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Especialistas lograron reubicar un oso melero y un coatí que fueron encontrados en un área urbana de Oberá

Especialistas del Centro de Investigaciones Antonia Ramos (CIAR) y de la Fundación de Bosques Nativos Argentinos para la diversidad (FBNA), junto a personal de la municipalidad de la ciudad misionera de Campo Ramón y vecinos de ese distrito, lograron capturar y luego liberar a un ejemplar de oso melero y un coatí que fueron encontrados en un populoso barrio de viviendas, fuera de su hábitat.

El pasado miércoles 10 de agosto se logró la reubicación en su hábitat natural de un ejemplar de Tamanduá Tetradactyla (oso melero) que había sido encontrado días atrás en un barrio de Campo Ramón por un grupo de vecinos que se comunicaron a la brevedad con el municipio y con la FBNA.

En la misma localidad, también fue encontrado un coatí que luego de los controles necesarios de rutina fue liberado el viernes dada la “necesidad de devolverlos a su hábitat cuanto antes. Si el animal está en condiciones, mientras menos tiempo pase atrapado mejor”, explicó en diálogo con Télam el director del CIAR, el Esteban Avigliano.

Según el especialista, este tipo de hallazgos ocurren cada vez con más frecuencia por el avance del hombre sobre áreas naturales: “como cada vez hay más espacios urbanizados, la fauna nativa se va quedando sin lugar” por eso es “fundamental las tareas que realizan organismos como la FBNA que en Misiones trabaja arduamente en la restauración de la Biodiversidad”.

“Estos animales se meten en barrios o chacras que rodean los parques de selva nativa, básicamente porque se están poblando cada vez más las áreas naturales y los animales pierden el hábitat”, remarcó Avigliano y destacó el “compromiso, apoyo e iniciativa de los vecinos para informar cuando aparecen este tipo de animales”.

En el caso del oso melero, fue trasladado en un vehículo del municipio, sin embargo el coatí fue llevado por los mismos vecinos a la reserva que el Centro tiene en Misiones.

“En la reserva verificamos el estado físico de los animales, realizamos todos los controles de rutina y luego si las condiciones lo permiten son liberados”, explicó el especialista y remarcó que este tipo de liberación es posible “porque los animales son del área, solo pasaron del monte al fondo de una casa. No es que se hayan trasladado entre áreas naturales o localidades”.

Es por esto que “no hace falta mayores controles como cuarentena o colocarlos en observación. Al contrario, mientras menos tiempo pase el animal atrapado mejor”, afirmó el también biólogo e investigador del Conicet.

“Estos ejemplares son de la zona, nativos y hay poblaciones estables de ambas especies. Nosotros monitoreamos a algunos individuos con cámaras trampa. Los coatíes son de los mamíferos que más vemos”, explicó Avigliano.

“Los osos meleros son algo mas escurridizos, y además solitarios, por eso también siempre es más difícil el traslado; por suerte ambos ejemplares se encontraban bien de salud y no sufrieron heridas ni por perros del lugar, algo que a veces sucede, ni tampoco por el traslado”, explicó.

Hay otro tipo de animales, perdidos o atropellados que necesitan “un tiempo de rehabilitación en lugares especializados, como los que tiene el parque ecológico el Puma de Posadas (que depende del Ministerio de Ecología y Recursos renovables de la provincia) que hace unos años reubicó en el CIAR un tatú, un ocelote o gato onza y un zorro de monte”.