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Capitanich teme plan macrista para dejar al PJ sin senador por Buenos Aires en 2017

Capitanich dice que hay dos peronismos, el neoliberal y el populista. “Hay que crear la internacional justicialista”, dijo. Teme plan macrista para dejar a buenos aires sin senador peronista en 2017. Para esa elección cree que Scioli es el mejor candidato. Duda de que cristina esté pensando en jugar el año que viene. El peronismo avanza en lista única con Gioja conducción. Habrá mesa de gobernadores+Scioli+Coqui+Espinosa. Por Ignacio Zuleta para zuletasintecho.com

Le pregunté a Jorge Capitanich qué piensa del llamado del PJ a la normalización y disparó – como socio del silencio que es de este proceso – con un diagnóstico crudo: “Acá hay dos peronismos – me dijo anoche, antes de participar de una peña política en Resistencia -. “Uno es el peronismo de derecha, ligado al neoliberalismo, al conservadorismo, que representan Urtubey, Bossio, De la Sota, Massa, Verna y otros. Ese peronismo es hoy funcional al macrismo Y está el otro peronismo de izquierda, nacional y popular que creo es el peronismo auténtico. “.

¿Cómo se zanja esa diferencia sin una división del partido?, le pregunté. “Tiene que haber internas”. ¿Se va a presentar a esa pelea? “No lo tengo decidido, pero hay que ir el miércoles 3 a Matheu. Antes que nada, hay que decir que esa convocatoria es legal, no como dice Duhalde, que sostiene todos los congresales son truchos. Y hay que convocar a internas”.

Según el intendente de Resistencia, un acuerdo en torno a José Luis Gioja como nuevo conductor del PJ que dibuja en estas horas la liga de gobernadores, significa buscar a una figura que está en el medio de esos dos peronismos que describió, pero que el partido tiene que dar un debate interno sobre su futuro. Si eso no ocurre, cree, “va a terminar dominando el sector quiere pactar con el macrismo, y con el macrismo no hay que pactar, hay que negociar”.

Para Capitanich el partido tiene que reforzar su perfil “populista”. “Hay que crear una Internacional Justicialista”, exclamó; cuando le pregunté qué era eso, respondió: “Lo que estoy diciendo, una Internacional con los partidos de los países que se identifican con la línea nacional y popular. Eso es claro para el peronismo que ha estado en la Internacional Liberal, en la Internacional Demócrata Cristiana y tiene que ir a una Internacional propia”.

Eduardo Fellner estuvo fugaz ayer en Buenos Aires, adonde llegó ya casi sin partido en su provincia – se lo sopló el massista vicegobernador Carlos Haquim – para sentarse junto a los otros jefes de partidos en la mesa reformista de Rogelio Frigerio. Ese paso por la casa de Gobierno (que nunca creyó que volvería a visitar tan pronto) no fue lo más importante que hizo. Junto al apoderado Jorge Landau, también presente en esa cita en el ministerio del Interior, formalizaron la citación a los consejeros del PJ nacional para que el próximo miércoles 3 de febrero estén en la sede de la calle Matheu 130 para sesionar con brevísimo orden del día: 1) citar a un Congreso del partido el 19 de febrero; 2) que se Congreso convoque a elecciones de autoridades para el 17 de abril.

Para esa elección hay semipleno acuerdo entre los caciques del partido – once gobernadores que estuvieron en San Juan el sábado y dos más enviaron emisarios y los jefes de distritos gobernadores por el no peronismo – para que a esa formalidad se resuelva con la presentación de una lista única encabezada por Gioja, acompañado por una mesa integrada por los gobernadores del partido y algunos jefes partidarios con estrellato nacional, como Daniel Scioli, Capitanich y el ex intendente de La Matanza Florencio Espinosa. Ninguno de estos tres estuvo en San Juan, pero esa reunión la auspició el ex gobernador de Buenos Aires, que a la misma hora sostenía a través de Espinosa otra reunión de intendentes que también juran hoy sciolismo.

Capitanich, en cambio, no fue invitado a la cumbre de San Juan, no sólo porque no es más gobernador, sino porque el conjunto de los jefes del PJ lo ven actuando cerca de Cristina de Kirchner para mantener vigente el cristinismo en la cúpula partidaria.

Ese acuerdo se hace en un traga sapos que intenta postergar un cisma que hoy parece inevitable en el peronismo a través de 1) elegir a un jefe de consenso – y la figura de Gioja es lo más parecido a un componedor en la foresta peronista – 2) que no aparezca como candidato expectable a grandes cargos en 2017 y 2019 -. Gioja viene de asumir la banca después de una interminable gobernación en su provincia -; 3) que no haya confrontación en las urnas entre peronistas después de haber logrado cierta unidad para enfrentar las medidas del gobierno Macri hacia las provincias; y 4) que un nuevo presidente del consejo Nacional tampoco se invista de jefe de la oposición al gobierno de Mauricio Macri, cuyo formato no acuerdan los mandatarios si debe ser de confrontación abierta o de negociación posibilista.

El traga sapos es porque si el cronograma no se cumple, sobrevuela el drone de la intervención judicial al PJ, cuyos papeles están impugnados ya en una causa que inició antes de las PASO del año pasado Eduardo Duhalde y que sin mover mucho la ligustrina llegó ya con salud a la cámara Nacional Electoral. El peronismo ya vivió bajo la era Kirchner, con el llorado “pelado” Ramón Ruiz una intervención similar que clausuró la vida partidaria y ofrendó al PJ a los pies de Olivos. Hoy una intervención judicial obraría los mismos efectos, porque no hay juez que tome una medida así sin consultar los deseos de la casa de Gobierno, con la diferencia que allí no está Kirchner sino Macri.

Esa amenaza explica que el miércoles Capitanich haya comprometido su asistencia a Matheu y que, del otro lado, los armadores de la reunión se hayan convencido de que no hay que dejarlo al “Coqui” chaqueño fuera de la conducción del partido. Tampoco el chaqueño es el más preocupado por una intervención. Si la hay, ha dicho a los suyos, la vamos a enfrentar y al final nos vamos a encontrar todos juntos.

Capitanich fatigó en las últimas horas los teléfonos y conversó sobre ese congreso con Scioli y Espinosa, de quienes lo distancia no sólo los proyectos personales sino las diferencias sobre el método de construcción.

Cree que Scioli tiene que concentrarse en su candidatura a senador nacional por el PJ el año que viene. Eso es lo que tiene que cuidar antes que nada como el mejor postulante que va a poder ofrecer el peronismo en ese turno. Cree que el PJ de Buenos Aires tiene que darse una estrategia de confrontación con el macrismo para polarizar y evitar que el oficialismo promueva una elección de tercio, tercio y tercio que puede desplazar al PJ de la grilla. Capitanich teme que Sergio Massa haga una lista como senador en alianza con Cambiemos, y que por otro lado promueva las candidaturas de Elisa Carrió o Gabriela Michetti como segunda ventanilla. Si eso ocurre puede ocurrir que el oficialismo gane los senadores por la minoría y la mayoría. “Sería un escándalo – me dice Capitanich – que el peronismo se quede sin senador nacional por Buenos Aires”. Scioli no comparte ese escenario a futuro y trabaja para una candidatura que cree es ganadora para su partido.

La picardía de Massa de pegarse a Cambiemos en una lista bifronte ya tiene un antecedente: en las elecciones de 2001 la lista Horacio Liendo senador, Daniel Scioli diputado fue fruto de una alianza entre el cavallismo que gobernaba con Fernando de la Rúa y el PJ porteño que había intervenido la mendocina Ana Mosso. (Ni se lo cuenten a Massa; no den ideas…)

Para esa elección Capitanich dice que en distritos como Capital Federal en donde domina el macrismo y el peronismo clásico no levanta, deberían buscar a un hombre de la sociedad, un artista. “¿Por qué no Pablo Echarri”, dice en la charla de anoche?

Inevitable preguntarle a Capitanich, a quien sus conmilitones identifican con el cristinismo residual, que cree que va a hacer Cristina de Kirchner en las elecciones del año que viene. Dice no saber ni haberle escuchado nada. “Si me lo preguntan hoy, no la veo en esa”, responde trasmitiendo sus dudas.