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¿Por qué se ha desatado una guerra contra el idioma ruso?

El 6 de junio se celebra oficialmente el Día del Idioma Ruso, hablado por más de 110 millones de personas fuera del país y uno de los idiomas oficiales de la ONU. No obstante, hay ciertos países determinados a eliminar el ruso de su territorio, a pesar de las consecuencias que esto puede acarrear.

La mayor parte de los extranjeros que hablan ruso se encuentran en los países de la antigua Unión Soviética. Así, de los más de 260 millones de personas que hablan este idioma, solo 140 millones son ciudadanos rusos.

Un idioma irremplazable

El exdirector del Centro de la Cultura Rusa en la ciudad ucraniana de Lvov, Serguéi Sokúrov, dijo en una entrevista a RT que “la moderna Ucrania se está metiendo en un callejón sin salida al intentar nivelar la importancia del idioma ruso”.

De hecho, el especialista, quien domina ambos idiomas, explicó que el lenguaje ucraniano no permite expresar a fondo los pensamientos, menos aún transmitir conocimientos científicos.

“El ruso siempre fue el idioma de la ciencia y la alta cultura en Ucrania, incluso en las partes occidentales del país”, señaló Sokúrov.

El experto añadió que “la discriminación del ruso está sentenciando a Ucrania a la degradación intelectual”. Al fin y al cabo, incluso el mismo presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha tenido que recurrir en repetidas ocasiones al idioma ruso para expresarse.

En enero de 2016, el mandatario ucraniano no pudo acordarse de la palabra ‘monedero’ durante una rueda de prensa. Otro momento memorable quedó grabado en un vídeo de 2014, en el cual se ve cómo el presidente regaña a un diputado de la Rada Suprema en ruso con un uso excesivo de palabrotas.

¿Por qué lo necesitan los ciudadanos extranjeros?

Rusia es el destino predilecto de los inmigrantes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que buscan mejores ingresos. De hecho, de los 16,4 millones de inmigrantes que llegaron a Rusia en el 2016, el 70% provenía de los países miembros de la CEI.

Su principal objetivo es encontrar un trabajo, para lo cual es necesario hablar el idioma ruso. Según Yulia Sajnó, profesora de ruso y literatura en la capital de Kirguistán, “el idioma ruso es la base de una carrera exitosa y es necesario para la vida en Biskek”.

La docente añadió que uno de sus alumnos llegó a ser presidente de la Federación de Taekwondo del país y admitió que “logró hacer una carrera después de aprender ruso y trasladarse a Rusia”.

Es por ello que expertos en el tema afirman que la presencia del lenguaje de Pushkin y Tolstói en ciertos países se debe a las ventajas que ofrece y a la necesidad de hablarlo, no como resultado de algo impuesto.

¿Cómo el idioma ruso impulsa la economía de otros países?

La inmigración laboral a Rusia tiene ventajas no solo para los mismos trabajadores, sino también para las economías de sus respectivos países.

Lo que ocurre es que dichos inmigrantes suelen enviar la mayor parte de sus ganancias a sus familias y las cifras llegan a ser considerables.

Así, fueron transferidos en 2016 desde Rusia a Uzbekistán 2.700 millones de dólares, a Tayikistán 1.900 millones y 1.700 millones de dólares a Kirguistán. Según el medio Eurazia Expert, entre el 2012 y 2016 los inmigrantes enviaron a este último país el 150% de su PIB anual.

La situación actual del idioma en el extranjero

La política de eliminación del idioma ruso es más bien sutil en algunos países. Un ejemplo de ello es Kirguistán. En una entrevista para Sputnik, el presidente el país, Sooronbay Jeenbekov, señaló que tiene una actitud positiva hacia el idioma ruso y aseguró que se preservaría en el país.

No obstante, durante años, los políticos de ese país se han mostrado entusiasmados con la idea de eliminar el idioma ruso, que tiene estatus oficial en Kirguistán. Por ejemplo, en 2015, el jefe del Comité Nacional para el Idioma Estatal, Egemberdi Ermatov, expresó su determinación por cambiarlo y fomentar su reemplazo por el idioma nacional.

En otros países, los intentos por eliminar el idioma ruso son más radicales. Entre dichos países están Ucrania, Letonia, Lituania, Estonia y Moldavia. Allí, los principales ámbitos donde se lucha contra el uso del lenguaje ruso son en el aparataje gubernamental, la educación y los medios de comunicación.

Esto se hace a pesar del hecho de que para el 30% de los ucranianos y moldavos el ruso sigue siendo su idioma materno y lo mismo sucede para el 25% de los habitantes de Estonia y Letonia.

Por lo cual, estas medidas afectan los intereses de la población de habla rusa. No obstante, el Gobierno de Letonia tomó la decisión de imponer el idioma estatal en las escuelas de las minorías nacionales.

Más aún, se introdujeron cuotas para los canales de televisión de habla ruso. Debido a ello, solo el 10% de las cadenas de televisión puede realizar transmisiones en ruso.

Mientras tanto, inmediatamente después del golpe de Estado en Ucrania fue abolida la ley sobre los idiomas regionales que fue adoptada en el 2012 por la Rada Suprema. De acuerdo con esta ley, los idiomas extranjeros gozaban de un estatus especial en las regiones donde más del 10% de la población lo consideraban su idioma materno.

Desde entonces, fueron prohibidas las transmisiones de televisión en ruso, la distribución de películas y series rusas, así como el uso de redes sociales y navegadores rusos.

De hecho, el idioma ruso no es el único que se ha visto afectado por todas estas acciones. A finales del 2017 se desató un escándalo entre Hungría y Ucrania en torno a la opresión de los derechos de las minorías húngaras de la región en cuanto a su idioma.

La lucha contra el ruso como arma política

La explicación que se da a la población de muchos de estos países tiene unas fuertes connotaciones políticas. Así, las decisiones tomadas por los dirigentes lituanos tienen como pretexto ser una “lucha contra la propaganda rusa”.

“Las élites nacionales de las antiguas repúblicas soviéticas apuestan por la imposición del idioma de la nación titular. (…) vendrán nuevas generaciones que crecerán en un ambiente lleno de odio hacia Rusia”, opinó el doctor ruso en filología, Guennadi Sishkin.

El docente no es el único en considerar la lucha contra el idioma ruso como un arma política. Mars Sariev, experto en ciencias políticas, comentó al medio 24.kg que estas acciones no son más que ‘marketing’ político.

“Creo que es un movimiento político, una situación artificial. Como primer paso se da inicio a una oleada de nacionalismo y luego, cuando la sociedad está exaltada, el presidente da la orden de dejar todo como estaba. No sería la primera vez que hacen algo así. La sociedad queda satisfecha y todos felices”, explicó.

Por las declaraciones hechas por Petró Poroshenko se puede llegar a la misma conclusión. El 31 de mayo del 2018 el presidente de Ucrania anunció su intención de celebrar el idioma ucraniano durante los próximos 10 años.

A pesar de la importancia que tiene el idioma ruso, es uno de los idiomas que más hablantes pierde, afirmó Konstantín Kosachov, exjefe de la Agencia Federal para la CEI, Rossotrudnichestvo. “Despues de que cayera la URSS, el número de personas que hablan ruso disminuyó en 50 millones según las estimaciones optimistas, y 80 millones según las pesimistas”, explicó el exfuncionario.

Fuente: sputniknews