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Pfleger evalúa seguir en el Superior Tribunal de Justicia

Jorge Pfleger, ministro del STJ, puso en duda su jubilación aunque ya tiene la renuncia presentada. 

Esta debería ser su última semana en Rawson antes del retiro difundido públicamente, que se haría efectivo desde abril. Pero es posible que siga un tiempo más en el cargo, al menos hasta que el Poder Ejecutivo logre que se apruebe el pliego de la camarista de Comodoro Rivadavia, Mercedes García Blanco. Es que si esta postulante no pasa el filtro de Legislatura y en simultáneo Pfleger deja una vacante, el Superior quedaría con 4 miembros y un problema que parecía resuelto se potenciará.
Pfleger admitió este dato luego de su discurso en el parlamento provincial. Allí reafirmó su visión acerca del “abismo” que separa a los jueces de los vecinos. “Eso se ve todos los días y lo escribí porque lo pienso así y la prensa refleja esa circunstancia, como también cuando vemos marchas o leemos los grafitis y observamos las declaraciones de otros”.
“Esto hay que asumirlo –pidió Pfleger- no hacerlo sería un acto de displicencia; nos pasan esas cosas, no nos comunicamos bien, tenemos que comunicarnos mejor y asumí eso como defecto”.
Sobre su pedido de que los fallos cuestionados de cada día en Chubut tengan “lógica jurídica”, explicó que “en rigor de verdad no quiero bajar ninguna línea sobre los fallos sino que lo que digo es lo que digo en las sentencias: observo que muchas veces son los dogmas los que se imponen sobre la lógica jurídica, y no hablo de lógica formal sino de lógica jurídica, que tiene una significación muy precisa”.
-¿Es el sentido común que pide el gobernador?
-En realidad el gobernador se hace eco de un sentimiento colectivo y lo que a veces se pone perplejo es el sentimiento colectivo, que no entiende. Entonces o hay que explicarlas mejor o hay que aplicar mejor la ley.
En cuanto a la relación de los jueces con el dinero, Pfleger consideró que “el hombre común espera sobriedad de nosotros. No significa que una persona rica no pueda ocupar el cargo pero cualquier código de ética habla de sobriedad como condición esencial a observar por un juez, que debe ser un hombre sobrio, metódico y modesto, tiene que tener un ámbito de intimidad protegido”.
“No hay lugar para observar qué piensa, cuáles son sus preferencias, si en la intimidad de su casa se comporta de una manera o de otra, pero en la vida pública el juez posee toda una serie de ventajas: inmunidad domiciliara, de arresto, de opinión, intangibilidad salarial e inamovilidad”, recordó. A cambio se le reclama “una vida adecuada a ciertos cánones que nos hagan respetables a los ojos de la sociedad; vivimos en una sociedad que, a pesar de todo el propaganda consumista y tilinguería reinante, sigue reivindicando la modestia y la sobriedad”.
-¿Qué le quedó pendiente?
-Tantas cosas. Los jóvenes de la prensa deben darse cuenta que entré al Poder Judicial cuando ninguno de ustedes llegaba al jardín de infantes o había nacido. Hacer un balance de 40 años de carrera judicial con todos los avatares que tuvo la vida argentina me demandaría una sesión terapéutica de 4 horas o una conferencia de tres horas.
Pfleger subrayó que “mi pertenencia al Poder Judicial es una enorme satisfacción, me comporto y no lo digo con vanidad, lo digo porque lo siento de esa manera, hoy como ministro como me comportaba como auxiliar de séptima hace 40 años”.
“Para  mí la tarea judicial es arremangarse, sentarse en escritorio, estudiar, escribir, decidir, no delegar, procurar enseñar un poco y llevar una vida lo más transparente posible”, concluyó.