El gobernador de Jujuy retiene su cargo hasta 2023. No obstante, no lograba igualar el 54% con el que en 2015 accedió al Ejecutivo provincial.
En tercer lugar con el 11,6% de los votos quedaba, lejos, el senador nacional de ADN peronista (pero rebelde ante la conducción oficial), Guillermo Snopek (Frente Juntos por Jujuy), cuñado de Morales y enfrentado tras el casamiento del primero con la hoy primera Dama Tulia Snopek.
Poco antes de las 23, esas dos ofertas de raíz peronista, sumadas, empardaban los sufragios de Morales, lo que habla de lo que perdió el justicialismo al no lograr cerrar una fórmula de unidad.
En 2015 Morales se había impuesto con el 58,31% de los votos, contra el 35,79% de Fellner, mientras que Cambiemos había ganado con comodidad en las parlamentarias de 2017.
Morales repitió fórmula con el actual vicegobernador, Carlos Haquim, de extracción peronista, otrora ligado a Sergio Massa y que hoy sintoniza con Roberto Lavagna.
Tras votar, el gobernador había marcado la cancha, con Macri como destinatario. “Yo soy genéticamente frentista, y desde la Convención de Gualeguachú he planteado que tiene que haber un marco mucho más amplio”, dijo, desde un frente que aglutina a 38 partidos, incluídos la UCR, el PRO, GEN, el partido provincial Líder, y sectores del justicialismo -desencantados con el PJ local-, del socialismo y del massismo.
En esa línea, sentenció -en medio del inminente cierre de la presentación de alianzas del miércoles- que a la coalición “le hace falta más peronismo”, con la mira puesta en Alternativa Federal y en Lavagna, de quien fue su candidato a vice en 2007. Además alentó la potencial postulación de una mujer radical para la vicepresidencia. Un mensaje que dará cara a cara a los caciques de Cambiemos nacional, en las próximas horas, en Buenos Aires. En su bunker estuvo la funcionaria Marina Klemensiewcz, en representación del ministro Rogelio Frigerio.
Jujuy representa un exiguo 1,59% del padrón nacional, pero Morales es uno de los integrantes de la Comisión de Acción Política destinada a pilotear las negociaciones con el PRO, de cara a las primarias del 13-A y las generales presidenciales del 27-O.
Ya en 2015 el mandatario había dado muestras de versatilidad, al atar su candidatura -hubo comicios simultáneos- a cuatro boletas presidenciales: las de Macri, Sergio Massa, Adolfo Rodríguez Saá y Margarita Stolbizer.
Con su triunfo, el oficialismo provincial plebiscitó su administración. Un mandato apoyado -aseguran en filas oficiales- en el retorno de la institucionalidad y el orden en las calles con el fin del “gobierno paralelo”y “marcado por los piquetes” de la hoy detenida dirigente kirchnerista Milagro Sala, y en el cambio en la matriz productiva de la provincia, con epicentro en la energía solar y el litio.
En sintonía con la victoria de Morales, el intendente radical Raúl “Chuli” Jorge lograba su reelección en la capital provincial, y convertía a San Salvador de Jujuy en la primera capital que retiene este año la UCR, tras las caídas en Córdoba capital y Santa Rosa y, ayer, Paraná.