La muerte de una nena de dos años el 21 de abril, oriunda de la comunidad wichi La Medialuna, puso en evidencia la vulnerabilidad a la que están expuestos los niños salteños. El certificado de defunción que se conoció por medios periodísticos locales indica que el diagnóstico del fallecimiento fue “broncoaspiración, gastroenteritis aguda infecciosa, trastorno metabólico, desnutrición”. Es la segunda de la familia, tras la muerte de su hermano Fernando, también por hambre.
“Primero tuvo diarrea y vómitos. La llevaron al hospital y le dieron jarabe. Se puso bien con eso y después tuvo tos y fiebre. Después la mandaron a Orán y allí falleció“, informó su madre, Nancy Choque, a La Gaceta.
“No teníamos ni para darle leche“, reconoció quien cuida a sus siete hijos mientras su esposo, Mauricio Vega, busca leña o caza algún animal para comer.
La familia es de Media Luna, en Embarcación, y su ingreso mensual es de 3 mil pesos por salario universal: “No me alcanza para comprar abrigos ni zapatillas, es solamente para darle de comer a los chicos. Me hace falta azúcar, harina… les doy comida cuando tengo“, agregó Nancy.
