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El increíble plan de un miembro Hell’s Angels para fugarse de la cárcel

En 2011, Paul Eischeid fue detenido en Villa Adelina prófugo por un brutal homicidio: había cambiado su aspecto y tenía una mujer argentina. El año pasado, el Servicio Penitenciario Federal descubrió su presunta estrategia para escapar. Su increíble solicitada online.

En octubre de 2015, el estadounidense Paul Merle Eischeid, preso en el pabellón C de la Unidad V de Ezeiza, reservada a presos extranjeros, calculaba en su mente una sola cosa: irse. Un informe confidencial elaborado por el área de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal en base a diversas fuentes indicaba fuertes sospechas de que Eischeid lo haría en cualquier momento. Aprovecharía, según altas fuentes en los organismos de seguridad, un traslado a un hospital fuera del penal que él mismo pediría. Apoyo no le faltaba: tenía a su concubina argentina y a varios amigos, según los cálculos del SPF vertidos en el informe de inteligencia, fuertemente armados y que ya se congregaban en Villa Adelina. Conexiones no le faltaban tampoco, en teoría: Eischeid, hasta su caída, supo ser el miembro de los Hell’s Angels más buscado de todo el planeta.

El salvaje tiroteo de la madrugada del sábado en Luján que terminó con el célebre custodio “Dani La Muerte” herido de al menos ocho tiros volvió a poner en escena la actividad en Argentina de los miembros locales de la banda de motoqueros más reconocida del planeta. Operan hace años en el país. En 2014, Buenos Aires fue el escenario de su World Run, su reunión global anual. Se podía ver a miembros de todo el mundo con sus chalecos distintivos en shopping céntricos, comprándole ropa a sus mujeres. En abril de ese año, precisamente, dos estadounidenses se notificaban ante el SPF para visitar a Eischeid en calidad de “amigo”.

Fue un vecino el que vio sus peculiares tatuajes una tarde de febrero de 2011 en Villa Adelina, sobre la coqueta calle Thames al 1000. En paralelo, ya habían transcurrido meses de intercambio de información entre las autoridades argentinas y estadounidenses, con una discreta vigilancia. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado fue la que dictaminó su captura a pedido de Interpol en Washington, con miras a la extradición; Eischeid estaba entre los quince más buscados en la lista internacional del FBI. Había cambiado su aspecto varias veces; la división Investigación Federal de Fugitivos de la PFA lo encontró con una larga barba. Fue detenido, casualmente, mientras intentaba ingresar a su casa en Villa Adelina con su moto Harley-Davidson, donde vivía con su hoy concubina. El delito por el cual estuvo diez años prófugo, con todos sus agravantes, una vez que sea extraditado podría costarle la silla eléctrica.

En 2001, diez años antes, junto a Kevin Augustianik, otro miembro de los Hell’s Angels, Eischeid, según la imputación del tribunal de Arizona que libró su orden de captura, asesinó a Cynthia García en el condado de Marisopa, que habría sido parte de la red de los Hell’s Angels. Eischeid y su cómplice la golpearon hasta dejarla inconsciente, para meterla en el baúl de un auto y luego matarla a puñaladas en un descampado, donde dejaron su cadáver. Eischeid fue acusado de secuestro seguido de homicidio y por integrar una banda organizada dedicada a chantajes y extorsiones.

En 2002, a pesar del expediente en su contra, el Hell’s Angels, ex agente financiero, logró la libertad condicional. Un año después, la burló desapareciendo de su domicilio en California. El operativo internacional para su captura tuvo un nombre al menos gracioso: “Black Biscuit” o “Galleta Negra”

Eischeid no era un preso violento o problemático, por otra parte. Siempre fue llevado a declarar al juzgado de Arroyo Salgado con apoyos de grupos especiales del SPF para cuestiones de seguridad, pero su registro en Ezeiza indica un único incidente: una pelea con otros dos extranjeros en noviembre de 2013 en el área del gimnasio, donde, previsiblemente salió ganando. Se había casado con su pareja argentina dos meses antes, una evidente maniobra para frenar una extradición que cinco años después de su detención no se resuelve y que le garantizaría una condena a muerte en cualquier tribunal estadounidense. Eischeid trabaja en el penal: todo su sueldo, por su expreso pedido, está destinado a su mujer.

De cara a las versiones de octubre de 2015 sobre su posible fuga, el SPF extremó los controles a su alrededor. Días antes, Eischeid le había pedido un singular favor a otro interno: que le pegue a un cartel en el pasillo, escrito por él mismo en una pequeña hoja cuadriculada.“Por favor firma mi petición. Avisá a tus amigos y familia. Change.org. Paul Eischeid”.

El sitio change.org es la plataforma usual para causas y petitorios civiles, una junta online de firmas. El ex Hell’s Angels ya tenía el propio: “NO A LA EXTRADICIÓN DE PAUL MERLE EISCHEID”, con un largo texto que buscaba exonerarlo. En ese entonces, ya había juntado casi 600 firmas. Su plan final para la campaña era enviarle una carta a la ex presidenta Cristina Elisabet Kirchner.

La defensa

El caso de Eischeid hoy se dirime en la Corte Suprema. El abogado penalista Miguel Arce Aggeo asumió su defensa hace tres años. En diálogo con Infobae, Arce Aggeo niega cualquier plan de fuga de su cliente, así como cualquier posible involucramiento con la pelea de Luján, a pesar de que dos de los detenidos estaban entre los pocos registrados para visitarlo a Eischeid en Ezeiza. Hoy, la estrategia se basa en que Eischeid no sea extraditado; que sea enviado a la Justicia estadounidense es garantía de muerte.

Arce Aggeo apunta: “Tomé una defensa una vez que estaba dictada la sentencia de extradición. Los padres de Eischeid y su esposa me contratan. Por una parte, estoy tramitando el refugio para Eischeid en la Argentina. En los Estados Unidos, los Hell’s Angels están alcanzados por la ley RICO, que apunta al crimen organizado, por lotanto las garantías quedan suprimidas y es pasible a que se le aplique la pena de muerte. Por ende, me opongo a la extradición. Lo segundo es que el tiempo de detención que lleva en Ezeiza, bajo la firma de la doctora Arroyo Salgado, viola las leyes argentinas, el pacto de San José de Costa Rica y el tiempo razonable de detención. Tenemos un rechazo de Casación, pero estoy apelando en la Corte Suprema con un recurso extraordinario”.

Por: Federico Fahsbender

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