También llamada aguacate, el nombre de esta fruta deriva del azteca ahuacatl, que significa testículo, seguramente debido a su forma, y de ahí su fama como afrodisíaco. Con su pulpa sabrosa nos brinda múltiples beneficios.
Desde el punto de vista nutricional la palta es muy interesante no sólo por sus aportes sino también por su composición: a pesar de ser una fruta fresca su principal componente no son los hidratos de carbono, sino las grasas, que constituyen el 23 por ciento de su peso. Y lo más importante: son grasas saludables, monoinsaturadas, como las del aceite de oliva.
Beneficios para la salud:
Ayuda a reducir el colesterol: Las grasas insaturadas de la palta normalizan el colesterol, reduciendo el LDL o “malo” y aumentando el HDL o “bueno”. Por eso se indica su consumo para prevenir la aparición de problemas como la aterosclerosis (falta de flexibilidad de las paredes arteriales) o enfermedades coronarias (angina de pecho o infarto de miocardio).
Aporta nutrientes ideales para los deportistas (sobre todo minerales como potasio y magnesio), así como para quienes tienen un gran desgaste energético (riqueza en lípidos y en carnitina).
Es también amiga de la piel: No solo al consumirla. Con la pulpa se pueden preparar máscaras que ayudan a prevenir arrugas y tratar dermatitis o incluso quemaduras. Es un ingrediente habitual en la cosmética.
Buena para las mujeres embarazadas, o que desean estarlo. La palta puede ser una fuente complementaria de energía y de ácido fólico, una vitamina que contribuye a prevenir nacimientos prematuros, así como defectos en la formación del cerebro y la médula espinal. Además, al contener vitamina A, fortifica los ojos, la piel y los huesos del futuro bebé.