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Esa manía macrista de espiar

El expresidente tiene varios frentes judiciales abiertos por sospechas de haber ordenado maniobras de espionaje ilegal. El antecedente Palacios.

El procesamiento del expresidente Mauricio Macri (el primero desde que dejó la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2019) por presunto espionaje ilegal a familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan viene a colocar otro ladrillo más en el muro de las sospechas que alimentaron los expedientes judiciales en los que se investiga al líder de Juntos por el Cambio (JxC) de utilizar el aparato estatal para realizar tareas de inteligencia interior por fuera de todo tipo de control judicial.

En la justicia Federal hay varias causas en las que se indaga a la mesa chica del macrismo. Al expediente que tramita en la localidad de Dolores hay que sumarle las investigaciones que tramitaron en el fuero Federal de Lomas de Zamora, en las que fueron procesados los extitulares de la AFI macrista Silvia Majdalani y Gustavo Arribas. En una de esas causas figura como querellante la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La Justicia también posó la lupa sobre supuestas maniobras de espionaje ilegal contra la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el diputado nacional electo y exfuncionario porteño Diego Santilli; el obispo diocesano de Lomas de Zamora Jorge Lugones y el periodista del diario La Nación Hugo Alconada Mon, además de los dirigentes gremiales Hugo Pablo Moyano. Según se desprende de la investigación, también fueron espiados los exdiputados Emilio Monzó y Nicolás Massot.

Este mecanismo delictivo integra una investigación de la Justicia que lleva ya más de un año y se inserta en un rompecabezas más amplio que incluye varios expedientes judiciales y una investigación bicameral del Congreso que evidencia los métodos antidemocráticos a los que recurrió la inteligencia argentina. Combinados, permiten vislumbrar que el espionaje ilegal no se acotó a casos aislados, propios de algún funcionario desquiciado o a cuentapropistas del delito, sino que resultó una operación sistemática.

Antes de dejar su cargo como juez federal en Dolores para asumir en el fuero Federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, la pesadilla del macrismo, quien investigó otra causa de megaespionaje donde se mezcla la política con los servicios de inteligencia, funcionarios judiciales, falsos espías, periodistas y medios de comunicación, realizó un planteo en tribunales superiores para que se unificaran todas las causas de espionaje para una mejor investigación de los hechos y también para “dar un profundo y amplio debate” sobre estos delitos para que “no se reiteren”. El fiscal Juan Pablo Curi se opuso. Hasta el momento, ese planteo no fue resuelto.

La ruta de los expedientes

Las causas que investigan actividades de espionaje ilegal se encuentran diseminadas en varios juzgados y muestran distintos grados de avance. Hay expedientes en juzgados federales de Lomas de Zamora y Dolores y en Comodoro Py. La Cámara Federal de Casación dejó firme el fallo que resolvió el pase de la causa que se tramita en la justicia de Lomas de Zamora a los tribunales del barrio de Retiro, al rechazar recursos extraordinarios para que la Corte Suprema revisara el tema.

La Sala IV de Casación rechazó recursos extraordinarios de las querellas, entre ellas CFK, contra el fallo que en febrero último declaró competente en las causas a la justicia federal porteña.

Con esta decisión, a las querellas sólo les quedaría ir en queja directa ante la Corte, pero esto no impedirá que se cumpla la orden de Casación para remitir los expedientes a Comodoro Py, un territorio judicial fértil para el macrismo, donde cosecha frutos de su agrado.

Sobreseimiento exprés

El procesamiento de Macri en la causa del ARA San Juan vuelve a involucrar al expresidente en una causa de espionaje ilegal. En 2010, el juez federal Norberto Oyarbide (ya fallecido) había dispuesto el procesamiento del entonces jefe de Gobierno porteño en el marco de la causa por escuchas telefónicas irregulares que involucraron al espía Ciro James y al excomisario Jorge Alberto “Fino” Palacios. En aquella oportunidad, Macri fue procesado por los delitos de violación de secretos, abuso de autoridad y falsificación de documentos públicos en concurso con el de asociación ilícita (en carácter de miembro). Además, el magistrado ordenó trabar un embargo sobre los bienes de Macri por 250.000 pesos.

Macri asumió la presidencia de la Nación el 10 de diciembre de 2015, con el proceso abierto, pero resultó sobreseído 19 días después, en un fallo que sería confirmado en segunda instancia en junio de 2016.

Por Martín Soler-Letra P