En la primera jornada del debate, Carlos Barbato explicó que al asumir el Instituto de Asistencia Social-Lotería del Chubut en diciembre de 2015, reemplazó al ahora imputado Alberto Vargas. Afirmó que encontró el organismo con 42 millones de pesos en pérdidas y cesación de pagos. Además, detectó una importante cantidad de contrataciones directas por fuera de lo que indican las reglamentaciones internas.
En Rawson comenzó ayer el juicio contra el exgerente del Instituto de Asistencia Social (IAS) de Chubut, Alberto Vargas, quien desempeñó ese cargo durante la gestión de Martín Buzzi como gobernador. Este fue denunciado por el actual titular de ese organismo, Carlos Barbato, por el presunto mal manejo de fondos públicos.
El tribunal de enjuiciamiento está integrado por los jueces José García, Ivana González y Mirta Moreno. El fiscal general Osvaldo Heiber está a cargo de la acusación y calificó el delito como “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. En representación de la Fiscalía de Estado en carácter de querellante se encuentra el abogado Martín Castro.
Castro planteó que la calificación legal contra de Vargas es la de “administración infiel contra la administración pública”.
En el comienzo del debate el defensor del imputado, Fabián Gabalachis, puso en duda la calificación escogida por el Ministerio Público Fiscal.
Barbato confirmó ante el tribunal que fue el autor de la denuncia y que dio cuenta del análisis de los expedientes que realizó a poco de reemplazar en la gerencia a Vargas.
El funcionario detalló que a poco de asumir el 15 de diciembre de 2015 recibió un informe del Tribunal de Cuentas de la provincia que indicaba que ese organismo autárquico se encontraba en una profunda crisis económica.
Graficó que tenía 42 millones de pesos en cesación de pagos.
En el mismo informe del Tribunal de Cuentas le llamó la atención la importante cantidad de contrataciones directas por fuera de lo que indican las reglamentaciones internas. “Comencé a revisar expediente por expediente a cada una de esas contrataciones y tal cual era mi obligación realicé la denuncia inmediata ante la Fiscalía de Estado y luego ante la justicia penal”, aseguró el actual gerente del IAS.
EMPRESAS MULTIRUBROS
Al analizar esas contrataciones “me llamó la atención que en general se había contratado a empresas monotributistas que se habían creado muy recientemente. Una de ellas por ejemplo había emitido solo 17 facturas y todas a nombre del instituto. Los nombres que recuerdo eran por ejemplo Hacker, Tomada, Negro el 11 y Ada Deportes”, describió.
También le llamo la atención a Barbato los rubros de los servicios con las que se las había habilitado. “Una misma empresa que ofrecía servicios de catering también vendía sillas de plástico y herramientas. Por ejemplo a la empresa Calypso que siempre vendió alfombras, el instituto le compró trofeos”.
En la parte final de su testimonio recordó: “hacía seis meses que Lotería no le pagaba a nadie porque estaba en cesación de pagos. Sin embargo, estas contrataciones sí se pagaban”.
El juicio seguirá hoy a partir de las 9 con la declaración de testigos del Ministerio Público Fiscal, entre ellos integrantes del Equipo Técnico Multidisciplinario, quienes realizaron aportes técnicos a la investigación.