Los iraníes comenzaron a votar el viernes, 5 de julio, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para sustituir al difunto presidente Ebrahim Raisi, fallecido en mayo en un accidente de helicóptero. El candidato reformista Masoud Pezeshkian, un cirujano cardíaco, de 69 años, se enfrenta al ultraconservador Saeed Jalili, antiguo negociador nuclear, tras una primera vuelta empañada por una participación récord.
Las urnas se abrieron el viernes para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Irán, dijo el Ministerio del Interior, en las que se enfrentan el candidato reformista Masoud Pezeshkian contra el ultraconservador Saeed Jalili en la carrera para suceder a Ebrahim Raisi, quien murió en un accidente de helicóptero en mayo.
El líder supremo de la república islámica, el ayatolá Alí Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, depositó su voto cuando se abrieron las urnas a las 08.00 horas (04.30 GMT), según mostró la televisión estatal.
Irán elige presidente entre el reformista Masoud Pezeshkian y el ultraconservador Saeed Jalili
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, según la televisión estatal, declaró:
Comenzamos la segunda vuelta de las XIV elecciones presidenciales para elegir al futuro presidente entre los dos candidatos en 58.638 colegios electorales del país y en todos los colegios del extranjero
La votación se produce en un contexto de crecientes tensiones regionales por la guerra de Gaza, la disputa de Irán con Occidente sobre su programa nuclear y el descontento popular por la situación de la economía del país, golpeada por las sanciones.
El acercamiento de Irán a Occidente puede cambiar radicalmente dependiendo del candidato que salga elegido.
En la primera vuelta de la semana pasada, Pezeshkian, que era el único reformista autorizado a presentarse, obtuvo el mayor número de papeletas, alrededor del 42 por ciento, mientras que el ex negociador nuclear Jalili quedó en segundo lugar con el 39 por ciento, según cifras de la autoridad electoral iraní.
Sólo el 40% de los 61 millones de votantes iraníes con derecho a voto acudieron a las urnas, la participación más baja en unas elecciones presidenciales desde la Revolución Islámica de 1979.
El miércoles, Jamenei pidió, a través de un video en la televisión estatal, una mayor participación en la segunda vuelta:
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales es muy importante
Escasa participación
Dijo que la participación “no fue la esperada” en la primera vuelta, pero que no era un acto “contra el sistema”.
En la votación de la semana pasada, el presidente conservador del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, quedó en tercer lugar con el 13,8 por ciento, mientras que el clérigo Mostafa Pourmohammadi obtuvo menos del uno por ciento.
Las elecciones presidenciales de Irán estaban previstas inicialmente para 2025, pero se adelantaron por la muerte del presidente ultraconservador Raisi en un accidente de helicóptero en mayo.
Los candidatos rivales en la segunda vuelta han celebrado dos debates en los que han hablado de los problemas económicos de Irán, las relaciones internacionales, la baja participación electoral y las restricciones de Internet.
Pezeshkian es un cardiocirujano de 69 años que representa a la ciudad noroccidental de Tabriz en el Parlamento desde 2008.
Se ha ganado el apoyo de la principal coalición reformista de Irán, con los ex presidentes reformistas Mohammad Jatami y Hassan Rouhani declarando su respaldo a su candidatura.
¿A qué se atribuye el descontento social en Irán reflejado en la baja participación electoral?
Jalili, de 58 años, reunió a una importante base de partidarios de la línea dura y recibió el apoyo de Ghalibaf y otros dos candidatos ultraconservadores que abandonaron la carrera antes de la primera vuelta.
En un debate reciente, los rivales expresaron su consternación por la participación en la primera vuelta.
El martes, Pezeshkian dijo que la gente estaba “harta de sus condiciones de vida… e insatisfecha con la gestión de los asuntos por parte del gobierno”.
La mejor opción
Ali, un estudiante universitario de 24 años que pidió que sólo se utilizara su nombre de pila, dijo que la mejor opción es Pezeshkian, de quien cree que trabajaría para “abrir el país al resto del mundo”.
Pezeshkian ha pedido “relaciones constructivas” con Washington y los países europeos para “sacar a Irán de su aislamiento”.
Jalili, conocido por su postura intransigente contra Occidente, ha insistido en que Teherán no necesita el acuerdo nuclear de 2015 con Estados Unidos y otras potencias mundiales para progresar.
El acuerdo -que según Jalili violaba todas las “líneas rojas” de Irán al permitir inspecciones de las instalaciones nucleares- había impuesto restricciones a la actividad nuclear iraní a cambio de un alivio de las sanciones.
El acuerdo pende de un hilo desde 2018, cuando Estados Unidos se retiró de él.
En un acto de campaña a última hora del miércoles, Maryam Naroui, de 40 años, dijo que creía que Jalili era “la mejor opción para la seguridad del país”.
Jalili ha ocupado varios altos cargos en la república islámica, incluido en la oficina de Jamenei a principios de la década de 2000.
Actualmente es uno de los representantes de Jamenei en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, la más alta instancia de Irán en materia de seguridad.
Sea cual sea el resultado, el próximo presidente de Irán será el encargado de aplicar la política de Estado trazada por el líder supremo, que ejerce la máxima autoridad en el país.
F24