Chubut Para Todos

El plan que cocina el halcón mayor en un nido no apto para palomas

Macri busca liderar Juntos por el Cambio y consolidar figuras con perfil duro para resistir el vandorismo PRO. Excursión a Córdoba y una ficha a Randazzo. Las negras también juegan.

En las oficinas de Mauricio Macri esta semana hay margaritas. Las paredes al exterior son vidriadas y en cada ambiente hay una ventana abierta para garantizar la ventilación. Al expresidente no le gusta el barbijo y casi no lo usaba aún antes de aplicarse una vacuna en Miami. Siete días después del regreso de ese viaje, volvió al piso en avenida del Libertador que oficia de base de operaciones. Dicen que este jueves se hizo un segundo hisopado, exigencia tras la vuelta al país. Afirman que el resultado fue negativo y que así terminó el aislamiento de una semana. Desde allí, sin Marcos Peña ni Jaime Durán Barba, el exmandatario digita su plan para que en este turno electoral las listas del PRO lleven y consoliden figuras con impronta más dura y menos dialoguista. Sus intenciones se solapan con las de dirigentes que crecieron políticamente con él y ahora despegan de su sombra. Una vez más, este jueves fue el único no invitado al almuerzo que ofreció Elisa Carrió para María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli y dos representantes del lilismo, Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin. Anoticiados de la reunión sin él, sus colaboradores se alzaron de hombros. Luego se ocuparon de tratar de empardar el mitín de Exaltación de la Cruz, que no tuvo foto, con una imagen de Macri junto a Patricia Bullrich y la delegación del PRO Salta que pasó por el nido del halcón mayor.

Macri sigue repitiendo que la unidad de Juntos por el Cambio es necesaria para evitar el triunfo del Frente de Todos y el engorde de la banca oficialista en el Congreso de la Nación. Su objetivo es fortalecerse de la mano de figuras propias. Repite, fundamentalmente, que los valores fundantes deben prevalecer en esta elección. Es la línea roja que traza el macrismo para mostrar la brecha entre las definiciones contra el populismo del exmandatario y las del resto de los máximos referentes de Juntos por el Cambio (JxC), principalmente Rodríguez Larreta.

El ingeniero tiene tres objetivos claros para esta etapa. Ordenar al PRO para que pise fuerte en JxC, mantener la unidad y reforzar su liderazgo. Le llegan encuestas a su escritorio que le levantan el ánimo y que le indican que los errores del Gobierno lo volvieron a poner en la cancha. Subió en los sondeos que recibe, aunque no supera al jefe de Gobierno porteño. A diferencia de un año atrás, hoy se siente “reivindicado”. “No lo pueden tirar por la ventana”, sostienen los más fieles, que no pueden confirmar ni desmentir que en 2023 vaya a ser candidato.

En el plan ideal de Macri, y así se lo transmitió a cada uno de sus socios, este año Bullrich tiene que ser candidata a diputada nacional en la Ciudad de Buenos Aires y Vidal en la provincia. A pesar de su aislamiento, el sábado pasado almorzó con la exgobernadora en su quinta Los Abrojos. Macri tiene hoy un mejor vínculo con Vidal que después de perder la elección, aunque ninguno le pide al otro permiso y cada cual tiene su ritmo y estrategia política. Lo mismo corre para Larreta. El expresidente leyó completo el libro de su exvicejefa de gobierno en la Ciudad y las varias críticas que le dedica. En el libro, Vidal habla mucho de los y las bonaerenses y de la epopeya que fue ganar la elección. Macri quiere que repita. Ella, aseguran, no le respondió.

En ese esquema, el macrismo espera que Florencio Randazzo se lance por una candidatura en provincia de Buenos Aires. Siguen atentos sus movimientos, convencidos de que le quitaría una porción de votos al oficialismo. Porción pequeña pero importante. “Son los desencantados del Gobierno que no votarían a Juntos por el Cambio”, analizan. Y se entusiasman pensando que el Frente de Todos no puede repetir las cifras de 2019 y que Vidal podría superar su último 38%.

En tanto, la hoja de ruta de Macri tiene una nueva próxima parada en Córdoba el miércoles 26 y jueves 27 de mayo. Allí tiene prevista la presentación de su libro “Primer Tiempo”, de manera virtual y con no más de 20 personas en la sala. En las 48 horas que permanecerá en territorio mediterráneo podría reunirse con todos los dirigentes de JxC, como Mario Negri, Luis Juez y Rodrigo De Loredo, los tres posibles candidatos al Senado a los que no les cayó muy bien que el exjefe de Estado bendijera semanas atrás a Gustavo Santos, incluso por sobre varias figuras del PRO con intenciones legítimas de pelear una banca en la Cámara alta. Macri tiene que limar asperezas. “No es nuestro líder”, apuntó Negri tras la incursión de Macri para posicionar a su exministro de Turismo este año con vistas a pelear la gobernación en 2023. “No va a romper”, suavizan la jugada en el entorno macrista.

El plan se completa con sus enviados especiales, que ya están recorriendo el país en paralelo al trabajo de hormiga que vienen haciendo desde el larretismo Eduardo Macchiavelli, Alvaro González y Diego Santilli, quien por la pandemia discontinuó su agenda por las provincias pero no por Buenos Aires. Producto de esas movidas hay peregrinaciones a las oficinas del jefe de gobierno porteño. Por ejemplo, el puntano Claudio Poggi lo visitó esta semana para contarle que quiere renunciar a la banca que ocupa en el Senado y encabezar este año la lista de diputados nacionales. En 2023 quiere volver a pelear la gobernación y buscó aval de quien sería su candidato a presidente en las oficinas de la calle Uspallata.

En ese esquema de dos vertientes que hoy transita JxC, Patricia Bullrich juega de memoria con Macri, y con bastante autonomía. Como Carrió tampoco la invitó al almuerzo del jueves, Bullrich comió en una reconocida hamburguesería frente a las oficinas del expresidente. Compartió la mesa con referentes del PRO de Salta: el diputado Martín Grande, la diputada Virginia Cornejo, el ingeniero Gustavo André Escudero, interventor del partido en la provincia designado por la exministra, y el concejal José Gauffin. A las 14 subieron a la oficina de Macri y hablaron de la “coherencia” que debe tener la campaña nacional y provincial. También se analizó de competir, por primera vez, con lista propia de Juntos por el Cambio sin aliarse con ninguna tribu de PJ de Salta. Probablemente, la foto no se hubiera difundido a nivel nacional si no hubiera tenido lugar la cita de Exaltación de la Cruz.

Lo que no se contó, sin embargo, es que la delegación salteña, antes de ir a las oficinas del expresidente en Olivos, también pasó por Parque Patricios. A las 10 de la mañana, compartieron un extenso desayuno con Larreta y gran parte de su gabinete.

Por Analía Argento – Letra P