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Angelici: “La Bombonera no se toca; lo que proponemos es un estadio adicional y que el socio defina”

El actual presidente de Boca va por la reelección; asegura que no hay chances reales de ampliar la cancha, que habrá un plebiscito para resolver si hay o no una obra nueva y destaca la buena salud económica del club de la Ribera

– ¿Qué propone desde su agrupación para aumentar la capacidad de espectadores en la Bombonera?

“Cuando se construyó la Bombonera, en la Argentina había 12 millones de habitantes, y ahora hay 40 millones. Somos la mitad más uno, y hay hinchas que no pueden ir a la cancha. La Bombonera es única y se va a quedar como está. Tenemos proyectos de empresas que la quieren techar para realizar diversos eventos musicales y deportivos. Nosotros proponemos hacer un estadio adicional para 80.000 espectadores, bien moderno y lo más parecido a La Bombonera, pero corrigiendo los déficit que tiene. Por ejemplo: hoy cuesta muchísimo mantener el campo de juego, porque las napas del río están muy cerca y entonces está siempre húmedo y no tiene la circulación de aire suficiente. La idea es demoler la Casa Amarilla y la Bombonerita y construir ahí y en las dos manzanas que están detrás. Tenemos propuestas de naming (empresas que le ponen su nombre al estadio) porque Boca es la marca número uno de la Argentina. Igual, es un tema muy sensible y haremos un plebiscito para que el socio defina qué hacer al respecto.”

– En caso de que gane las elecciones, ¿quién será el próximo DT y los primeros refuerzos de Boca?

El actual presidente de Boca dejó en claro en varias oportunidades que si logra la reelección, Rodolfo Arruabarrena seguirá siendo el entrenador del equipo. Por su parte, el Vasco ya confirmó que si este domingo cambia la cúpula directiva, él dará un paso al costado.

Con respecto a las incorporaciones, si sigue la actual dirigencia está casi confirmado que Daniel Osvaldo regresará al club de la Ribera. Además, ya comenzaron las negociaciones para prolongar el vínculo de Daniel “Cata” Díaz y se habla de “dos refuerzos de jerarquía” para ir en busca de la séptima Copa Libertadores. Uno de ellos sería el exdelantero de Estudiantes de La Plata, Guido Carrillo. También quiere repatriar a Juan Insaurralde.

– ¿Cuál será su política en Inferiores?

“La prioridad es terminar el centro de entrenamiento para que tenga mayor comodidad y sumar la construcción de once canchas para todas las divisionales. Nos vamos a sentar a hablar con Jorge “Coqui” Raffo para ver qué proyectos tiene, pero estamos conformes con el trabajo realizado hasta ahora. Hicimos un convenio con Barcelona porque era la institución que tenía La Candela en ese momento. Lo hicimos y elegimos 30 jugadores a nuestra voluntad. Pero nunca dije que quería que Boca jugara como Barcelona.”

– ¿Qué propuestas tiene para generar más recursos para el club?

“Los resultados indican que duplicamos el patrimonio neto del club en menos de cuatro años. Cuadruplicamos los ingresos comerciales y a la vez reducimos el déficit operativo que había en el club. Hoy Boca tiene superávit todos los meses. Cerramos un balance con más de 101 millones de pesos y no tenemos deudas ni derechos televisivos adelantados. El plan es continuar por este camino. A veces se dicen cosas sin pensar. Nosotros hicimos más de 80 mil adherentes y los vamos incorporando a activos a medida que se dan de baja algunos socios. Ellos están contentos con esta política y a nosotros nos da ingresos extraordinarios (unos 100 millones de pesos por año) para poder formar estos planteles con jugadores de la talla de Tevez y Osvaldo. Si no, sería imposible.”

– ¿Cómo trabajará para erradicar a los barras?

“A nosotros no nos tembló el pulso para poner el derecho de admisión. Pero hace falta el apoyo del Estado y, cuando digo el Estado me refiero a todo: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ningún presidente de un club va a erradicar o a sacar a los barras del club él solo. Conozco a la mayoría de los presidentes y ninguno quiere a los barras en su club. Hace más de cincuenta años que están. Son barras que nosotros tenemos en el club por tres horas cada quince días. Después nadie averigua qué hacen los demás días de la semana, a qué se dedican. Pero si averiguamos, encontramos muchos en sindicatos, muchos en el Estado. En Argentina nadie se decidió a erradicarlos en serio.”