Luego de que el Sumo Pontífice recibiera informes de los curas locales quedó muy preocupado por la crisis social en el conurbano bonaerense y llamó a Eduardo Duhalde para pedirle una opinión, por considerarlo el dirigente que mejor conoce esa zona conflictiva del país.
Era enero de 2002, el aún arzobispo porteño aceptaba la invitación del presidente entrante para liderar la mesa de diálogo social, cuya misión era buscar atajos para frenar el crecimiento de la pobreza, en lo que fue el cimiento de la salida de la crisis de esos momentos. Así nació la relación entre el Papa y Eduardo Duhalde.
Con esto y preocupado por lo que los curas y el titular de la pastoral social porteña, Carlos Accaputo, uno de los párrocos más cercanos al jefe de Estado del Vaticano, le cuentan, el Papa decidió hablar con el ex presidente por considerarlo el dirigente que mejor conoce esa zona conflictiva del país.
Desde ambos sectores confirmaron la charla y también coinciden en que el bonaerense no habría sido tan tajante en el diagnóstico, pero el Papa no se quedó tranquilo y volverán a hablar en los próximos días.