Tras el hundimiento del buque insignia Moskva, Rusia respondió con un ataque a una fábrica de misiles en Kiev y advirtió que “habrá consecuencias impredecibles” si Estados Unidos continúa enviando armas a Ucrania.
El hundimiento del “Mosvká”, el buque insignia de la Flota rusa del mar Negro, supone un duro revés para Rusia, que asegura que su pérdida se debió a un incendio accidental que provocó la detonación de sus municiones. Ucrania y EE.UU. sostienen que fue alcanzado por dos misiles de crucero.
Los misiles que habrían provocado el hundimiento del “Mosvká” supuestamente fueron enviados por Estados Unidos a Ucrania, motivo por el cual el Kremlin advirtió a la Casa Blanca que habrá “consecuencias impredecibles” si continúa con su decisión de enviar armas.
Desde la Casa Blanca calificaron el hundimiento del Mosvka como un “gran golpe” para Rusia, mientras que el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, advirtió sobre un posible ataque nuclear: “Todos debemos estar preparados para la amenaza nuclear de Rusia”.
Ante el hundimiento del Mosvka, Olga Skabeyeva, periodista de la emisora estatal Rossiya, aseguró que el buque de guerra sufrió un“incendio”, pero que “sin dudas podría llamarse la Tercera Guerra Mundial”.
El comentario de la conductora va en línea con informaciones del Kremlin que afirman que las tropas rusas tomaron de prisioneros a personal militar de países de la OTAN.
Precisamente el comentario se lo atribuyen a Andrey Klimov, funcionario de la Cámara Alta de la Duma -el parlamento ruso-, quien se habría referido a un grupo de milicianos polacos que fueron emboscados por tropas rusas en el frente oriental del conflicto.
Por su parte, el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, afirmó este viernes en un mensaje de Telegram que el capitán del Moskva, Anton Kuprin, murió por los ataques al buque.