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El cerebro del 11-S, Jalid Sheij Mohammed, llega a un acuerdo con Estados Unidos, según el Pentágono

Tras aceptar declararse culpable de conspiración, Khalid Sheikh Mohammed, uno de los principales responsables de los atentados terroristas del 11-S, y otras dos personas evitarán la pena de muerte tras años de detención en Guantánamo y el rechazo de las familias de los fallecidos en los atentados.

Los fiscales estadounidenses han llegado a un acuerdo con el cerebro del 11-S, Jalid Sheij Mohammed, según ha informado este miércoles el Pentágono, que supuestamente implica una declaración de culpabilidad a cambio de evitar un juicio con pena de muerte.

Los acuerdos con Mohammed y otros dos acusados acercan la resolución de sus largos casos. Estos han estado empantanados en maniobras previas al juicio durante años mientras los acusados permanecían retenidos en la base militar de Guantánamo, en Cuba.

Un comunicado del Pentágono indicó que por el momento no se harían públicos los detalles del acuerdo, pero el New York Times informó de que Mohammed, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi habían acordado declararse culpables de conspiración a cambio de una cadena perpetua en lugar de un juicio en el que se les podría imponer la pena de muerte.

Tal propuesta fue detallada por los fiscales en una carta el año pasado, pero dividió a las familias de las casi 3.000 personas muertas en los atentados del 11 de septiembre de 2001, ya que algunos siguen buscando que los acusados se enfrenten a la pena máxima.

Gran parte de las disputas legales en torno a los casos de estos hombres se han centrado en si podían ser juzgados con imparcialidad tras haber sido sometidos a tortura metódica a manos de la CIA en los años posteriores al 11-S, una cuestión espinosa que los acuerdos de culpabilidad ayudan a evitar.

Mohammed era considerado uno de los lugartenientes más inteligentes y de mayor confianza de Osama bin Laden, jefe de Al Qaeda, antes de su captura en marzo de 2003 en Pakistán. Después pasó tres años en prisiones secretas de la CIA antes de llegar a Guantánamo en 2006.

Este ingeniero de formación -que ha afirmado haber ideado los atentados del 11-S “de la A a la Z”- participó en una serie de grandes complots contra Estados Unidos, país en el que había cursado estudios universitarios.

Además de planear la operación para derribar las Torres Gemelas, Mohammed afirma haber decapitado personalmente al periodista estadounidense Daniel Pearl en 2002 con su “bendita mano derecha”, y haber colaborado en el atentado contra el World Trade Center de 1993, en el que murieron seis personas.

Prisión de la “guerra contra el terror”

Bin Attash, saudí de origen yemení, supuestamente entrenó a dos de los secuestradores que perpetraron los atentados del 11 de septiembre, y sus interrogadores estadounidenses también dijeron que confesó haber comprado los explosivos y reclutado a miembros del equipo que mató a 17 marineros en un ataque contra el USS Cole.

Se refugió en el vecino Pakistán tras la invasión estadounidense de Afganistán en 2001 y fue capturado allí en 2003, tras lo cual fue recluido en una red de prisiones secretas de la CIA.

Hawsawi es sospechoso de gestionar la financiación de los atentados del 11 de septiembre. Detenido en Pakistán el 1 de marzo de 2003, también estuvo recluido en cárceles secretas antes de ser trasladado a Guantánamo en 2006.

Estados Unidos utilizó Guantánamo, una base naval aislada, para recluir a los militantes capturados durante la “guerra contra el terror” que siguió a los atentados del 11 de septiembre, en un intento de impedir que los acusados reclamaran los derechos que les otorga la legislación estadounidense.

El centro albergó a 800 presos en su momento álgido, pero desde entonces han sido repatriados lentamente a otros países. El presidente Joe Biden se comprometió antes de su elección a intentar cerrar Guantánamo, pero sigue abierto.

En otro caso relacionado con el 11-S, el Departamento de Justicia denegó la petición de Zacarias Moussaoui, el llamado “vigésimo secuestrador”, de cumplir el resto de su cadena perpetua en Francia.

En una carta manuscrita a la juez de distrito Leonie Brinkema, obtenida por el sitio web Legal Insurrection, Moussaoui —la única persona condenada en Estados Unidos en relación con los atentados del 11 de septiembre— expresó su temor a ser ejecutado si Donald Trump recupera la presidencia en noviembre.

Una portavoz del Departamento de Justicia dijo que el departamento no discute las solicitudes de transferencia de prisioneros, pero señaló que Moussaoui está “cumpliendo una cadena perpetua tras ser condenado por delitos de terrorismo”.

“El Departamento de Justicia planea hacer cumplir esta cadena perpetua bajo custodia estadounidense”, añadió la portavoz.

Por France24