Chubut Para Todos

La Cofradía de Peter Drucker: de tanto jugar con el peronismo lo van a terminar despertando

Juan Domingo Perón decía que “la política no se aprende, la política se comprende, y solamente comprendiéndola es como es posible realizarla racionalmente”, pero es cierto que Marcos Peña y las huestes del PRO no tienen la obligación de conocer al peronismo, pero si pretenden controlarlo u operarlo al menos deberían interiorizarse y conocer su naturaleza.

Las declaraciones de Mauricio Macri en Davos sobre Sergio Massa y su papel en el Partido justicialista no fueron al azar, el que conozca el manejo interno del PRO sabe que salieron de la cabecita de Marcos Peña, que impulsa desde el macrismo algo que ya muchos en la historia política moderna trataron, dominar al peronismo operando su interna y dividiéndolo. Pero en la esencia del peronismo está reorganizarse y unirse, dejando de lado los egos, cuando las circunstancias son desfavorables.

Muchos de los que le aconsejan esa estrategia a Macri de ir por el peronismo, son hijos y nietos de los llamados “gorilas”, los mismos que siempre ejercieron una profesión muy lucrativa para ellos, pero nefasta para el pueblo, la de golpear la puerta de los cuarteles. Hoy probablemente hay un grupo de presión más poderoso y más inteligente que aquella dictadura que perseguía, desaparecía y asesinaba militantes, pero algo no cambió, la esencia del peronismo para enfrentar circunstancias adversas cuando los tiempos políticos y sociales lo requieren.

De ahí que Macri pueda impulsar a Massa y este a De la Sota para el PJ, pero este juego mediático de desgaste y división en búsqueda de la destrucción del peronismo, puede resultar contraproducente, es verdad, como lo dijo el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que el peronismo necesita una reorganización, también es verdad que muchos de los que hoy se refugian en el PJ se reían del peronismo y llegaron a asegurar que el kirchnerismo era una etapa superior. También en cierto que muchos de los que participaron del “contubernio”, como llamó el gobernador de Chubut Mario Das Neves, al encuentro de San Juan, le permitieron a Cristina Kirchner, en nombre del peronismo y el antiperonismo cualquier cosa, como llevar a Amado Boudou de vicepresidente o a Axel Kicillof como ministro de Economía, pero parafraseando a Sergio Massa rumbo a Davos, en el peronismo “los trapitos” también se lavan en casa y lo que no tienen en cuenta los muchachos de La Cofradía de Peter Drucker es que por historia, el peronismo tarde o temprano se va a volver a reorganizar y unir. “Quizás tanta operación e intromisión insolente lo termine despertando antes de tiempo” sabe decir un ex gobernador que formó parte de la historia Renovación Peronista de los años 80.