. Ella no solo fue detenida por rebeldes hutíes, quienes controlan gran parte del país, sino también “forzada a confesar varios delitos, incluidos el de posesión de drogas y el de prostitución”, según denunció Amnistía Internacional.

La joven expresó tanto al fiscal como a su abogado que la obligaron a firmar una declaración escrita previamente, con su huella dactilar mientras tenía tapados los ojos, la cual sería su “confesión” admitiendo estar involucrada en delitos relacionados con las drogas. (Foto: Instagram/entsar.70)

“Las autoridades de facto de los huzíes de Yemen deben detener de inmediato todos los planes para someter a Intisar al-Hammadi a pruebas de virginidad forzadas. Las autoridades la están castigando por desafiar las normas sociales de la sociedad profundamente patriarcal de Yemen, que afianzan la discriminación contra las mujeres“, dijo Lynn Maalouf, directora adjunta para Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional.

La joven Intisar al-Hammadi fue arrestada después de que las fuerzas de seguridad detuvieran el automóvil en el que viajaba en un puesto de control en Chamlan, Saná. Las oficiales alegan que encontraron cannabis en posesión de uno de los pasajeros.

Luego de ese hecho, fue trasladada a la comisaría de Chamlan y finalmente llevada a la Dirección de Investigación Criminal en la gobernación de Saná, donde estuvo detenida durante 10 días. Durante ese tiempo, no tuvo comunicación y fue sometida a repetidos interrogatorios en donde debía tener los ojos vendados.

Ella expresó, tanto al fiscal como a su abogado, que la obligaron a firmar una declaración escrita previamente, con su huella dactilar mientras tenía tapados los ojos, la cual sería su “confesión” admitiendo estar involucrada en delitos relacionados con las drogas.

Según comentó su abogado, durante la detención de la joven las fuerzas de seguridad la despertaron en medio de la noche y la llevaron a varias casas, preguntándole si solía trabajar allí como prostituta.