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Una beba murió por la picadura de un alacrán en Formosa

El hecho ocurrió en el barrio Colonia Paso Báez de la capital provincial. Cuáles son las recomendaciones para evitar el contacto con estos arácnidos

Una beba de un año y ocho meses murió en Formosa luego de ser picada por un alacrán. El hecho sucedió pasadas las tres de la mañana del viernes en una vivienda del barrio Colonia Paso Báez, de la localidad de Laguna Naineck.

Ante la urgencia, la trasladaron a un centro de salud local, pero al no poder asistirla allí decidieron llevarla hasta Laguna Blanca, donde el médico de guardia la examinó y le brindó los primeros auxilios correspondientes. Luego la derivaron al Hospital de La Madre y el Niño, ubicado en la ciudad de Formosa y a través de una ambulancia del Sistema Integrado Provincial de Emergencias y Catástrofes (Sipec), pero perdió la vida en pleno traslado y debido a la gravedad de su cuadro.

Actualmente el caso es investigado por el Ministerio de Salud provincial, que lleva a cabo un sumario administrativo para determinan las responsabilidades de los profesionales en dichos procedimientos.

Un caso similar ocurrió a comienzos de este mes cuando un niño de 7 años fue picado por un alacrán en SumampaSantiago del Estero. El menor de edad vivía en el departamento Quebrachos y había sido trasladado de urgencia al hospital Eva Perón, en la capital provincial; pero debieron derivarlo a un centro de mayor complejidad en la capital, como consecuencia de la gravedad de las secuelas. Lamentablemente falleció en la Unidad de Terapia Intensiva del Centro Provincial de Salud Infantil (Cepsi).

Síntomas, cuidados y recomendaciones

“Las picaduras de escorpiones (alacranes) son eventos potencialmente graves y letales, pero prevenibles y tratables. Ocasionan intoxicaciones repentinas, que constituyen una emergencia médica, pero para la que afortunadamente existen un antídoto efectivo”, destaca la Sociedad Argentina de Pediatría en su página Web oficial.

Respecto a los síntomas, estos se presentan usualmente como dolor constante, pero también puede producir hinchazón, sensación de calambre y piel de gallina. A su vez pueden aparecer palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, respiración agitada, aumento o disminución de la frecuencia cardíaca, excitación o depresión de la consciencia. En los casos más graves pueden presentarse arritmias, convulsiones, baja inmediata de la presión arterial, insuficiencia cardíaca y edema de pulmón.

Entre las medidas preventivas para disminuir las posibilidades de entrar en contacto con un escorpión, el organismo recomienda no caminar descalzos, ni siquiera sobre alfombras; mantener las camas separadas de la pared; sacudir la ropa y los zapatos antes de vestirse, y la ropa de cama antes de acostarse; mantener limpio y ordenado el interior del hogar; si hay una superficie amplia alrededor de la casa o campamento, mantenerla libre malezas.

Además se recomienda cubrir con tela metálica todos los resumideros de agua, en especial los de baños y cocinas; no meter la mano en huecos, grietas, cajones y lugares oscuros, ya que son sus lugares preferidos; revocar paredes, tapar grietas en pisos, paredes y techos, como también revisar los ángulos de las paredes, puertas y ventanas; no acumular leña, ladrillos o escombros; y mantener el hogar sin cucarachas, ya que son su alimento predilecto.

En caso de confirmarse la picadura de un alacrán o escorpión se debe concurrir inmediatamente al hospital más cercano o a una guardia médica y sin esperar la aparición de algún síntoma. En lo posible, se recomienda llevar el animal para su correcta identificación, sólo en caso de que esta acción no genere ninguna demora en la consulta.

“En nuestro país, se encuentra con suficiente producción de antiveneno para las picaduras de escorpiones, con una adecuada distribución en todas las provincias como para abastecer a los establecimientos que asisten a las víctimas de esta situación”, señalan desde la Sociedad Argentina de Pediatría.

Por Alejandro Caminos-Infobae