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Una mujer fue hallada asesinada en su cama y sospechan de su entorno

El cuerpo de Graciela Beatriz Viana, de 37 años, fue encontrado por su hermano. En la propiedad faltaba parte de un equipo de música y el celular de la víctima

Este último martes por la tarde, Graciela Beatriz Viana, de 37 años, tenía que ir a llevar a su sobrina a la escuela. Pero no apareció. Preocupado, su hermano fue a buscarla a su casa de Lanús. La encontró muerta. Cuando el SAME llegó, los médicos notaron que la mujer estaba acostada, vestida y tapada, con marcas en el cuello. Así, contactaron a la Policía Bonaerense.

Los efectivos que arribaron a la propiedad, preservaron la escena a la espera de los peritos de la Policía Científica. Cuando la examinaron, los forenses advirtieron que el cuerpo de Graciela tenía una puñalada en el pecho y signos de ahorcamiento.

Hay dos o tres sospechosos, son personas cercanas a ella”, reveló José Luis Ojeda, el hermano de la víctima, en diálogo con este medio. “Hubo una discusión”, deslizó sin dar a conocer las identidades de los sospechosos para preservar la investigación. En tanto, los investigadores buscan pistas en la vivienda y en cámaras de seguridad.

Graciela Viana, la víctima del homicidioGraciela Viana, la víctima del homicidio

“Hablé con ella el día anterior, cerca de las 21:50, habíamos quedado que iba a buscar a mi sobrina a mi casa para llevarla al colegio. Ella me ayudaba cuando yo no podía por el trabajo”, detalló. “El martes, mi nena me llama y me dice que no iba a ir porque lloviznaba, pero que la vaya a buscar a las 13 para ir a un taller. Le escribí a mi hermana, pero no le llegó el mensaje: quedó un solo tilde. La llamé y me mandaba al contestador. Pensé que se había quedado sin batería o dormida. Ella vivía sola y mi otra hermana tampoco sabía nada de ella”, relató.

“Llevé a mi hija al taller, después fui a una casa de repuestos que está cerca de la casa de Graciela. Como no sabía nada de ella, aproveché y pasé. Llegué cerca de las 14.30. Llamo desde el portón, que estaba abierto, y no sale nadie. Veo que la puerta estaba arrimada y que salía la cortina. Entro y, desde la puerta, llamo fuerte porque el televisor estaba prendido a todo volumen”, siguió.

“No quería molestar por si estaba con alguien, por eso me fui acercando despacio a la pieza, siempre llamando. La luz de la tele iluminaba el cuarto. La veo a ella acostada en la cama. “Despertate, que son las dos de la tarde”, le dije. Ella estaba en posición fetal, hacia la pared. Estaba tapada hasta el cuello. Adentro mío yo sabía que algo pasaba. Sentía una energía rara. También sentía un fuerte olor a cerveza”, reveló.

La cuadra donde ocurrió el crimenLa cuadra donde ocurrió el crimen

Así, el hermano encendió la luz. La frazada no se movía. Su hermana no respiraba. Había espuma en su boca, con la piel visiblemente pálida. El estado de la escena sorprendió a José por su prolijidad. No había una gota de sangreen el piso ni en la pared. Las medias estaban impecables y las ojotas al lado de la cama, como si se hubiera acostado a dormir. Nada estaba revuelto.

“No merecía que la mataran así”, reflexiona José

Los investigadores de la Sub DDI de Lanús de la Policía Bonaerense, en tanto, secuestraron dos micro CD extraíbles, un celular marca con pantalla rota apagado, una colilla de cigarrillo, un cuchillo de mango de madera y hoja metal, un blíster de medicamento y la ropa de la víctima: una campera camuflada de color roja y negra, una campera color gris – la cual se encontraba cortada – y una calza.

En el caso interviene la UFI N°6 de Avellaneda.

Por Cecilia Di Lodovico-Infobae