En el último capítulo, Verónica Rosenthal, la periodista encarnada por Eva de Dominici, llega hasta las últimas consecuencias con su investigación.
En el final de La fragilidad de los cuerpos la lucha de Verónica (Eva de Dominici) da frutos, pero a un costo muy alto: Lucío (Germán Palacios) es asesinado, tras salvarles la vida a dos chicos que jugaban el macabro juego de aguantar la mayor cantidad de tiempo en las vías del tren y hace que la periodista termina desgarrada por su muerte.
Verónica, ayudada por Federico (Juan Gil Navarro), consigue negociar con Dios, el jefe mayor detrás de la banda que organiza el juego clandestino, y logra publicar su investigación, logrando que ese juego se termine, haciendo caer a varios responsables en la cárcel y dejando a fuera a otros. El precio de llegar a una verdad que no será justa con todos sus responsables.