Chubut Para Todos

El proyecto libertariano incide en las ideas pero no en la movilización de masas

Como es de dominio público, una nueva reunión del G20 tuvo lugar en Río de Janeiro, en un contexto mundial convulsionado por una crisis civilizatoria sin precedentes, una tensa transición hegemónica entre Oriente y Occidente, y el fantasma plenamente vigente del hambre y las guerras. A continuación, Vladimir Putin aprobó el decreto que autoriza el uso de armas nucleares ante agresiones convencionales, anuncio que coincidió con el día 1000 de la ofensiva rusa en Ucrania y llegó poco después de que Estados Unidos aprobara a Kiev el uso de misiles de largo alcance para atacar objetivos militares dentro del territorio ruso, en lo que se considera una postrera y peligrosa apuesta de Joe Biden.

Con la incertidumbre acerca de cuál será la línea que adopte el republicano Donald Trump cuando asuma la Presidencia de EE.UU. en enero – quien ya ha declarado que invocará una figura conocida como emergencia nacional, lo cual le otorga poderes extraordinarios, a fin de aplicar sus planes de deportación masiva de migrantes -, despertó gran expectativa la presencia del Primer Mandatario argentino, enemigo declarado de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.l presidente de Brasil, Lu

Además, como se sabe, el gobierno nacional se negó a firmar una declaración ministerialsobre el empoderamiento femenino en el ámbito del G20 y se retiró en el tercer día de la cumbre climática COP29 de Bakú.

Tampoco suscribió los acuerdos adoptados en materia de género, fortalecimiento de la democracia y desarrollo sostenible, en la XXIX Cumbre Iberoamericana, recientemente celebrada en Ecuador. Sumada a las diatribas del jefe del Ejecutivo nacional contra su par brasileño, anfitrión del evento, tal postura instaló gran prevención durante las deliberaciones, aunque el economista anarco liberal que nos representa, viéndose en minoría, tras una larga negociación diplomática, incluyó a la Argentina en la Alianza Global contra el Hambre que propuso Lula.

Así, al cabo de tensos debates, se arribó a las siguientes conclusiones principales:

* Los líderes del G20 acogen con satisfacción todas las iniciativas constructivas sobre el conflicto ucraniano destinadas a lograr la paz. 

* Se destacan las consecuencias negativas del conflicto ucraniano para la seguridad alimentaria y energética mundial.

* Los líderes del G20 están preocupados por la situación humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada en el Líbano, enfatizaron la necesidad de aumentar el flujo de ayuda humanitaria y abogaron por un alto el fuego.

* Los participantes en la cumbre se pronunciaron a favor de un mundo libre de armas nucleares.

* Los líderes del G20 reconocen que la tributación progresiva es una de las herramientas clave para reducir la desigualdad.

Poco antes, en el marco del reciente lanzamiento de la Fundación Faro – think tank del libertarianismo local -, su joven referente, Agustín Laje Arrigoni, pronunció una frase bastante iluminadora acerca de cómo se auto percibe la nueva derecha argentina. Quien parece funcionar como arquitecto intelectual de un fenómeno en pleno auge, expresó: “Nunca antes se logró tanto consenso social para impulsar nuestras ideas. Por eso tenemos que aprovechar la ventana de oportunidad y formar a los cráneos de mañana, para que esto no sea un accidente, un simple error de la Matrix, para que las reformas sean sostenibles de forma intergeneracional, incluso cuando el destino o la coyuntura o los mismos ciclos del capitalismo pongan a prueba nuestra fe”.

El tiempo dirá si un pueblo que viene protagonizando incontables luchas, por ahora dispersas y de carácter defensivo, permitirá o no que sus circunstanciales mandantes capitalicen esa “ventana de oportunidad” y echen raíces en el cuerpo social.

Oportunamente, el último movimiento nacional de masas en la Argentina acuñó categorías novedosas para designar al sujeto histórico que lo hegemonizaba, en un período de cohesión de las mayorías en torno al trabajo como gran organizador de la vida cotidiana. Entre ellas, la social fue el “descamisado”, y la racial fue el “cabecita negra”. ¿Cuál correspondería hoy al sujeto potencialmente transformador de esta sociedad desarticulada por un capitalismo post democrático? 

Acaso aún sea temprano para responder a tan crucial interrogante, y corresponda que la dialéctica de la lucha popular lo vaya perfilando.

En tanto, el grupo de choque del libertarianismo, presentado – entre otros – por el influencer Daniel Parisini (a) Gordo Dan, se inscribe en una escalada de intolerancia que germinó en las redes durante el confinamiento pandémico, y va pasando del verbo a la acción, en el marco de un proyecto pretendidamente refundacional, que ya cuenta con la usina de pensamiento anteriormente mencionada, la articulación en curso de un partido de alcance nacional (nutrido fundamentalmente de los restos del PRO), y con una relativa mayoría parlamentaria en gestación, constituida por desertores de los principios acuñados por sus partidos de origen. 

A la hora de dar a conocer esa suerte de nueva Liga Patriótica (*), el tal Parisini, líder del escuadrón digital de Santiago Caputo y uno de los oradores principales, sentenció en la ocasión: “La agrupación Fuerzas del Cielo que se está formando hoy aquí es el brazo armado de La Libertad Avanza”.

“Con las redes no alcanza, hay que ocupar todos los espacios, hay que meterse en la política, tenemos que construir nuestros propios candidatos para llenar las listas, construir nuestros propios dirigentes, nuestros defensores en la gestión como en la batalla cultural”, sostuvo. 

“No le tengan miedo a la palabra poder, esto va a servir para conservar el poder”. “Vamos a utilizar el poder para transformar a la Argentina en la primera potencia mundial”, agregó, y adelantó que van a mantener “bien alejados a los zurdos degenerados de nuestras familias y nuestros hijos”. 

A juzgar por la composición de la concurrencia, réplica de la mayoría de sus actos, podría aventurarse que, de haberse prohibido en nuestro país el voto masculino… Javier Gerardo Milei nunca hubiera llegado a Presidente. 

Casi de inmediato, los diputados socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein denunciaron penalmente a quienes lanzaron la agrupación “Las fuerzas del cielo”, a la que presentaron como “guardia pretoriana” del presidente Milei. “Manifestamos nuestra profunda preocupación, ya que las expresiones vertidas durante el acto constituyen no sólo una amenaza potencial a la paz social y la seguridad pública, sino que también vulneran principios esenciales de nuestra democracia”, destacaron, y pidieron que el Ministerio Público Fiscal investigue a los tuiteros devenidos funcionarios y empleados del Estado por los delitos de intimidación pública, incitación al odio y a la violencia colectiva.

De este modo, vaciadas de piquetes las grandes avenidas del país en base al terror y la judicialización de la protesta social, y circunstancialmente controlada la inflación en base a planchar el consumo, muchxs compatriotas perciben al libertarianismo disfrutando de sus quince minutos de gloria, y a las fuerzas sociales capaces de dar vuelta el orden vigente en total dispersión.  

No es para menos. En la transición entre la década del 80 al 90 del Siglo XX, la implosión del socialismo real – última utopía laica de la humanidad -, dio por tierra a nivel global con los postulados de un cambio revolucionario. Y en nuestra latitud, el estigma reciente de un gobierno justicialista que no concretó su cometido fundacional de garantizar la Justicia Social, hizo el resto. Hoy el campo popular carece de un centro de gravedad que articule y ponga en acto la necesidad de acceder a un futuro mejor.

Y poco a poco, desde la Triple Frontera, bajando por la vía navegable troncal del Paraná, y desde el Canal de Magdalena hasta el archipiélago de las Malvinas, Georgias, Sándwichs del Sur y Antártida, todo el territorio nacional se está convirtiendo en una amplia área de exclusión a disposición de intereses multinacionales. 

Sin embargo, eso no supone que falten reservas sociales para hacer frente al régimen. Aunque haya un relato hegemónico que tiende a imponer la idea de que existe una derechización de la sociedad argentina, también es cierto que, así como oportunamente se frustró la maniobra que encerraba la visita de los parlamentarios libertarianos a los genocidas en el Penal de Marcos Paz, ya el propio oficialismo le está cayendo al cuello a su propia avanzada facciosa para que baje su virulencia, dado que viene de hacer el ridículo cuando un influencer, perseguido por la gente huyó de una marcha de protesta ante el Congreso para refugiarse en un local de venta de empanadas, y otro se fue al mazo en un avión cuando Dillom lo interpeló. De modo que no hay que confundir sensación térmica con temperatura.

Entonces, aunque el presente duela, corresponde advertir que Argentina vive una situación de empate pírrico entre las fuerzas regresivas y las que no renuncian al imperio de la equidad. Para más dato al respecto, la Justicia Nacional en lo Civil, Comercial y Federal de San Martín acaba de suspender la intervenciónde la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo y otorgar una medida cautelar por 6 meses para el normal desarrollo de las clases. La jueza Martina Isabel Forns ordenó también en la medida cautelar – solicitada por las Madres de Plaza de Mayo y un conjunto de trabajadores y estudiantes -, “enviar fondos a la UNMa, reconocer su Consejo Superior y demás órganos universitarios, y cesar toda hostilidad policial”.

Para más dato, en el frente interno oficialista “no todo lo que brilla es oro”. De hecho, el Presidente acaba de formular durísimas declaraciones contra su propia Vice: “Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. No participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar. Hace mucho tiempo que decide no participar en las reuniones de Gabinete. El diálogo es lo que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles. Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”, afirmó el Jefe del Ejecutivo. El hecho motivó que el periodista Jorge Asís considerara a la entente Milei – Villarruel como otra “estafa ética” de la Libertad Avanza.

Por lo demás, pese a su cuestionable profesión de fe capitalista – acaso entendible en una dirigente política tan calumniada y judicializada como víctima de un fallido intento de asesinato -, Cristina Fernández de Kirchner, a partir de una sabia maniobra que muchos de sus acólitos tardaron en interpretar, viene afanándose por reagrupar al peronismo y darle un norte (compleja faena si las hay, habida cuenta de las internas que atraviesan al movimiento), erigida ahora, ante el país y el mundo, en jefa de la principal fuerza opositora de la Argentina.

Mal que le pese a unxs cuantos, por derecha y por izquierda, la identidad sobre la que la ex vicepresidenta se recuesta, al menos hasta nuevo aviso continúa siendo el ineludible trampolín hacia lo nuevo que urge construir, desde luego que junto a otros espacios políticos con vocación transformadora.

Por su parte, Pablo Moyano hizo un último intento por condicionar la orientación de la central obrera, declarando que “hay compañeros que quieren hacer otra medida de fuerza (…) una movilización a Plaza de Mayo, o un paro general en diciembre”. 

Su primera referencia aludía a la huelga general que llevó adelante la Confederación de Sindicatos del Transporte (CATT), al cabo de la cualse produjo un quiebre en su organización con la renuncia de Sergio Sasia, líder de la Unión Ferroviaria, enfrentado a Moyano y con un perfil más dialoguista.

Pero esa idea no prosperó, y se impuso la de los sectores acuerdistas. Como si no alcanzara con eso, fracasó en Diputados el avance del proyecto que elimina la reelección perpetua de los sindicalistas y preocupaba a la CGT. El PRO y la UCR no lograron los votos necesarios para aprobar el dictamen de mayoría en la Comisión de Legislación del Trabajo. Así, la iniciativa que pone límites a la burocracia sindical quedará archivada.

El disenso en el seno del sindicalismo escaló a un punto tal que ahora la renuncia de Pablo Moyano es un hecho consumado, que probablemente augure derivas como las tantas que ha conocido su historia cada vez que prevaleció el beneplácito con regímenes antidemocráticos (62 de Pie, CGT de los Argentinos, Grupo de los 25, CGT en la Resistencia, CGT Brasil, Movimiento de Trabajadores Argentinos, Corriente Federal de Trabajadores, etc.) 

De este modo, todo parecería indicar que el giro necesario del statu quo no dependerá tan solo del imprescindible concurso de sobrevivientes de la última ofensiva estratégica de nuestro pueblo, sino de la articulación de una alternativa superadora de alcance masivo y colectivamente perceptible como tal, capaz de sumar a lxs protagonistas de las sucesivas ofensivas tácticas producidas desde la recuperación democrática (Mosconi y Cutral Có, Argentinazo, protestas contra la Reforma Previsional macrista, etc.), cuya convicción y audacia será la mayor garantía de freno y derrumbe del proyecto en curso y la formulación de uno propio. Para lo cual, pese a la zozobra que viene experimentando el colectivo social, puede que aún falte un tiempo.

En tal caso, resultará necesario armarse de una paciencia activa, y continuar enriqueciendo nuestra praxis, evitando ceder a la urgencia pequeño burguesa, que tantas trampas ha tendido a lxs revolucionarixs en repetidas ocasiones.

Circunstancia pues en la que habrá que invertir toda la energía de la imaginación y el compromiso militante en garantizar la materialidad de una vida digna para los sectores más vulnerables al genocidio social en desarrollo, sin cuyo concurso no habrá un destino favorable a los intereses populares.

En conclusión, parafraseando la metáfora del joven poeta sandinista Leonel Rugama, nos toca atravesar “el mes más crudo de la siembra, y sin otra alternativa que la lucha”. Pero sin olvidar que, al decir de Ernesto Cardenal – el veterano poeta nicaragüense que le sirvió de inspiración -, “el pueblo nunca muere”. –

(*) Asociación civil argentina que operó activamente en la década de 1920 como grupo parapolicial de extrema derecha. 

Por Jorge Falcone- La Gomera de David