No se sabe nada de ella desde el 27 de mayo.
Belén Grande es maestra y tiene 33 años. Trabajaba en cuatro escuelas y tenía alumnos particulares. Hace alrededor de ocho años empezó a asistir a retiros y de a poco, empezó a perder contacto con sus padres y sus tres hermanos. Se fue alejando hasta que un día, desapareció. Era el 27 de mayo.
Su ropa, sus valijas, su computadora, todo quedó intacto en su casa del barrio porteño de Boedo. Hasta un plato con restos de comida, todavía sobre la mesa. No dejó detrás de ella ninguna señal que hiciera pensar que su partida fue planificada.
En medio de la incertidumbre, la familia de Belén le apuntó todas las sospechas a unasecta, supuestamente vinculada a una iglesia pentecostal. También denunciaron que la Justicia no pidió las grabaciones de cámaras del edificio donde ella vivía ni se intervinieron teléfonos de sus contactos.
La última pista sobre su paradero llegó a través de un llamado telefónico. Un hombre desconocido se comunicó con su abuela para decirle que Belén estaba “bien y enCórdoba”. La policía de la provincia, por su parte, confirmó que no tiene orden de búsqueda.