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De las fotos con Lady Gaga a vivir aterrado en prisión: el presente del perfumista que mató de 74 puñaladas a su mujer

Fernando Farré, que en 2015 asesinó a la madre de sus hijos, Claudia Schaefer, en la casa familiar del country Martindale, denunció varias veces que lo quisieron matar. También intentó suicidarse. Los traslados a diversos penales bonaerenses para salvarle la vida. Acaba de cumplir 61 años, insiste con que no cree haber sido el autor del hecho, hace números para ver cuándo puede salir en libertad, y se confiesa con el padre Julio Grassi, con quien, celda de por medio, comparte el penal de Campana

A los 61 años que cumplió hace muy poco, a Fernando Farré apenas le queda ilusionarse con las apuestas y los números. En la soledad que se potencia aún más por las noches dentro del calabozo que ocupa en la cárcel de Campana no le queda otra que hacer cuentas…

Desde que el 21 de agosto de 2015 decidió degollar a Claudia Schaefer, su esposa y madre de sus tres hijos con dos cuchillos de cocina con los que le infligió 74 puñaladas en la casa que ambos supieron convivir en el country Martindale antes de separarse, despedazó una familia y varias vidas, entre ellas la suya propia. Los cortes que le efectuó abarcaban tres cuartas partes de la circunferencia del cuello.

Así pasó de ser un ex gerente y CEO de varias marcas internacionales de cosméticos que hablaba tres idiomas y se fotografiaba en sus viajes por el mundo con Kate Moss, Paris Hilton, Halle Berry, David Bowie y Lady Gaga, a vivir hacinado en una de las tantas celdas malolientes para cuatro personas en la que viven doce, que fue recorriendo por distintas cárceles luego de ser condenado en 2017 a prisión perpetua bajo la carátula de “Homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio”.

Fernando Farré fue condenado en 2017 a prisión perpetua bajo la carátula de “Homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio”Fernando Farré fue condenado en 2017 a prisión perpetua bajo la carátula de “Homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio”

Dejó abruptamente de volar en primera clase donde podía elegir beber champagne y degustar exquisiteces a la carta, a ranchar –compartir la comida- en un pabellón superpoblado con otros 50 presos compartiendo medio tacho de polenta fría o fideos con grasa, y tomando agua contaminada proveniente de tanques infectados por excrementos de palomas como supo denunciar.

Luego de que en 2018, el Tribunal de Casación Penal ratificara la sentencia y de que su abogado representante anterior, Jorge Césaro, intentara una presentación ante la Corte Suprema Bonaerense en la que, en resumen, sostuvo que Farré solo le había provocado a su esposa cortes superficiales, pero para defenderse ya que ella intentó asesinarlo. Afirmando, además, que quienes la remataron fueron los policías que ingresaron a la casa para poder sustraerle dinero, un bolso Louis Vuitton, un par de anteojos Salvatore Ferragamo y dos anillos, un Tiffany de platino y un Cartier de oro. El argumento continuaba asegurando que los agentes falsearon sus declaraciones en tribunales y además acordaron inculparlo.

Como CEO de una empresa de cosméticos, Farré viajaba por el mundo y se hacía fotos con famosos en eventosComo CEO de una empresa de cosméticos, Farré viajaba por el mundo y se hacía fotos con famosos en eventos

Nada prosperó y hoy depende de las habilidades profesionales de su actual representante legal, el experimentado abogado Omar Saker, quien dijo a infobae: “En cuanto al hecho no discutimos en sí la autoría, sí discutimos su estado al momento de realizarlo. Para mí es claro un estado de inimputabilidad porque él venía con un tratamiento con psicofármacos producto de una depresión por la situación familiar de separación de su esposa y porque en su trabajo lo habían reemplazado. Entonces, medicación equivocada y en exceso dada por su psiquiatra provocó una crisis en su psiquis y no comprendió lo que estaba haciendo. Además, presenté un recurso a la Corte Suprema. Para mí va a ser positivo y generará que se realice un nuevo juicio. Es cierto que la Corte puede decir que es cosa juzgada, pero como el Tribunal de Casación reconoció oportunamente que las instrucciones al jurado estuvieron mal dadas, me refiero a las explicaciones de cómo los 12 jurados tenían que abordar el juicio, eso es motivo de nulidad. Son cuestiones técnico jurídicas pero esenciales para la defensa. Estoy confiado”.

Farré también se ilusiona con la capacidad de su nuevo letrado. Aunque también se ve obligado a hacer todo tipo de cálculos. Como su sentencia quedó firme, hasta que no se expida la Corte Suprema y hay que ver si lo hace, el perfumista ya fue notificado de que como está detenido desde el 21 de agosto de 2015, recién podrá pedir su libertad condicional cuando hayan pasado los 35 años establecidos por la prisión perpetua, esto significa a partir del 20 de agosto de 2050, cumplidos los 87 años.

El 21 de agosto de 2015 Fernando Farré decidió degollar a Claudia Schaefer, su esposa y madre de sus tres hijos con dos cuchillos de cocina con los que le infligió 74 puñaladas en la casa. En la foto, el momento en que fue detenidoEl 21 de agosto de 2015 Fernando Farré decidió degollar a Claudia Schaefer, su esposa y madre de sus tres hijos con dos cuchillos de cocina con los que le infligió 74 puñaladas en la casa. En la foto, el momento en que fue detenido

Como esos cómputos lo deprimen aún más de lo que está, otra apuesta a todo o nada, como en una martingala, es esperanzarse con que le concedan la prisión domiciliaria cuando el 7 de abril de 2033 cumpla los 70 años. Ya que por cuestiones de salud lo intentó todo, en especial durante la pandemia de coronavirus en la que se liberaron varios presos. Pero nunca pudo lograrlo, más allá de que argumentó que padecía de todo un poco: trastornos físicos y psíquicos crónicos como cardiopatía, dislipemia, trombosis, taquicardia, hipertensión arterial, depresión nerviosa, manías de persecución, ataques de pánico, hernia de hiato, riesgo de infarto y acv.

Mientras tanto la viene pasando mal, aunque de entrada pareció arrancar bien cuando fue destinado a la Unidad 46 de San Martín y cursaba la carrera de Sociología. Pero claro, no tardaron en apodarlo “el matamujeres” y no lo consideraban “del palo” cuando lucía por los pasillos sus camisas importadas Abercrombie.

"Es claro un estado de inimputabilidad porque él venía con un tratamiento con psicofármacos producto de una depresión por la situación familiar y porque en su trabajo lo habían reemplazado", dijo su abogado Omar Saker“Es claro un estado de inimputabilidad porque él venía con un tratamiento con psicofármacos producto de una depresión por la situación familiar y porque en su trabajo lo habían reemplazado”, dijo su abogado Omar Saker

Allí conoció entre tantos otros a Ignacio Alfredo Pardo Paso, más conocido como Naco Goldfinger, ex saxofonista de los Fabulosos Cadillacs, condenado en una causa por robo. Para Farré era su apoyo dentro de la cárcel, su confidente y se refugió en él. Hasta que repentinamente todo cambió y terminó denunciándolo. Eso no cayó nada bien entre rejas y lo calificaron como “buche” o “sopla bolsa”, léase delator.

El ex experto en perfumes aseguró que el músico lo conminó a que pagara un canon mensual para poder seguir estudiando, y que como le dijo que no empezó a maltratarlo a través de provocadas situaciones violentas: “Con una pava eléctrica me generó serias quemaduras. Él y el sicario Pelusa Maldonado intentaron matarme. Me ayudó a zafar el tío de Wanda NaraCarlos Colosimo –alias Cachi, condenado por abuso de menores-. Me quemaron con agua hirviendo y lo negaron diciendo que yo me lo había hecho con una estufa”, le confió Farré en su momento a este cronista.

Ignacio Pardo Paso, ex saxofonista de los Fabulosos CadillacsIgnacio Pardo Paso, ex saxofonista de los Fabulosos Cadillacs

Y luego subió la apuesta cuando agregó: “Como de entrada confié en Pardo Paso, me sacó datos de mi familia y empezó a chantajearlos. Gente de él que estaba afuera apareció en la casa de mis padres y de mi hermano con un cuadro de Rembrandt, monedas de oro, marfiles, un reloj Hublot de alrededor de 20 mil dólares. Los presionaban para que los vendieran en Uruguay en Punta del Este. Es un tipo muy pesado, lo terminé denunciando además porque escuché que estaba planeando matar al fiscal Patricio Ferrari, de San Isidro”.

Semejante acusación obligó a consultar al denunciado para saber si era cierto y qué tenía para decir. Su abogado Juan Manuel Casolatti salió al cruce: “Con esa mentira logró provocar varios allanamientos ya que en principio le creyeron, y lo padecieron parientes y amigos de mi cliente. Un irresponsable total que recurría a cualquier cosa con tal de intentar mejorar la situación que él mismo provocó y de la que nunca se hizo cargo”.

A partir de ahí Farré empezó a ser peor visto aún por el resto de los detenidos, lo consideraban un buchón, quizá la peor condición tras las rejas. Y no tardó en recibir aprietes y amenazas de todo tipo. Primero lo trasladaron al pabellón de los evangelistas y hacía yoga con el Grupo Moksha –que lleva esa disciplina a las prisiones igual que los Espartanos con el rugby–. Pero cuando salió para concurrir a su clase de Semiología lo extorsionaron: “Pagá protección o sos boleta”. Volvió a quejarse ante las autoridades del penal, los muchachos se enteraron que habló y recibió más amenazas de muerte.

Fernando Farré, en la Unidad Penal 48 de San Martín, días después de la condena (Adrián Escandar)Fernando Farré, en la Unidad Penal 48 de San Martín, días después de la condena (Adrián Escandar)

Las autoridades advirtieron que su vida peligraba y comenzaron a trasladarlo por distintas prisiones, cuyos ocupantes iban recibiendo información de Farré y como lo consideraban un vil delator no lo querían ni ver. Entonces se vieron obligados a “guardarlo” un tiempo en buzones –calabozos individuales de aislamiento- de cada cárcel porque no lo toleraban y corría riesgo su vida. Así pasó por La Plata, Dolores, Florencio Varela, General Alvear, Azul, Lisandro Olmos, Bahía Blanca. En éste último destino fue donde peor la pasó y hasta intentó suicidarse. Hasta lo obligaron a poner cien mil pesos para comprar varios lechones y otras vituallas para pasar unas fiestas de Navidad y Año Nuevo, fotos que luego salieron a la luz.

Fernando Farré contó que fue obligado a poner 100 mil pesos para comprar unos lechones y otras vituallas para pasar unas fiestas de Navidad y Año NuevoFernando Farré contó que fue obligado a poner 100 mil pesos para comprar unos lechones y otras vituallas para pasar unas fiestas de Navidad y Año Nuevo

Qué dijo él al respecto con respecto a todas estas situaciones: “En el hospital penal de La Plata, al lado de Olmos, estuve internado más de dos meses. Sufrimos crisis humanitaria denunciada ante la Comisión interamericana de Derechos humanos. En Bahía no recibimos carne ni pollo durante más de seis meses. Éramos 50 presos en un pabellón y compartíamos entre todos medio tacho de polenta con un chorro rojo que parecía ser salsa de tomate. La cena era fideos con grasa, aumenté 25 kilos y la mala alimentación potenció mi hipertensión arterial. Sufrí trombosis, taquicardia, riesgo de acv y de infarto de miocardio. Me salvaron en el Hospital, si no me moría en la cárcel. Dormía en el piso con cuatro internos en una celda que era para uno. Nos apilaron, los tanques de agua estaban contaminados por los deshechos de las aves. Había situaciones de riesgo de derrumbe y gente con tuberculosis que iban contagiando a otros”.

Las fiscales del caso fueron lapidarias con él, más allá de que las cuestionó y haya hecho correr que lo perjudicaron amañando pruebas: “Farré actuó a sangre fría, no tuvo piedad con la madre de sus hijos. Fue lo más cruel que pudo. Su esposa, previo a eso, venía sufriendo violencia psicológica, verbal y económica hace años, que terminó denunciando. La hizo ir a la casa del country a manera de anzuelo para retirar elementos personales y documentación de sus chicos. Es egoísta, le importa solo él y su imagen. Supo que la iba a matar y lo hizo. Cometió un femicidio de manual”, dijo con contundencia la doctora Carolina Carballido Catalayud.

Entretanto, a Farré lo visitaban sus padres y su hermano, e intentó la revinculación con sus tres hijos que hasta ahora nunca se dio. Está más tranquilo desde que lo trasladaron a la cárcel de Campana. “Encontró el lugar justo, está contenido, lo tratan muy bien y él actúa diferente. En los otros destinos la pasó mal. Acá hay gente más grande que tiene otro comportamiento”, le resumió a infobae su abogado, Omar Saker.

Parece que charla con varios, entre ellos, con el cura Julio César Grassi, que paga su condena y pecados en la celda contigua. Con él, además, se confiesa, pero le escapa a las culpas. Sigue insistiendo con que no recuerda nada, con que tuvo un bloqueo mental, con que las fiscales prepararon testigos, con que no cree que haya sido el autor del hecho…

Mientras la vida le pasa, sigue apostando a dos puntas: a que la Corte Suprema le conceda un nuevo juicio. O bien a seguir envejeciendo hasta lograr salir en libertad….

Por Ángel Chollet-Infobae