El actor, famoso activista homosexual, extendió las quejas hacia la Academia sumando la homofobia a la discriminación racial.
“Ningún hombre abiertamente gay ha conseguido ganar nunca un Oscar. Me pregunto si será cuestión de prejuicios o una coincidencia”, dijo entrevistado por el medio The Guardian.
El veterano actor dijo solidarizar con la comunidad afroamericana, quienes a su juicio están “siendo maltratados y subestimados”, pero recalcó que la intolerancia también afecta a la comunidad LGBT.
La estrella de 76 años ha estado nominada dos veces a los Oscar, en 1998 como Mejor Actor por Gods and Monsters y en 2001 como Mejor Actor de Reparto por el personaje de Gandalf en El señor de los anillos: la comunidad del anillo.
“Mi discurso de agradecimiento ha estado en dos chaquetas diferentes… Iba a decir eso de: ‘Me siento orgulloso de ser el primer hombre abiertamente gay que gana un Oscar’. Pero en las dos ocasiones tuve que volver a guardármelo en el bolsillo”, declaró.
Según McKellen, el problema de la Academia es contar con un fallido sistema de selección. “Si estás intentando labrarte una carrera como actor hispano o negro en un estado como el de California, donde la gente blanca es ahora una minoría, y tu trabajo está siendo juzgado por una Academia donde la mayoría de los miembros son blancos y hombres de mediana edad o viejos… entonces, puede que no se esté usando el criterio adecuado”, concluyó.
La polémica partió luego de la publicación de los nominados a los Oscar 2016, donde las más importantes categorías contaban mayormente con candidatos blancos. Los primeros en reabrir las críticas (sostenidas hace años), fueron el cineasta Spike Lee y Jada Pinkett Smith, seguida de su esposo Will Smith y de más celebridades como George Clooney, Lupita Nyong´o y Samuel L. Jackson.