Los asaltantes del Capitolio de Washington eran seguidores de Trump y miembros de distintos grupos de extrema derecha. Tras el asalto, las diferencias entre los insurrectos pueden dividir a su movimiento. Los más moderados, que condenan la violencia, están siendo seducidos por los políticos republicanos que han simpatizado con su protesta. Los violentos se sienten traicionados: han quedado al margen del diálogo político y son calificados como una amenaza terrorista para el país.
⚔️Las contradicciones enfrentan al movimiento MAGA.
⛪Los críticos con la toma del Capitolio se identifican con el GOP ultraconservador.
?Los que apuestan por la violencia hacen saltar las alarmas antiterroristas.
??Mi contribución en @elOrdenMundialhttps://t.co/NsWV1pgFWs— Arsenio Cuenca (@arseniocuenca) January 20, 2021