Tuvieron sexo durante tres horas. Ella dice que agregaron algo a su bebida, pero no se pudo comprobar. La virginidad y la promesa a su marido.
“Soy la víctima“, intentó defenderse Isabelle Graham, una maestra de francés de 28 años -devota cristiana como se autodefine- que fue fotografiada en la cama de un hotel en la que durmió con un alumno de 17 años la noche de su promoción.
Graham enseña ese idioma en Whitburn Academy de Edinburgo y fue acusada de haber tenido sexo con un alumno identificado como “A” en el juicio que se le lleva adelante. En junio de 2014 fue la velada de que la maestra no recuerda nada después de las 10:30 de la noche, luego de tomar cuatro copas de vino, según leyó su abogado en un escrito que presentó ante la corte.
En su defensa, la rubia docente indicó que sospecha que su bebida fue adulterada y que eso fue lo que la llevó a tener sexo con el adolescente. Incluso, indicó que es una devota cristiana que estaba esperando su noche de bodas para perder la virginidad.
En la fotografía que actuaría como prueba de la noche fatídica, puede verse a una mujer durmiendo entre sábanas mientras un hombre sostiene una botella de vino en la puerta de la habitación de un hotel.Graham argumentó que claramente quien está tendida en la cama está inconsciente y no dio autorización a que esa fotografía se hubiera tomado. “La persona en la fotografía está claramente sin control de la situación“, manifestó.
El estudiante publicó la fotografía, lo que complicó sobremanera a la maestra. El Consejo General de Educación de Escocia (GTCS, por sus siglas en inglés) deberá decidir sobre su futuro. Sin embargo, ya fue apartada de la institución en la que impartía clases de francés.
En su acusación, el GTCS concluyó que Graham huyó de la fiesta de promoción con el “alumno A”, fueron al cercano hotel Travelodge, pasaron tres horas juntos en soledad, bebieron, compartieron la cama y “tuvieron actividad sexual repetidas veces“. A las 5 am del día siguiente, ella despertó.
Luego, la joven maestra fue a realizarse estudios a un hospital para determinar si en efecto su vino había sido adulterado para generarle esa conducta. Ningún indicio apareció en su organismo.
La Policía de Escocia también investiga el hecho. El detective Keith Mailer señaló que en las grabaciones de las cámaras de seguridad del hotel no hay pruebas de que la mujer esté bajo el efecto del alcohol. Incluso, las imágenes la muestran besando al joven. “La manera en que se mueve y conduce sugiere que es alguien que toma decisiones consciente“, dijo Mailer.
