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Un explosivo testimonio puede dejar a Donald Trump más complicado por el ataque al Congreso de Estados Unidos

Cassidy Hutchinson, de 25 años y que trabajó en el gobierno del expresidente, testificó ante el comité que el líder republicano quiso sumarse a sus simpatizantes cuando marcharon al Capitolio. Mirá el video.

El explosivo testimonio que brindó una exfuncionaria de la Casa Blanca al comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 dejó más complicado al expresidente Donald Trump, quien se enfrenta a la posibilidad de ser imputado por su involucramiento en los incidentes, a los que Joe Biden consideró el peor ataque a la democracia norteamericana desde la Guerra Civil.

Cassidy Hutchinson, de 25 años y que trabajó para el último jefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, testificó ante el comité que el exmandatario republicano quiso ir al Congreso cuando sus simpatizantes marcharon al Capitolio luego de un acto de campaña frente a la Casa Blanca, pero señaló que el Servicio Secreto se lo impidió. Hutchinson dijo además que Trump sabía que algunos de los manifestantes estaban armados, pero desestimó esa advertencia porque, según indicó en el testimonio, el expresidente señaló: “No me van a herir a mí”.

“Soy el maldito presidente, llévenme al Capitolio”, dijo Trump a sus agentes del Servicio Secreto a cargo de su seguridad el 6 de enero de 2021, según el recuento que ofreció Hutchinson a partir del relato de un testigo.

El Servicio Secreto puso a todos sus agentes a disposición del Comité del 6 de Enero para que testifique y corroboren o testifiquen el testimonio que brindó Hutchinson, el más explosivo y el que más comprometió a Trump de todos los que se han escuchado hasta ahora en las audiencias del Congreso, que han sido comparadas con las audiencias del caso Watergate en los años 70. Expertos legales, incluido William Barr, quien fue Fiscal General durante la presidencia de Trump y testificó ante el comité que no hubo evidencias de fraude masivo en la elección presidencial de 2020, tal como Trump sigue sosteniendo al día de hoy, dijo que la audiencia aportó más información comprometedora al Departamento de Justicia, que debe decidir si imputa o no al exmandatario.

Entre los delitos que expertos legales han discutido en las últimas semanas si pueden llegar a caer sobre las espaldas de Trump aparece la obstrucción con la labor del Congreso, por haber alentado a la muchedumbre a marchar al Capitolio cuando los legisladores se aprestaban a certificar el resultado de la elección, o el de incitación a la violencia, o incluso uno mucho más grave, el de conspiración sediciosa. Después de más de casi un año y medio de investigación, el Departamento de Justicia ya presentó cargos contra casi 900 personas por el ataque al Congreso. Más de 300 personas ya cerraron acuerdos con los fiscales y aceptaron declararse culpables de un delito vinculado a la insurrección.

Hutchinson dijo además que el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, también le habría expresado a Trump sus inquietudes legales de que el presidente marchara hacia el Capitolio junto a sus partidarios. “Seremos acusados de todos los delitos imaginables si hacemos eso”, recordó Hutchison que advirtió Cipollone.

Acceso privilegiado

Hutchinson, quien trabajaba en el Ala Oeste de la Casa Blanca y contaba con un acceso privilegiado a Trump y al funcionamiento interno de su gobierno, testificó en la sexta audiencia de junio del comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto trumpista al Capitolio con miras a impedir la certificación de la victoria electoral de Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

Trump cargó contra Hutchinson en su red social, Truth Social, al afirmar en un hilo de posteos que era “una falsa total” y una “buchona” y que estaba molesta porque no le permitió viajar con él a Florida cuando dejó el poder.

Hutchinson se graduó en 2019, cuando Trump ya estaba en la Casa Blanca, y comenzó a trabajar en Washington como pasante en el Congreso para el senador de Texas, Ted Cruz, y también para el congresista Steve Scalise, uno de los republicanos de mayor rango en la Cámara de Representantes. Luego se sumó a la Casa Blanca en la Oficina de Asuntos Legislativos, donde comenzó a tratar a Meadows, quien luego la incorporó a su equipo cuando se sumó a la administración trumpista.

Por Rafael Mathus Ruiz – LN