El presidente de la Corte Suprema nacional, Ricardo Lorenzetti, insistió en que es necesaria una “gran transformación del Poder Judicial”, con “más oralidad y más cercanía con las personas que piden justicia”.
El titular del máximo tribunal argentino tomó juramento a los jueces designados para la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza y durante su discurso pidió una reforma “de fondo” del sistema judicial argentino.
“El Poder Judicial tiene que mirarse a sí mismo y proponer grandes reformas estructurales, de fondo; tenemos que cambiar el modo en el cual trabajamos. Más oralidad, más cercanía con las personas que piden justicia, mucha más rapidez en los juicios que llevamos adelante”, enfatizó Lorenzetti.
En ese sentido, el magistrado agregó que los cambios “no los puede hacer solamente el Poder Judicial ni es una cuestión de que se vaya a solucionar si les exigimos a estos nuevos jueces que en lugar de trabajar 6 horas, trabajen 8 o 10, o 12 o 24”. “Es la estructura, es el sistema el que hay que cambiar”, subrayó.
Además, Lorenzetti sostuvo que es un momento “histórico” para “que empecemos a trabajar en una política de Estado en relación al Poder Judicial”. “Esto significa que los jueces y juezas hagan un gran esfuerzo en todo el país para llevar adelante los plazos que tienen, para que lo hagamos rápido”, dijo.
Siguiendo con su postura, el titular del máximo tribunal dijo que los jueces “nunca deben buscar la aprobación de las mayorías”, ya que ellos tienen que “aprobar, juzgar de acuerdo a la Ley, esté quien esté adelante, ricos o pobres”; esa “es la imparcialidad”, y acotó que “eso es lo que se requiere para que los jueces sean respetados”.
“Estamos trabajando cooperativamente con los otros poderes del Estado tanto nacional como provincial”, resaltó. “Hay que trabajar juntos para desbaratar estas grandes redes de distribución en materia de narcotráfico y desbaratar la racionalidad económica de estos grupos”, insistió.