Chubut Para Todos

Bobby Flores: “Hay que dejar de ver al otro como a un enemigo”

El nuevo director de FM Nacional Rock se lamenta por los enfrentamientos exacerbados que hoy dividen a los argentinos y nos “impiden ser felices”. Rescata que en el gobierno de Cambiemos haya “gente honesta que trabaja pensando en el bien común” y afirma que su prioridad debe ser “sanear y poner en orden” el país. Por Jésica Mateu

El musicalizador e histórico referente del rock, Bobby Flores, está en una etapa en la que cosecha lo sembrado durante 40 años de trabajo. Desde la flamante dirección artística de FM Nacional Rock, reflexiona sobre la actualidad del país una entrevista con 3Días, en la que señala que “si bien los argentinos siempre nos caracterizamos por las dicotomías (peronistas y radicales; oligarcas y populares; cabecitas y porteños), ahora se han convertido en una estrategia, no sé bien si de campaña o de qué”.

Un tanto frustrado, agrega que no entiende bien “esa actitud de dividir el país: los que están de un lado y del otro. Eso me complica porque siempre tendí a trascenderlo”, se sincera. Y lamenta tener “amigos que han dejado de serlo. ¡Es una locura literalmente! Me parece que tenemos una exacerbación que no es saludable. Ahora el otro es el otro en serio. Y creo que eso es lo que nos impide ser felices; porque vivimos en un país maravilloso que está fuera de toda zona de conflicto: no tenemos terremotos devastadores, tenemos riqueza propia, y siempre nos caracterizamos por recibir -y estaba bien visto- extranjeros”, enumera.

¿Sentís que con tanta división se pierden las discusiones de fondo?
– Claro. Esa es la enfermedad. Si digo: “che, que linda que está esta plaza”, y vos me decís, “sí pero este gobierno de la ciudad de mierda…” Es agotador. No estoy hablando del Gobierno; estoy hablando de esta plaza.

¿Qué te pareció la marcha que se realizó la semana pasada promovida por el sindicalismo?
– Tenemos un país con sindicatos muy poderosos. He trabajado en Colombia, Chile y Estados Unidos y en todos lados los sindicatos están y se respetan. Si hacés un show en Nueva York, por ejemplo, tenés que hacer el aporte a los sindicatos involucrados y listo. Pero no te levantan la ceja y ven si te aprietan. Acá hay como una actitud de “ahora van a ver…” Pará: sentémonos, pongamos todo sobre la mesa, decime tus requerimientos y vamos cambiando cartas. Pienso que éste es un país en el que todo adquiere una intensidad… Todo es “uh…”

¿Cómo ves la gestión de Macri hasta ahora?
– Sé que en este gobierno hay bastante gente honesta que trabaja pensando en el bien común; y sé también que en este país – y no lo digo por los últimos 12 sino por los últimos 50 años- nos han mentido mucho. Veo que Macri está en una situación compleja. Estos aumentos y esta pérdida de trabajo que han habido tienen que ver con algo ficticio que se estaba viviendo. Conozco músicos que putean porque no les pagaron los últimos dos shows del año pasado. Es porque están revisando bien las cuentas. ¡Cobraste durante ocho años más del doble de lo que se suele pagar por cada show! Es fácil despotricar y ponerse en ese papel si hacés una mirada chiquita. Crezcamos.

¿Cuáles deberían ser las prioridades del gobierno?
– Sanear, poner en orden, acomodar. Eso es doloroso a veces, pero el dolor va a pasar. Va incluso más allá de un gobierno: si estoy con una deuda, arreglemos un plan de pago; si vos estabas truchando, no lo hagas más. Sobre todo hay que sanear la cabeza: dejar de ver al otro como a un enemigo. Si una empresa que vos o cualquiera puede pilotear con 90 personas, la recibís con 700, no va a funcionar nunca. En algún momento todo este reacomodamiento iba a pasar. Sea que le tocara gobernar a Macri, a Scioli o a Stolbizer.

¿Qué opinión tenés del revuelo que se armó con los cambios de programación y trabajadores de Radio Nacional?
– Estoy en la radio hace 40 años. Cuando un tipo se ponía al frente y no quería renovarte el contrato, no te lo renovaba; y si sí quería, te auguraban cuatro años de éxito. Yo tengo gente que está de la gestión anterior y también nueva. Pero no es por la militancia sino que es una decisión artística. No estoy haciendo favores. Si sos bueno, vas a trabajar, más allá de ideologías. Antes era un medio de comunicación con una actitud más bien paternal. Y la cosa es más simple: es radio. Hay quienes se creen que son buenísimos porque les va bien dos años o porque salieron en el programa que se repitió en todos lados. Los buenos no piensan eso.

¿Qué sensaciones tenés con los avances de causas como la de lavado de dinero de Lázaro Báez y su vinculación con Néstor y Cristina Kirchner?
– Hay cosas que no puedo creer. El nivel de obscenidad y de desprecio absoluto por el que está al lado es increíble. Desde el que esconde plata en una bóveda hasta el que mete pastillas en una fiesta y no le importa nada… Hablemos dentro de un año, cuando pueda procesar todo lo que me están informando. Espero que se sepa todo y vayan presos quienes correspondan.

¿Te hace ruido que ante un llamado de la Justicia la gente haya ido a apoyar a la expresidenta durante su discurso?
– Cualquiera junta mucha gente en la plaza. Desde un músico hasta un general borracho han llenado el lugar de gente, jolgorio y banderitas argentinas. Después el tiempo te muestra que no daba y muchos niegan haber estado o haber ver visto eso. Es como con el rating: ¿Hacés un programa que lo ven seis millones de personas? Hay 40 millones que no te ven y de esos, 10 millones te detestan. Fijate los muchachos que te mostraban como grandes empresarios y hoy están presos. No es tan importante la noticia sino la historia.