Chubut Para Todos

La nueva vida de un defensor estrella: lo entrenó Menotti, fue compañero de Gallardo y ahora atiende una ferretería

El exjugador de Rosario Central, River y Lazio arrancó como comerciante tras el retiro y disfruta haber tomado esa decisión. Cómo vive, además, su fanatismo por los autos y las motos.

“Esperá Santiago, me acaba de entrar un cliente”, “Hoy es imposible, tengo que viajar a Rosario a buscar materiales”, “Hacemos la entrevista al mediodía, cuando cierro para venir a comer a casa”. Todas las frases pertenecen a Leonardo Talamonti, el exjugador de Rosario Central, River y la Lazio de Italia, que ahora se dedica de lleno a Ferritodo, la ferretería que hoy es su principal fuente de sustento.

Desde que se retiró del fútbol, casando de sus manejos desprolijos y los manoseos a los futbolistas, Talamonti se dedicó a ser comerciante en su pueblo natal: Álvarez, un lugar de 8000 habitantes, a pocos kilómetros de Rosario. Allí está su vida. Pese a que tuvo la oportunidad de quedarse en Europa, decidió volver al lugar donde están sus raíces y donde es “uno más”.

En la ferretería, el rubro al que se dedicó después de retirarse del fútbol. (Foto Instagram @LeoTalamonti)
En la ferretería, el rubro al que se dedicó después de retirarse del fútbol. (Foto Instagram @LeoTalamonti)

Suena raro que un exfutbolista de su trayectoria no haya seguido vinculado al fútbol. En su carrera tuvo grandes entrenadores como el Flaco Menotti y Daniel Passarella, y compañeros de la talla de Radamel Falcao, Marcelo Gallardo o el portugués Fernando Couto. Sin embargo, el ambiente tóxico de la redonda lo cansó y decidió refugiarse en su pueblo y sus seres queridos.

Leonardo Talamonti defiende una pelota ante Carlos Tevez en un partido entre Boca y Rosario Central. (AP)
Leonardo Talamonti defiende una pelota ante Carlos Tevez en un partido entre Boca y Rosario Central. (AP)

No son muchos los jugadores que se retiran y se ponen detrás de un mostrador…

El tema de la ferretería ya había arrancado mientras jugaba al fútbol. Más allá de lo que pasó con mi carrera yo siempre pensé en volver al al pueblo y sabía que tenía que vivir de algo. El fútbol, últimamente, no me gustaba nada. No me gustaba todo el entorno en el que se manejan las cosas, no solamente el deporte. Por eso siempre pensé que en el momento que dejara de jugar iba a tener que hacer otra cosa.

Te quemó la cabeza el fútbol profesional…

Yo amo el deporte, pero como se está manejando todo, no me gusta, me supera. No me termina de cerrar el tema de los representantes, el tema de las desprolijidades dirigenciales, no me gusta nada. No se puede normalizar que los sueldos de los futbolistas estén atrasados tres meses. La verdad que todo eso no me convence. En cuanto a lo amateur, sigo enamorado del fútbol: acá en el pueblo dirigí a las categorías inferiores del club de mi infancia, pero tuve que dejar por el trabajo en la ferretería. En cuanto a mí, sigo jugando en el Senior de Rosario Central y también en el club de mi pueblo.

Leonardo Talamoni feteja un gol de River. Estuvo allí un año y fue compañero de Marcelo Galllardo y el chileno Salas. (Foto AP)
Leonardo Talamoni feteja un gol de River. Estuvo allí un año y fue compañero de Marcelo Galllardo y el chileno Salas. (Foto AP)

¿Y por qué decidiste tener una ferretería? ¿Fue un negocio o es algo que te gusta?

A mí siempre me gustaron los temas de arreglar. De chiquito aprendí a soldar y siempre me gustó el tema de los tornillos, los fierros, ese tipo de cosas. Pero la ferretería fue un poco más casualidad. La arrancó mi cuñado, después fuimos socios y ahora soy el único dueño. Es un rubro que me gusta mucho, aunque es desgastante por el tema de la atención al público, de manejar listas de precios, etc. Ni hablar que hay muchísima cantidad de artículos y eso lleva su tiempo. Yo tengo cosas de plomería, pinturería, herrajes, bulonería. Es un lugar muy grande y demanda mucha atención y mucho compromiso. También te esclaviza un poco el tema de los horarios comerciales, pero bueno, es lo que elegí.

¿Tuviste que prepararte para atender la ferretería?

Trabajé con gente que sabía de plomería, bulonería y un techista, pero nadie sabía nada de electricidad. Así que hice un curso porque la gente venía a preguntar y no sabíamos qué decirle. El curso duró un año y lo hacía una vez por semana. Yo le tenía terror a la electricidad, ahora le tengo respeto.

Y ahora podés aconsejar a los clientes…

Si, hoy los aconsejo y ellos escuchan. La idea siempre fue incorporar algo de conocimiento para poder asesorar.

Talamonti aún juega en el club de su pueblo, Unión de Álvarez. También lo hace en Rosario Central. (Foto TN / FOto PH Agustodes)
Talamonti aún juega en el club de su pueblo, Unión de Álvarez. También lo hace en Rosario Central. (Foto TN / FOto PH Agustodes)

¿Cómo te sentís con la atención al público?

El día a día es lindo. Me gusta el ida y vuelta con los clientes. Me vienen a preguntar de fútbol, charlamos, soy uno más. Más allá de que haya tenido una carrera como futbolista, acá siempre me mostré como soy.

¿Y cómo llevas ser comerciante en un país como la Argentina?

No es fácil. La que está a cargo de todo eso es mi señora. Valeria se pone en el lomo todo el tema de facturaciones, de actualización de precios, y yo me encargo por ahí de los proveedores, del pedido, pero no es fácil. La gran cantidad de variabilidad de precios es difícil de manejar. El año pasado era peor, ya no daba para más.

Tu carrera te dio la posibilidad de vivir en Europa, pero decidiste volver…

Si yo no hubiera nacido en un pueblo, o en este caso en Álvarez, yo no hubiera vuelto. Si yo hubiera nacido, no sé, en un barrio lindo de Rosario, por ejemplo, hoy no estaría en la Argentina. Seguramente me hubiese quedado a vivir en Bérgamo (Italia). Es mi segunda ciudad en el mundo y me enamoré después de jugar tantos años en Atalanta. El aprecio, el afecto, el cariño de la gente del lugar me hace sentir como en mi casa.

Leonardo Talamonti y Hernán Crespo en un duelo Genoa vs. Atalanta por la Serie A. (Foto AP)
Leonardo Talamonti y Hernán Crespo en un duelo Genoa vs. Atalanta por la Serie A. (Foto AP)
Leonardo Talamonti con la camiseta de la Lazio, el club que le abrió las puertas de Europa. (Foto AP)
Leonardo Talamonti con la camiseta de la Lazio, el club que le abrió las puertas de Europa. (Foto AP)

Jugaste en varios equipos, pero tu gran identificación es con Rosario Central, ¿qué recuerdos tenés del club?

En Rosario Central viví los mejores momentos. Me formó como jugador de fútbol, me dio la posibilidad de tener a los mejores entrenadores y me hizo conocer en Europa. Tengo los mejores recuerdos. Soy socio y sigo yendo a la cancha.

En River, te tocó jugar con algunos monstruos como Gallardo, Falcao, Salas…

Jugar en un equipo como River te permite tener a esos monstruos como compañeros. También tuve de entrenador a Daniel Passarella. Me quedó un recuerdo muy lindo y estoy sumamente agradecido al club. Sin embargo, no mantengo contacto con nadie de ese plantel. No llamo a nadie, soy muy renegado en ese sentido. No me gusta molestar. Tuve un poco de relación con Marcelo (Gallardo) ya que teníamos el mismo representante, pero tampoco hablé más con él. Me puso muy feliz lo que logró como jugador y como DT. Se veía que iba a ser así. Fue el mejor capitán que tuve en mi carrera y esa personalidad la llevo adelante y se vieron los logros.

Leonardo Talamonti jugí en el Atalanta de Italia durante cuatro años. Allí enfrento a Ronaldo, uno de los mejores de la historia. (Foto AP)
Leonardo Talamonti jugí en el Atalanta de Italia durante cuatro años. Allí enfrento a Ronaldo, uno de los mejores de la historia. (Foto AP)

¿Y qué te dejó tu experiencia en Europa?

Llegué muy joven cuando la Lazio me compró el pase. Me hizo madurar de golpe. Salir de mi pueblo y llegar a Roma fue impactante. Me dejó mucho aprendizaje, mucha enseñanza y agradezco cada paso que di en mi carrera. Hoy estamos más cerca de cómo se trabaja y se entrena en Europa. Se copiaron muchas maneras de entrenar. Antes estábamos a años luz y hoy está todo muy parejo.

Además del fútbol sos un fanático de los autos y hasta incluso tenés algunos modelos de colección…

Los fierros me gustan mucho desde que soy joven. Soy hincha de Ford y estaba enamorado del Mustang. Cuando estuve en Italia lo conseguí. Lo mandé a comprar a Estados Unidos y lo traje acá a Argentina. Lo tengo acá en el pueblo. Es un Mustang 68′. También tengo una GTX, una Dodge y una Coupé. También me gustan mucho las motos. Aprovecho y viajo con amigos cuando puedo. Nos vamos a recorrer el país una o dos veces al año. Esa es la libertad que me dio la ferretería. Ya no tengo ese compromiso de estar todos los fines de semana abocado a un equipo, y como tengo mi trabajo, mi negocio, cierro unos días y me voy con mis amigos.

Talamonti es también un fanático de las motos y le encanta recorrer el país junto a sus amigos. (Foto Instagram @LeoTalamonti)
Talamonti es también un fanático de las motos y le encanta recorrer el país junto a sus amigos. (Foto Instagram @LeoTalamonti)
Talamonti es fanático de los autos y tiene un Mustang y una Copué GTX. (Foto TN)
Talamonti es fanático de los autos y tiene un Mustang y una Copué GTX. (Foto TN)

¿Qué es más dificil: el fútbol o la ferretería?

Creo que el fútbol es más difícil que la ferretería. Con un poquito de atención, en la ferretería se aprende. En el fútbol tenés que tener talento y mucha constancia.

Por Santiago Alonso-TN