Chubut Para Todos

Un nuevo curso se inicia, un año de transición educativa

Realmente alguna vez nos detenemos a pensar ¿Para qué nos educamos? ¿La educación es una necesidad social? ¿Nos educamos para el pleno desarrollo de nuestra potencialidad individual y que la misma esté al servicio de la sociedad en la que vivimos?

La interacción humana en es irremplazable en la escuela, los docentes educamos a personas reales no a robot. La educación y la gestión de esta no es una pócima de anestesia, la escuela está ahí es real. Ya estamos de vuelta, subidos de nuevo en esa rueda de jaula de hámster que es la rutina diaria y ¡que rutina mis amigos.!

La vuelta a clases empezó o son inminente en este año de transición educativa; lo que si es cierto es que empezamos un nuevo curso entre alternancia de tiempos de presencialidad con pase sanitario en algunas provincias, barbijos si o no. 

El aula es mucho más que un lugar de trabajo esto es certero, pero hoy es incertidumbre. Las autoridades no están ayudando mucho, marchas, contramarchas. Quiero volver a la tiza porque la educación es un derecho y este debe ser presencial ahora… ¿El Estado argentino invirtió en educación?   tengo la sensación de que el coronavirus nos robó los cursos pasado, todos los docentes estuvimos presente, las clases no se suspendieron, pero la Pandemia nos robó “el aula”. Tuve un alumno que la primera vez que se comunicó conmigo durante la cuarentena fue a mediados de noviembre del 2020, ansío la vuelta porque no comenzar en marzo supone no conocer a nuestros alumnos. La virtualidad se ha incorporado a la educación ya de manera permanente no aleatoria, pero para eso también debe la educación ser un bien público, una política pública no un gasto, es algo que no podemos desconocer.

¿Tendremos una educación en suspenso este año? ¿A qué se llama educación de transición y cuál es el programa de esta? La respuesta es NO. En medio de estos devaneos de gestión educativa, no se puede volver a las aulas sin tomar especiales recaudos también en lo pedagógico, con un plan. La Pandemia demostró que los docentes  somos un actor imprescindible, no solo en el proceso sino en la motivación de nuestros alumnos pero la educación es una construcción colectiva de toda la sociedad.

En la Pandemia se borraron las divisiones entre las casas y las escuelas, hubo clases a distancia sin distancia. Cada hogar se transformó en una institución educativa.

El oficio de enseñar es de 24 horas. Los docentes tenemos por delante la difícil tarea de formar a las futuras generaciones incluido nuestros futuros dirigentes, hasta el presidente que nos gobierne, pero este año sumamos un nuevo desafío, ejercer la docencia a distancia, sin distancia en forma bi-modal, sin el contacto físico, con la convivencia cotidiana programada en forma de rompecabezas que nos agobia ya de verlo. Muchas ves las familias y los docentes estábamos solos, desbordados; estábamos solos.

El ser humano organiza toda su vida en torno a una serie de costumbres que repite continuamente construyendo su estilo de vida. Entre estas costumbres se encuentra la hora a la que nos despertamos, los horarios de comidas, prácticas laborales y los deberes que eso es el inicio del ejercicio de las responsabilidades, derecho de estudiar, deber de seguir aprendiendo.

Lo mejor para retomar los estudios estos días es hacerlo con responsabilidad y compromiso. Estas simples rutinas son la clave para poder empezar el nuevo período con energías renovadas.

Los padres son el espejo en el que los hijos se miran por lo que la actitud que demuestren ante la vuelta a la rutina será vital para el estado de ánimo de nuestros hijos. Tenemos que dejar que nuestros hijos se involucren en los preparativos de la vuelta al colegio, de esta realidad.

Identificar metas a conquistar y planear para lograrlas puede motivar a los niños en su regreso a clases. Comunicarse, establecer pautas y especialmente organizar actividades extracurriculares en las pasadas vacaciones que refuercen la disciplina podrán hacer que el regreso a clases de nuestros hijos sea no solo provechoso, sino divertido. Cuesta lo sé, pero…pero podemos intentarlo. Nuestros estudiantes atravesaron y atraviesan un proceso de conmoción social sus horarios alterados, sus formas de relacionarse.

Los discursos políticos hacen hincapié en la educación como palanca de cambio y de superación social, pero en Argentina seguiremos remendando el aprendizaje. A toda la comunidad educativa, buen año y que la fuerza nos acompañe. 

Daniela Leiva Seisdedos, Profesora de Historia