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Procesaron al argentino que amenazó a la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez

Cuando la Policía llegó a su casa con una orden de allanamiento, el autor de las amenazas dijo: “Mamá, fui yo. Soy un boludo”

El juez federal Ariel Lijo procesó por el delito de amenazas al argentino que en 2020 había amenazado de muerte a través de una red social a la legisladora estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez. El caso comenzó cuando la División de Operaciones Internacionales de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) detectó mensajes amenazantes contra la mujer.

Desde una cuenta de la red social Parler el 11 de diciembre de 2020 postearon lo siguiente: “Voy a matar a Ocasio Cortez con mis propias manos, perra indocumentada”. Desde la misma cuenta @Blazko1946 sumaron otro tipo de advertencias tales como: “Voy a matar a toda la basura liberal que pueda encontrar, no pago mis putos impuestos para llenar los bolsillos de la puta élite”.

Los expertos del FBI se sorprendieron cuando detectaron que las amenazas se habían hecho desde la lejana Argentina. Más precisamente desde un IP pertenecía a la empresa Telecentro y la cuenta desde la que se postearon estaba asociada a un teléfono celular argentino.

Ocasio-Cortez llegó al Congreso en 2019 y a los 29 años se transformó en la mujer más joven en ser electa diputada en los Estados Unidos. Su trampolín hacia Washington había sido en 2018 cuando venció en las primarias del Partido Demócrata en el distrito 14 de Nueva York a un legislador de extensa trayectoria: Joe Crowley. En 2016 apoyó la candidatura presidencial de Bernie Sanders. Lo hizo como integrante del grupo Socialistas Demócratas de Estados Unidos. Nació en el Bronx, en Nueva York, hija de padres latinos, criticó con dureza a Donald Trump mientras el empresario fue presidente de los Estados Unidos. Trump le devolvió gentilezas y atacó a la congresista conocida como AOC (y a otras tres legisladoras demócratas) debido a su condición de hija de inmigrantes. Trump había dicho de AOC: “Veo a una joven mujer desvariando y delirando como una lunática en una esquina” que “no sabe nada”. Aunque poco después dijo que la legisladora además tenía “cierto talento”. También la había comparado por su “potencial” con Eva Perón.

Desde el FBI enviaron el reporte de la situación a Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) que encabeza Horacio Azzolin. Esa fiscalía, que depende de la Procuración General de la Nación, aseguró la evidencia digital para luego realizar una denuncia. La denuncia le tocó a Lijo quien ordenó varias medidas de prueba. Se mandaron oficios a Facebook, Instagram, Google, Parler, WhatsApp y a las compañías telefónicas. En la investigación intervino el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal.

Se determinó que el autor de las amenazas había sido un argentino que por entonces tenía 24 años y que en agosto próximo cumplirá 26. El procesado – al que se identificará como F.S.A.- vive con sus padres y una hermana en una casa de Burzaco, partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. Al momento de los hechos estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad de Lomas de Zamora.

La casa familiar de Burzaco fue allanada por los efectivos de la DUIA. En el momento en que se produjo el allanamiento, la madre de F.S.A se sorprendió por el procedimiento policial. El procesado -según explicaron a Infobae fuentes que participaron del allanamiento- se sinceró por completo ante su madre quien desconocía el motivo de la presencia de los policías en su casa y confesó: “Mamá fui yo, soy un boludo”.

En aquella ocasión F.S.A. había admitido informalmente haber posteado contra Ocasio-Cortez en la red social Parler desde su teléfono celular. La policía se había llevado de la casa ese dispositivo y otras computadoras personales.

Cuando declaró en indagatoria en el juzgado de Lijo, F. S.A. ratificó lo que había dicho de manera espontánea ante los policías. Declaró ante el juez que:“…estaba jugando, probando con la aplicación, publicando mensajes que no representan a la persona quien yo soy y básicamente sin intención de lastimar, perturbar o agraviar a nadie”. También aseguró que borró los mensajes y que jamás volvió a usar Parler.En enero de 2021 seguidores del ex presidente Donald Trump irrumpieron en la sede del Congreso de EE.UU
En enero de 2021 seguidores del ex presidente Donald Trump irrumpieron en la sede del Congreso de EE.UU

La red social Parler, creada en 2018, desde donde se produjo la amenaza del argentino a Ocasio-Cortez, tuvo un enorme crecimiento luego de las elecciones presidenciales de 2020 en las que Joe Biden derrotó a Trump debido al incremento de la discusión política en Estados Unidos. Parler (en francés, significa hablar) se presenta como una plataforma de “libertad de expresión”. En la semana posterior las elecciones presidenciales fue descargada más de dos millones de veces por estadounidenses. En el sitio de la app, los fundadores señalan que se les ocurrió crear Parler porque estaban “agotados de la falta de transparencia en las grandes tecnologías, la supresión ideológica y el abuso de la privacidad”. “Habla con libertad y exprésate abiertamente, sin temor a ser eliminado de las plataformas por tus opiniones. Interactúa con personas reales, no con bots”, proponen.

Esa plataforma fue muy utilizada por trumpistas luego de que Twitter suspendiera la cuenta del ex presidente de los Estados Unidos. Luego de los graves incidentes en el Capitolio de Estados Unidos sucedido en enero de 2021 Apple y Google retiraron la aplicación Parler de sus tiendas porque podía “incitar a la violencia”. Parler estuvo virtualmente “apagada” para volver a funcionar unas semanas después.

En el procesamiento, al que Infobae accedió a través de fuentes judiciales, Lijo se refirió a si lo publicado por el procesado se encontraba amparado o no por el derecho a la libertad de expresión. El juez señaló que: “Las conclusiones alcanzadas a la luz de la doctrina y jurisprudencia nacional e internacional me permiten concluir, frente al interrogante del presente análisis, que las publicaciones de F.S.A no se encuentran dentro de la esfera de protección del derecho a la libertad de expresión y, contrariamente, son del tipo de expresiones prohibidas expresamente por la Convención Americana –entre otros instrumentos internacionales– conocidos como `expresiones de odio´”.

Y agregó: “Esto es así porque el imputado incitó expresamente a la violencia provocando a sus seguidores en la red social a, entre otras cosas, matar a una representante del Congreso de los Estados Unidos, lo que fue reproducido exponencialmente por las características especiales de Internet y de la red social. Si el nombrado hubiera orientado sus manifestaciones a criticar la actuación de Cortez, sin perjuicio de que hubiere utilizado un tono hostil o inclusive agraviante, lo cierto es que ello no hubiera producido éste resultado y sus dichos se hubieran visto resguardados por el manto de protección que brinda el derecho constitucional a la libertad de expresión. De hecho, tales manifestaciones hubieran sido consideradas conducentes al desarrollo democrático del país”.

El juez Lijo procesó sin prisión preventiva por el delito de amenazas, de acuerdo a lo que establece el artículo 149 bis del Código Penal: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas” . A lo establecido por el Código Penal se le sumó lo que prescribe la Ley Antidiscriminatoria (23.592) en su artículo tercero: “Serán reprimidos con prisión de un mes a tres años los que participaren en una organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma. En igual pena incurrirán quienes por cualquier medio alentaren o incitaren a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”.

Lijo le fijó un embargo de 100.000 pesos al hombre que desde Burzaco amenazó a Ocasio-Cortez.

Por Omar Lavieri – Infobae