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El Gobierno de Francia y la izquierda mueven fichas contra la extrema derecha

La política francesa vivió este sábado una jornada intensa con manifestaciones previas a los comicios legislativos del 30 de junio en todo el país contra la extrema derecha, convocadas por el bloque de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP). El izquierdista Francia Insumisa fue acusado de purgar sus listas de diputados, el expresidente François Hollande sorprendió anunciando su candidatura bajo el paraguas del NFP y el Gobierno del presidente de Emmanuel Macron prometió medidas en favor del poder adquisitivo en un intento de restar votos al partido de Marine Le Pen.

Una marea de fuerzas de izquierda, reunidas por el temor a la extrema derecha, recorrió Francia este sábado 15 de junio, a 15 días de la primera vuelta de las elecciones legislativas convocadas contra todo pronóstico por el presidente Emmanuel Macron tras la aplastante victoria de la corriente de Marine Le Pen en las elecciones europeas del pasado domingo.

Cerca de 200 manifestaciones tuvieron lugar en todo el país para plantar cara a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés), de Le Pen, que arrasó con un 31% de los votos en los comicios europeos.

El Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierda que se creó para las elecciones legislativas para evitar que RN logre la mayoría en la Asamblea Nacional reunió, según el Ministerio de Interior, al menos 250.000 personas a escala nacional, entre ellas 75.000 en París, aunque la Comisión General de Trabajadores subió esas cifras a 640.000 a nivel nacional y 250.000 en la capital.  

En la cuenta atrás para el 30 de junio cada segundo resuena con más fuerza. La oposición a la extrema derecha sabe que esta nunca ha estado tan cerca de cogobernar, y es que de lograr la mayoría en el Parlamento con apoyo de derechista Los Republicanos (LR), RN podría nombrar primer ministro a su actual presidente, el joven político Jordan Bardella, delfín de Le Pen. Con esta posibilidad en el tablero político, tanto la izquierda y sus aliados, como el Gobierno mueven fichas en aras de restar los votos que las encuestas auguran a RN y no todas gustan a la crítica.

Francia Insumisa, acusada de “purga”; el partido se defiende apelando “coherencia”

En la jornada, la Francia Insumisa (LFI), de Jean-Luc Mélenchon, fue acusada de llevar a cabo una “purga” tras haber dejado por fuera de las listas electorales a diputados salientes críticos con el líder izquierdista y la dirección del partido. Entre ellos, políticos como Danielle Simonnet (por París) y Raquel Garrido y Alexis Corbière (por Seine-Saint-Denis). 

Las críticas nos tardaron en llegar. El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, señaló a Francia Insumisa de “mancillar” el Nuevo Frente Popular, del que es uno de los miembros centrales, con “decisiones irresponsables” y la líder de los ecologistas, Marine Tondelier, se dijo “extremadamente consternada” y denunció “una purga”.

El partido salió al paso, rechazó los señalamientos y sostuvo que la formación busca unidad de cara a un eventual triunfo en los comicios:

“Se trata también de una elección de coherencia, ya que varios diputados salientes no investidos han expresado en varias ocasiones en la prensa su deseo de unirse, al final de las elecciones europeas, a otro grupo y a un enfoque diferente al de Francia insumisa. (…) A la hora de gobernar, la coherencia no es un lujo sino una exigencia”, dijo LFI en un comunicado.

En el documento, la formación también aseguró que buscaba abrir las candidaturas a “personalidades del mundo sindical, asociativo o ciudadano” en “distritos electorales favorables” al partido. A su vez, aseguró que los diputados salientes, “al contrario de lo que se lee en la prensa, estaban bien informados” de su salida. 

Sin embargo, la decisión de la dirección del partido de izquierdas crea incertidumbre en un momento en que el Frente Popular es visto como el principal opositor al auge de la extrema derecha en el país. “Hay que estar loco para pensar que estos métodos no influirán en la movilización”, dijo Alexis Corbière.

Además, las críticas a Mélenchon y su partido no se quedan ahí. La reincorporación del diputado Adrien Quatennens, amigo íntimo de Mélenchon y diputado condenado en 2022 a cuatro meses de prisión suspendida por violencia doméstica, también causó revuelo en la jornada. 

De gauche à droite : Alexis Corbière, Jean-Luc Mélenchon, Adrien Quatennens et Raquel Garrido, le 21 mars 2022, lors des funérailles d'Alain Krivine à Paris.
Archivo: de izquierda a derecha: Alexis Corbière, Jean-Luc Mélenchon, Adrien Quatennens y Raquel Garrido, el 21 de marzo de 2022. © Alain Jocard, AFP

François Hollande se lanza a la contienda

Otra de las noticias de la jornada la dio el expresidente socialista François Hollande (2012-2017), quien anunció su regreso a la política como candidato a diputado por el departamento de Corrèze (centro) bajo el paraguas del Frente Popular. 

El exmandatario justificó su clavado inesperado en la contienda como una respuesta al estrepitoso auge de RN. “La extrema derecha nunca ha estado tan cerca del poder desde la Liberación”, declaró el ex jefe de Estado.

Hollande sigue ahora el ejemplo de Valéry Giscard d’Estaing, único presidente francés (1974-1981) que volvió a desempeñarse como diputado tras haber ocupado el Elíseo. Sin embargo, la figura del socialista también levanta suspicacias entre buena parte de la izquierda, crítica con su desempeño como mandatario. 

Atal lanza la carta del poder adquisitivo

No solo Francia Insumisa y los socialistas movieron fichas este sábado. El primer ministro, Gabriel Attal, lanzó declaraciones que no pasaron desapercibidas. 

Attal confirmó que habrá una reducción del 15% en la factura de la electricidad “a partir del próximo invierno” y prometió, si su formación sale victoriosa en las legislativas, una reducción del precio del material escolar, también propuso trabajar para crear un seguro médico complementario “público” para quienes no estén asegurados por uno privado, entre otras propuestas.

El huésped de Matignon jugó una carta propia de la extrema derecha, que ha prometido durante décadas la protección del poder adquisitivo de los ciudadanos franceses. Attal saca este as en un momento en el que el elevado costo de vida que ha dejado el paso de la pandemia y el desarrollo de la guerra en Ucrania preocupa profundamente a los franceses. 

Por Natalia Plazas-France24