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La familia del camionero argentino desaparecido en Italia sospecha del jefe y pide investigar una prueba clave

Ezequiel del Río cree que “no es casualidad” que el furgón que manejaba su hermano fuera sin custodia a buscar 500 mil euros en carteras de lujo. Todas las miradas apuntan contra el jefe de la empresa. Se trata de otro argentino que vive en Siena.

“Para mí lo regalaron”, sentenció Ezequiel del Río cuando fue consultado por TN sobre la hipótesis que maneja la familia detrás de la desaparición de su hermano Nicolás. Desde el entorno familiar no ven como una casualidad que el oriundo de Lanús haya ido a buscar 500 mil euros en carteras de lujo sin custodia y acusan al jefe de la empresa, otro argentino, de estar involucrado en el caso.

Nicolás del Río y Sergio De Cicco se conocieron en un supermercado de Siena a las pocas semanas de que el oriundo de Lanús aterrizara junto a su familia. La argentinidad los unió y rápidamente forjaron una amistad que terminó con una oferta laboral. Sergio le propuso a Nicolás trabajar como camionero para la empresa New Futura y él, que estaba sin trabajo, rápidamente dijo que sí.

De Cicco es uno de los personajes clave en el caso: él fue el último que mantuvo una conversación con el argentino de 40 años. Ante la justicia, como ante los medios italianos, declaró que había un segundo hombre en el furgón. Sin embargo, la familia del desaparecido duda de su versión y lo acusa de contradecirse.

“Primero dijo que le propuso acompañarlo en el viaje, pero que mi hermano insistió para ir solo. Después dijo que le pidió que vaya solo. ¿Tanta casualidad hubo que el día que mi hermano supuestamente pidió hacer el viaje solo le pasó esto?”, deslizó Ezequiel del Río.

La sospecha de la familia sobre el jefe de Nicolás también se sostiene en la poca seguridad que tuvo el camión para transportar una carga con semejante valor. “¿Cómo se explica que mandaron a un chofer nuevo con una carga tan valiosa sin GPS ni custodia? Es muy raro”, dijo el hermano de la víctima.

Ezequiel comentó que los propios vecinos de la ciudad italiana no le dieron las mejores referencias sobre el jefe de su hermano: “En el pueblo mucho no lo quieren. Lo ven raro a él y a su familia. Tiene un hijo con arresto domiciliario”.

Nicolás Del Río desapareció el pasado 22 de mayo en la ciudad de Siena, Italia. (Foto: Facebook/Nicolás del Río).

La última llamada que mantuvo Nicolás puede ser la clave para darle un giro al caso. De esa comunicación, sostienen los familiares del desaparecido,podrían salir a la luz datos importantes para la investigación. El jefe del camionero desaparecido aseguró que en ella, un segundo hombre de apodo “Goni” le pedía ayuda para trasladar una mercadería de una empresa que cerró hace un año y medio.

“Esa conversación podría ser la clave de todo. Si la policía puede investigar esa llamada, esta investigación cambia el curso rápidamente. Ahí vamos a saber si coinciden los horarios con los que dijo Sergio. Por ahora estamos basándonos en el relato del que creemos que puede ser un sospechoso”, aseguró Ezequiel.

El mayor de los Del Río reconoció que su hermano “sabía que llevaba carteras caras”, pero aseguró que desde que comenzó a trabajar como camionero nunca abrió una sola caja. “Para mí lo planearon, ellos sabían lo que había ahí adentro”, dijo sobre las autoridades de la fábrica.

Quién era Nicolás del Río, el camionero desaparecido en Italia

Oriundo de Lanús, Nicolás del Río decidió dejar la localidad bonaerense de El Palomar para mudarse a Italia en diciembre del año pasado junto a su actual esposa y a su hijo más pequeño. En Glew quedaron viviendo sus dos hijas más grandes, una de 16 y otra de 20.

“Se fue a Italia porque tenía la posibilidad de que su padre de sangre viviera allá”, contó Ezequiel del Río, quien compartió toda su vida junto a su hermano de la misma madre. Además, reveló que Nicolás lleva el apellido de su papá del corazón y que comenzó a buscar a su padre después de los 15 años.

El hermano menor del desaparecido contó que el objetivo de Nicolás era ayudarlos económicamente desde el viejo continente: “Él se fue con la idea de ayudarnos a todos, no con la idea de salvarse solo. Si él trabajaba mejor allá, quería ayudar a los de acá”

“Mi hermano es una persona laburadora, siempre trataba de estar bien económicamente. Siempre se fijaba en que estuviéramos bien, tratar de tener una vida placentera”, dijo sobre quien trabajaba como colectivero en una de las líneas de la empresa DOTA.

También reveló que durante sus años de colectivero, sufrió algunos hechos de inseguridad: “Le han tirado ladrillos contra los vidrios del colectivo y se le han subido a robarle”, recordó.

Sus dos hijas quedaron en la Argentina y la familia está presente: “Hablamos todos los días con ellas, están destruidas como mi mamá. Las dos están tristes y tienen miedo. La más grande me dijo que ella había hablado con mi hermano y él le había dicho cosas lindas en esa conversación que tuvieron”.

Por Gonzalo Molina Prado-TN