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Continúa la huelga en las refinerías de Francia

Aunque la primera ministra francesa Elisabeth Borne anunció la requisición del personal de las refinerías, este miércoles 12 de octubre los trabajadores de varias de ellas votaron por seguir con la protesta y las reivindicaciones laborales. Seis de las siete refinerías de combustible están en paro y el abastecimiento de los franceses, por miedo a que se agote el hidrocarburo, empeora la situación.

El Gobierno francés inició el proceso de requisición de los trabajadores de la sucursal de Exxon Mobil, Esso. El requerimiento exige a los empleados que son indispensables para el funcionamiento de la refinería que vuelvan a sus labores. Según funcionarios del Ejecutivo, la acción fue impuesta para garantizar que las estaciones de servicio de todo el país reciban el combustible.

La drástica medida llega tan solo dos días después de que el Gobierno lograra un acuerdo entre dos sindicatos y la dirección de Esso; sin embargo, otros grupos rechazaron el documento y decidieron continuar con el paro. Este miércoles, además, la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) dijo que impugnará ante los tribunales las notificaciones de requisición del Gobierno.

“Seguimos extremadamente atentos. Si la situación se desbloquea por sí sola, obviamente estaríamos completamente satisfechos. Pero si el bloqueo persiste, no descartamos imponer las mismas condiciones (de requisición) con el objetivo de garantizar una liberación rápida de los suministros de combustible y un regreso a la normalidad”, dijo Olivier Véran, portavoz del Gobierno francés.

Con la escasez de combustible debido al paro del funcionamiento de las estaciones de servicio, miles de franceses han entrado en pánico y han empezado a abastecerse mucho más de lo necesario. El Gobierno pidió detener las compras de combustible innecesarias y empezó a trabajar en un tope de suministro por persona.

“Sabemos que el impacto de este conflicto social se ha vuelto insoportable para demasiados franceses. A algunos se les impide ir a trabajar, llevar a sus hijos a la escuela, hacer sus compras y, a veces, recibir tratamiento médico. El impacto también puede preocupar a los agricultores, con retrasos en la siembra o la cosecha. Y obviamente no excluimos la posibilidad de que todo esto pueda tener un impacto en el poder adquisitivo de los franceses”, añadió Verán.